PyeongChang 2018 terminó con su mensaje de paz y el triunfo noruego
Noruega sumó 14 medallas de oro, 14 de plata y 11 de bronce. Alemania y Canadá completaron el podio.
Quizá serán los Juegos Olímpicos de Invierno menos recordados por su costado deportivo. Llamados los Juegos de la paz, los de PyeongChang 2018 que terminaron ayer significaron un espectacular acercamiento entre Corea del Sur y Corea del Norte, dos países que se mantienen en guerra oficialmente desde 1953.
“Mostraron cómo el deporte, en nuestro mundo frágil, reúne a los pueblos; mostraron cómo el deporte construye puentes”, dijo Thomas Bach, el presidente del Comité Olímpico Internacional, al contemplar el clima que intentó promulgar PyeongChang y en agradecimiento a los dos países por la iniciativa. Además el alemán afirmó: “Estos Juegos recibieron nuevas pruebas que atraen a las jóvenes generaciones. La tecnología numérica les permitió a un mayor número de países ver los deportes de invierno de múltiples modos”.
En lo estrictamente deportivo Noruega fue el triunfador: sumó 39 medallas (14 de oro, 14 de plata y 11 de bronce) y superó a Alemania que ganó la misma cantidad de títulos pero cuatro platas menos. Además los noruegos tuvieron en Marit Bjorgen a la deportista más laureada en la historia de los Juegos de Invierno. Ganó dos de oro, una de plata y dos de bronce y, con 15, superó a su compatriota Ole Einar Björndalen que lideraba el medallero histórico.
Otros de los grandes deportistas que brillaron y marcaron historia en PyeongChang fueron el austriaco Marcel Hirscher con dos oros en esquí alpino; la checa Ester Ledecka, campeona en esquí alpino y snowboard; la rusa Alina Zagitova, que se consagró en patín artístico con tan sólo 15 años; el francés Martin Fourcade, que logró tres oros en biatlon; y el estadounidense Shaun White, uno de los atletas más carismáticos del mundo, que también se coronó en snowboard.
El saldo de la misión argentina puede considerarse positivo. Los siete integrantes compitieron en su nivel si bien la búsqueda no fue de una medalla en ningún caso. Matías Schmitt y Verónica Ravenna (desde los 8 años está radicada en Canadá) consiguieron las mejores actuaciones con sendos 24° puestos. El snowboarder Schmitt (fue el último compatriota en ganar su pasaporte olímpico) la logró en slopestyle y Ravenna (que fue la abanderada en la maravillosa ce- remonia de clausura(, en luge.
En los Juegos se contaron historias en las que los protagonistas inspiraron a varios. Los mejores deportistas del mundo fueron las estrellas en PyeongChang. Ahora habrá que esperar y el futuro contará si el histórico acercamiento entre las dos Corea dio sus frutos. Pero ya nadie le quitará ese rótulo a PyeongChang: fueron los Juegos que “abrieron nuevos horizontes”. La bandera olímpica ya está en manos de Beijing y en 2022 habrá nuevas historias para contar.