Newell’s, en crisis, sonrió sólo en el resultado
El titular de la entidad rosarina ya tiene decidido alejarse y se llamaría a elecciones anticipadamente.
En la cancha, en el Coloso, Newell’s consiguió algo de respiro. Le ganó a Tigre y sumó tres puntos vitales pensando en su promedio. Los rosarinos arrancarán la temporada que viene con la soga al cuello. En lo institucional, en el terreno de las decisiones que marcan la vida de un club, Newell’s vive sin respiros, sin nada de paz. La ya delicada coyuntura se agravará en las próximas horas con la renuncia del presidente Eduardo Bermúdez, quien ya tomó la decisión de dar un paso al costado.
El escenario es preocupante por donde se lo mire: acefalía dirigencial -todo indica que habrá un llamado a elecciones-, una crisis económica sin precedentes y un proyecto deportivo plagado de parches. Casi nada se hizo bien desde la salida del Tata Martino. Ahora, todas las velas están prendidas para que De Felippe enderece un barco que va rumbo al iceberg.
Bermúdez asumió en junio de 2016. Recibió un club deficitario y convulsionado por una violencia extrema. Tres barras asesinados -uno de ellos ejecutado en el portón de entrada-, y dos gravísimos atentados a balazos contra integrantes de la nueva Comisión Directiva. Los ánimos se calmaron recién con un pacto de gobernabilidad con un sector de la hinchada. Pero para ese entonces, la economía terminó de explotar.
El juez a cargo del fideicomiso tuvo que tomar las riendas por una contabilidad fuera de control. La repetida deuda con los jugadores terminó con una denuncia de AFA por supuestos comprobantes de pago adulterados, que derivó en la quita de tres puntos. En el medio, el descalabro futbolístico. Para ese entonces, Bermúdez ya se había peleado con Diego Osella, técnico que hizo un campañón con poca materia prima, y los referentes (Maxi Rodríguez, Scocco y Formica) habían pegado el portazo.
En enero, el secretario del club, José Menchón, blanqueó la fractura. “Bermúdez perdió la confianza. Tiene que tomarse licencia”, admitió. Esta semana fueron los socios los que le dieron la espalda. Rechazaron el balance y gritaron “que se vayan todos” en una multitudinaria asamblea.
La oposición se aglutinó detrás de Rafael Bielsa, hermano de Marcelo, quien pidió un “volantazo”. “Que venga y que gobierne él”, respondió Bermúdez al anunciar su renuncia. Brian Sarmiento se rompió el tobillo izquierdo a los 4 minutos del comienzo del partido. Al volante se le quedó enganchadosu botínen el césped cuando disputaba una pelota. Estará al menos 4 meses sin jugar.