Un gol en claro offside premió a Belgrano y castigó a Chacarita
Los insultos se entrecruzan entre la platea alta y la platea baja. Antes, Mauricio Macri había sido el centro de la agresión, pero de casi todo el estadio. Faltan pocos minutos para que termine el partido en San Martín y los hinchas de Chacarita no saben a quien culpar. Y en la cancha, el equipo se contagia de ese nerviosismo y es un manojo de imprecisiones. Está claro que alguien aprovecha ese estado de confusión, Belgrano. Que por oficio y también, por qué no, oportunismo; se lleva tres puntos importantes que le permiten soñar con la clasificación a alguna copa internacional.
Chacarita se hunde en la tabla de los promedios (está en el último lugar) y es gran responsable de esta desorientación, este sin rumbo. Tuvo los primeros 45 minutos como para hacer daño, ante la pasividad de los cordobeses que se tomaron ese tiempo resignando el ataque para estudiar el panorama. La entrega y el optimismo de Vismara no alcanzan como para contagiar al resto y sólo un par de aproximaciones a Acosta es demasiado poco para un equipo tan necesitado como el de Sebastián Pena.
En el complemento, y con el libreto bien estudiado, los cordobeses salieron a comérselo crudo. A los 30 segundos, lo tuvo Guidara quien quedó mano a mano con el arquero y Fernández pudo desviar al tiro de esquina. Y de ese córner enviado por Suárez,
Lértora se encontró con una pelotaque le permitió abrir el marcador poru desacierto arbitral de Merlos: había cinco jugadores de Belgrano que estaban en posición adelantada.
Si con el empate, Belgrano había resignado el ataque, con el 1-0 se transformó casi en impenetrable, jugando un poco con la ansiedad del local y con Lértora (delante de los dos centrales) cortando cualquier atisbo de ataque del desconcertado Chacarita.
Los cordobeses pudieron ampliar si alguno de los tantos contragolpes hubiese encontrado un poco más de justeza en los pies de Suárez; y Chacarita estuvo a tiro del empate hasta en la última jugada por Matos que cabeceó muy cerca del palo izquierdo. Tiro para la justicia que premió al que hizo prevalecer las diferencias, aunque lo haya marcado con un gol que nunca debió ser concedido.