Clarín - Deportivo

San Lorenzo ganó ajustado y ahora espera el resultado del puntero Boca

Volvió a estar en deuda con su juego y terminó pasando sobresalto­s. Newell’s, con muy poco, lo terminó complicand­o bastante. Al local le alcanzaron con los primeros 15 minutos.

- Javier Quintela jquintela@clarin.com

Ganar y esperar. O primero ver qué pasa en alguna otra cancha y después ganar. Así, parece, vivirá San Lorendient­e zo lo que queda de la Superliga: ganar, ganar y ganar y aguardar a que el líder Boca deje puntos en el camino para alimentar la ilusión de campeonato. Ayer, por lo pronto, el equipo dirigido por Claudio Biaggio logró este objetivo: se quedó con los tres puntos ante Newell’s y, con un partido menos -el que debe con Independie­nte-, quedó a seis del xeneize, que hoy enfrentará a Banfield. Eso sí: más allá de que la matemática aún le da esperanzas, el equipo del Pampa volvió a estar en deuda con su juego y terminó pasando sobresalto­s ante un rival que, con muy poco, lo terminó complicand­o bastante.

A San Lorenzo le alcanzaron quince minutos del encuentro para conseguir el triunfo, el primero para los azulgranas en este 2018. Es que salió decidido el Ciclón a jugar el partido, como si los más de 30 grados de sensación térmica no le pesaran y todavía tuviera la sangre en el ojo por aquel partido ante Boca, de hace dos semanas. Biaggio tuvo que ajustar las tuercas en la previa. Sin Quignón ni Rojas ( ambos expulsados ante el equipo de Barros Schelotto), el DT modificó el esquema. En la defensa, Paulo Díaz cambió de lateral -fue al izquierdo- para que Angeleri ingresara en el sector derecho. Y en el medio, el Pampa súperpobló la zona con la entrada de Barrios, pero sacrificó al enganche: Belluschi, el encargado de la creación, se paró al lado de Piris Da Motta en una posición parecida a la que tenía Ortigoza en sus tiempos de azulgrana.

Se dijo: la movida le salió bien a Biaggio en el inicio, a tal punto que inclusive llegó al gol con un potente derechazo de Botta. Al ex Tigre le sucedió algo similar a lo que le pasó ante Boca: anotó el tanto que abrió el marcador pero con el correr de los minutos no pesó en el juego (para colmo se retiró lesionado en el complement­o). La manera en la que el local llegó a ese tanto, además, desnudó las falencias de Newell’s: diez de los once jugadores rosarinos se encontraba­n dentro de su área en el momento del disparo de Botta, aunque ninguno de ellos atinó siquiera a molestarlo.

San Lorenzo logró rápidament­e la parte más difícil: conseguir la ventaja. Sin embargo, el 1-0 lo relajó de más, y jugó el resto del partido más pen- de lo que podía hacer Newell’s que en explotar sus propias virtudes. Por eso, en vez de crecer la figura de Blandi o de Belluschi, el que comenzó a tomar protagonis­mo fue Coloccini. El hombre de rulos jugó un partido casi perfecto: le bajó la pelota a Botta en el gol azulgrana, salvó casi en la línea un remate de Leal que tenía destino de gol (en una jugada en la que Pitana omitió un penal para los rosarinos por un codazo de Navarro sobre Figueroa) y además se cansó de despejar de cabeza los incontable­s centros que llegaron sobre su área.

Coloccini fue el más destacado en la cancha, es cierto, pero también lo es que su figura creció por las propias limitacion­es de Newell’s, que en vez de poner la pelota al piso se empeñó en tirar pelotazos. La tarde de Sarmiento sirvió como síntoma: salió sustituido en el segundo tiempo tras un pobrísimo partido. En el aire del Nuevo Gasómetro quedó sobrevolan­do una pregunta: ¿Qué hubiera pasado si Llop decidía antes el ingreso del pibe Torres, que con un par de apiladas complicó a la defensa azulgrana?

El segundo tiempo se le hizo eterno a San Lorenzo, que con la entrada de Romagnoli fue mutando de esquema pero nunca encontró la manera de controlar al partido. Su mejor aliado, al cabo, terminó siendo la falta de ideas de Newell’s, que copó el mediocampo pero nunca llegó a poner a Navarro entre la espada y la pared.

San Lorenzo, en definitiva, ganó. Y ahora espera. Será así hasta el final. Ganar y ver qué pasa con Boca...

 ?? MARCELO CARROLL ?? El gol. Rubén Botta (acosado por Bernardell­o) define de derecha para convertir el único tanto en el Nuevo Gasómetro. Sills y Paulo Díaz miran expectante­s la resolución.
MARCELO CARROLL El gol. Rubén Botta (acosado por Bernardell­o) define de derecha para convertir el único tanto en el Nuevo Gasómetro. Sills y Paulo Díaz miran expectante­s la resolución.

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