Fue de Newell’s por la muñeca de su entrenador
El DT De Felippe lo transformó en un equipo corto, metedor e inteligente. Alexis Rodríguez, el único gol.
La pregunta sobre cuánta importancia tiene un técnico en un equipo suele dividir aguas. Están los que minimizan su la injerencia y ponen la lupa exclusivamente en la calidad o jerarquía de los jugadores. Y en otro grupo se ubican los que sostienen que el plus del pizarrón es determinante en la puesta en escena de un equipo.El Newell’s de Omar De Felippe confirma esta segunda postura. Su capacidad y muñeca para recuperar a una formación que estaba a la deriva explica este valioso triunfo ante Defensa y Justicia.
Es otro equipo Newell’s desde la llegada de De Felippe. Hay una diferencia abismal en cuanto a competitividad respecto al elenco que dirigía Juan Manuel Llop. La materia prima es la misma: un plantel corto, con muchos juveniles y con pocos nombres rutilantes. Cambió el semblante. Ya no hay fisuras tácticas. Ni desorden. Hay un libreto que se respeta a rajatabla. Un equipo corto, metedor e inteligente para buscar los partidos.
Ayer doblegó nada menos que a Defensa y Justicia, que venía de cuatro triunfos al hilo y de voltear a Boca, Racing e Independiente. Los rosarinos trabajaron el triunfo desde el minuto cero. La solidez defensiva (impasables Bruno Bianchi y Fabricio Fontanini) generó un perfecto equilibrio en todas las líneas. Leonel Ferroni y Facundo Nadalín (dos pibes de las Inferiores) cerraron sus bandas y treparon con criterio cada vez que el equipo los necesitó. Juan Sills, muy cuestionado en la era Llop, y Brian Rivero funcionaron como un reloj en la mitad de la cancha. Víctor Figueroa, otro recuperado por De Felippe, cargó con la creación de fútbol; Luis Leal, una pieza clave que no tiene reemplazo (el equipo sintió su ausencia en los últimos partidos), generó los espacios en cada ataque; y Alexis Rodríguez aportó la indispensable cuota de gol. Definió con los genes de Maximiliano (hoy en Peñarol), su primo e ídolo: control, enganche y zapatazo pegado al palo.
Ganó Newell’s con mucha justicia. Por su nuevo convencimiento y por el hombre canoso que tiene en el banco. El futuro tiene otra perspectiva con esta conducción técnica.