Noche de las Estrellas, un espectáculo que la NBA trata de renovar
En lugar del partido de Este con Oeste, habrá un duelo entre equipos elegidos por las figuras. Televisa ESPN, a las 22.
Los Ángeles, las estrellas que más brillan y el cielo siempre celeste de California. Escenario ideal para un nuevo All Star Game de la NBA. Ese partido que reúne a los mejores exponentes del básquet mundial y que últimamente se trató más de un show que de un juego en sí. Porque si algo supo hacer la NBA es vender su producto al mundo. Aquí en Estados Unidos, el deporte más masivo es el fútbol americano. Pero globalmente el mundo de la NBA supera a cualquier otro deporte. Valen algunos números. El Juego de las Estrellas que hoy desde las 22 (hora argentina) se jugará en el Staples Center llegará a 215 países y territorios donde se hablan 50 idiomas diferentes. Y aquí en Los Angeles hay 515 periodistas acreditados de 44 países distintos.
Mucho tuvo que ver en esa expansión cómo la NBA les abrió las puertas a jugadores de todo el mundo y como, incluso, llevó partidos de su liga a ciudades de Europa, China y México. En ese cúmulo de estrellas imaginamos los argentinos a fuerza de votos en redes sociales a nuestro Manu Ginóbili, quien fue parte del show dos veces en la plenitud de su carrera. Su presencia sonaba más a homenaje que a otra cosa y para eso la NBA tiene, por ejemplo, el Salón de la Fama donde más temprano que tarde el argentino (respetadísimo por sus colegas y el periodismo cada vez que se lo nombra) tendrá su lugar.
La Legión extranjera estará bien representada con súper estrellas como el esloveno y campeón europeo Goran Dragic (Miami Heat) o el griego hijo de nigeriano Giannis Antetokounmpo (Milwaukee Bucks), llamado a ser uno de los grandes de la NBA.
La organización busca darle una vuelta de tuerca al espectáculo, cambió el formato habitual del duelo Oeste-Este por algo así como un pan y
queso con el que se armaban los equipos de fútbol en el potrero.
Así Stephen Curry (Golden State Warriors) y Le Bron James (Cleveland Cavaliers), los dos más votados en la ecuación público, jugadores-técnicos y periodistas, armaron sus equipos con el resto de los más elegidos.
El Equipo Curry se completa con DeMar DeRozan (Toronto Raptors), James Harden (Houston Rockets), Antetokounmpo y Joel Embiid (Philadelphia 76ers). En el banco arrancan: Jimmy Butler (Minnesota Timberwolves), Draymond Green (Warriors), Al Horford (Boston Celtics), Damian Lillard ( Portland Trail Blazers), Kyle Lowry (Raptors), Klay Thompson (Warriors) y Karl-Anthony Towns (Timberwolves).
Mientras que con Le Bron James arrancan Kyrie Irving (Celtics), Kevin Durant (Warriors), Anthony Davis (New Orleans Pelicans) y Paul George (Oklahoma City Thunder). Y los suplentes serán LaMarcus Aldridge (San Antonio Spurs), Bradley Beal (Wizards), Victor Oladipo (Pacers), Russell Westbrook (Thunder), Dragic, Andre Drummond (Detroit Pistons) y Kemba Walker (Hornets). Integraban el equipo y quedaron afuera por lesiones: DeMarcus Cousins ( Pelicans), Kevin Love (Cavaliers), John Wall (Washington Wizards) y Kristaps Porzingis (New York Knicks).
Ayer todos se mostraron un rato. Junto a la sede del partido hay un centro de convenciones. Allí se armó un estadio para 5000 personas donde cada equipo por separado hizo una práctica al aire libre. Sin jugadores de los locales Lakers o Clippers, en el aplausómetro prevalecieron Le Bron y Curry. Los siguieron Westbrook, Harden y Antetokounmpo.
Con mucha gente, camisetas de todos los equipos y hasta la infaltable albiceleste de Messi (Adam Szew, un estadounidense de 10 años con padre argentino, fanático del Barcelona, Argentina y los Lakers) hubo algo de show y un concurso de tiros de media cancha. Los de Le Bron metieron 13 en 90 segundos y los de Curry, 8.
Esta noche habrá revancha, pero ya en un partido de básquet. Y habrá que ver si el nuevo formato deja algún margen para el juego en medio de tanto espectáculo.