Boca se ganó un descanso, pero perdió la ocasión de probar para Barranquilla
La cancelación impidió evaluar cómo está Rossi, darle minutos a Cardona y medir la respuesta del colombiano Pérez. Al margen de eso, fue un alivio no haber jugado.
La suspensión del partido en La Plata, conspiraciones y paranoias al margen, tuvieron en Boca varios puntos de análisis porque, con miras a la final que se jugará el miércoles ante Judecidió nior en Barranquilla, el DT tampoco pudo sacar conclusiones que esperaba tener en limpio tras el encuentro frente a Gimnasia.
En el arco, Agustín Rossi iba a ser titular después de una semana complicada en la que había quedado en el ojo de la tormenta por su error con Palmeiras. Pero el ex Estudiantes apenas pudo realizar parte de su entrada en calor junto a Guillermo Sara. La idea del Mellizo era evaluarlo en el rendimiento y también en el carácter: ahora el arquero deberá reivindicarse en Barranquilla. Esa opción de Rossi para el torneo local y Sara en la Copa pareció quedar descartada después de la cancelación.
La tardía resolución de Facundo Tello para suspender un partido que cualquier futbolero sabía desde la madrugada que no debía jugarse (la cantidad de agua acumulada en el campo terminaría por arruinar el mismo a minutos de empezado el juego) hizo cambiar de planes a Guillermo. Porque Edwin Cardona, quien retornaba de la lesión en su aductor derecho, iba a tener minutos para observar si su evolución le permitía tener su lugar ante Junior. Sin ritmo, el colombiano viajará para el partido de Copa sin un solo minuto de juego en 21 días. En esos instantes de incertidumbre entre suspensión o continuidad para el partido, el técnico ya había excluirlo del once titular para poner a Junior Benítez. Eso marca algo: Cardona no está pleno en su físico.
Que la pelota no haya rodado en La Plata también aquietó un clima que podía ser complejo si no se daba una victoria. Viajar a la finalísima contra Junior con una derrota en las espaldas hubiese sido duro. Pero sin el partido, Guillermo tampoco pudo analizar si Frank Fabra, el lateral izquierdo, está para ser titular o si debe dejar a Emmanuel Mas para jugar el miércoles; tampoco logró sacar conclusiones sobre Sebastián Pérez, quien iba a tener su tercer encuentro consecutivo como titular después haber disputado solo 60 minutos en el 2018.
Ahora Guillermo tendrá que elegir si le devuelve el sitio a Wilmar Barrios (ni siquiera estuvo entre los concentrados ayer) y quién sale en ese caso. Con Pablo Pérez a disposición, lo más probable que es si vuelve Barrios el que termine saliendo sea su compatriota.
"El árbitro determinó que no se juegue. No sé si fue la mejor decisión pero, bueno, el árbitro decidió eso. Nosotros queríamos jugarlo, pero al menos ahora esto nos da un día más para planificar el partido del miércoles", expuso Lisandro Magallán. El marcador central, quien iba a formar la dupla con Santiago Vergini, era uno de los que arrastraban una fatiga por la cantidad de partidos en la semana.
Más allá de todo, no jugar sirvió para preservar algunas piezas. A Bebelo Reynoso, quien iba a jugar de entrada en La Plata, tampoco se lo pudo evaluar como pretendía el cuerpo técnico. Ahora, Guillermo tendrá que resolver si en Colombia juega Nandez (ayer no podía hacerlo por suspensión) desde el comienzo o si le da rodaje al cordobés para conectar las líneas de un ataque que tendrá a Tevez y Ábila. Ambos iban a estar en el banco de suplentes en la tarde lluviosa.
El técnico se había inclinado por un equipo con mayoría de titulares luego del triunfo de Godoy Cruz y pese a que el riesgo de quedar eliminado de la Libertadores en la fase de grupos es grande. De hecho Cristian Pavón iba a jugar su partido 67 como titular de manera consecutiva. El delantero es una fija en Barranquilla y el descanso le vino bien, como a Leonardo Jara, quien le iba a dejar su lugar a Julio Buffarini.
La práctica en Casa Amarilla luego de la suspensión apenas sirvió para realizar movimientos en el gimnasio y para descansar. Hoy a las 14 el plantel viajará a Colombia para afrontar una final en la Libertadores, en la que se juega buena parte del año.
Luego será el momento de ponerse a pensar en la chance de un bicampeonato, ese al que puertas adentro se le da el valor real pese a las voces que intentan minimizarlo.