El beach volley se prepara para ganar medallas pero también para dar el salto
Azaad y Capogrosso están más consolidados pero Gallay y Pereyra son una dupla nueva.
La última etapa del circuito Mundial de beach volley disputada en Itapema entre el 16 y el 20 de mayo dejó buenas sensaciones en las parejas argentinas top de ese deporte. Los varones, Julián Azaad y Nicolás Capogrosso, 29° del ranking mundial, ganaron un partido y perdieron otro y no continuaron su periplo por una lesión. Ana Gallay y María Fernanda Pereyra, la chica que desde febrero ocupa el lugar que fue de Georgina Klug, superaron la etapa de clasificación y llegaron a la fase de grupos. Antes de comenzar su participación en los Juegos Sudamericanos 2018, donde son amplios favoritos, los cuatro conversaron con Clarín sobre lo que pasó y lo que se viene.
Consolidados están Azaad y Capogrosso. La pareja se formó en 2016 cuando sus entrenadores les dijeron que eran la mejor opción argentina para pelear en la elite. Y vaya si lo hicieron: fueron campeones sudamericanos en 2017 y les ganaron a la dupla rusa, quinta del ranking mundial, en Huntington Beach este año. “Estamos en permanente ascenso y es lo que nosotros priorizamos. Son procesos largos en este tipo de deportes”, dice Azaad. “Cualquiera le puede ganar a cualquiera entre los top. Llegamos por nuestro nivel de juego, que creció mucho este año”, añade Capo- grosso, que hasta los 18 años integró las categorías menores de los seleccionados argentinos. Pero abandonó el voleibol tradicional porque debía vivir en el CeNARD. “Hoy encontré en el beach volley la felicidad que no tenía”, se sincera.
Georgina Klug abandonó la actividad el año pasado. La razón que esgrimió la compañera de Gallay en los Juegos Panamericanos de Toronto, donde ganaron el oro, fue que se había cumplido un ciclo. Así, ésta última pasó un tiempo evaluando posibles nuevas compañeras. Su búsqueda la llevó a los Juegos Argentinos de playa 2017. “Llamé a casi todas las jugadoras de voley que conozco para preguntarles si les interesaba probar beach volley. Al final viajé a Concepción del Uruguay y allá la vi jugar a Fer. Era la única que le pegaba a la pe- lota”, cuenta Gallay. Pereyra sigue: “Viajé a representar a San Juan porque me convocó la mejor rankeada de la provincia para acompañarla en los Nacionales. Yo jugaba voley indoor en UPCN. Al beach, más que como hobby no lo pensaba, pero la verdad es que me encanta. Aún me cuesta el tema de la concentración porque acá somos dos y siempre tenés que aportar”. Y añade: “Georgina nos ayuda un montón con los entrenamientos”. -¿Qué puede aportarle el beach volley a Argentina en los Juegos Sudamericanos?
-El objetivo es el oro. Pero tenemos muchas chances de traer medallas porque Brasil no irá (Gallay).
-El hambre de medallas siempre está. Nos veo muy bien, pero no soy muy de pronósticos. Estamos entonados y bien entrenados, que es lo más importante (Azaad).
-Vienen de competir en el circuito Mundial y en Cochabamba 2018 bajará el nivel de sus rivales. ¿Eso es bueno o malo?
-Siempre es muy lindo representar a Argentina y más en estos torneos donde vamos en delegaciones y se disfruta, hace muy bien. El Circuito Mundial te da otro reconocimiento, es otro nivel de juego, te aporta dinero, pero los Odesur son importantísimos y ojalá tengamos un lindo resultado para encarar el resto del año de otra manera (Capogrosso).
Ninguno de los cuatro esconde que, aunque falta muchísimo, ya piensan en Tokio 2020, el sueño de todo deportista. “Todo lo que hacemos apunta a estar allá. Este es nuestro año de aprendizaje y el que viene será de ganar o ganar para llegar a los Olímpicos”, afirma Pereyra. “Siempre se están mirando de reojo los Panamericano de Lima y los Juegos Olímpicos. Ojalá alguna vez se me de ir a unos Olímpicos porque en Río quedamos afuera en la última etapa de clasificación”, acota Capogrosso. -¿Qué le falta al beach volley argentino para dar el gran salto? -Nuestra comunidad viene creciendo mucho porque los jugadores le damos mucha difusión. Ahora estamos en la pelea para que haya un circuito nacional fuerte. Necesitamos más torneos (Pereyra).