El viaje desde Barcelona, como estrellas de rock
Tuvieron un vuelo tranquilo. Ya están en la concentración, ubicada a unos 60 kilómetros de la capital rusa.
El avión de los Rolling Stones aterrizó en el aeropuerto de Zhokovsky a las 22.20, seis horas menos en la Argentina. Pero cuando se abrió la puerta de la aeronave, ploteada con la clásica lengua del grupo británico, no bajaron Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Woods ni Charlie Watts, sus míticos integrantes. Los que se deslizaron por la escalerilla fueron Lionel Messi, Sergio Agüero, Javier Mascherano, Angel Di María y Gonzalo Higuaín, los históricos de la Selección, junto al resto de los mundialistas.
Desde la estación aérea, el plantel se trasladó en micro a su búnker ubicado en Bronnitsy, a unos 60 kilómetros de la capital rusa. Allí, lo esperaba un predio pintado de celeste y blanco. Desde las puertas de las habitaciones hasta las gigantografías que rodean las canchas de entrenamiento. Todo tiene los colores patrios con el objetivo de que los jugadores se sientan como en su casa.
La lengua roja, gigante, se veía venir cada vez más clara mientas el chárter privado aterrizaba en el aeropuerto Zhukovsky, más chico que los dos principales de la ciudad pero mucho más cerca de Bronnitsy, el pueblo donde está ubicado el centro deportivo de alto rendimiento que será la casa de la Selección durante su estadía en la Copa del Mundo. Los jugadores amantes del rock, encantados de viajar en el mismo avión que utiliza la legendaria banda británica.
Son jugadores de fútbol pero viajaron como estrellas de rock. Relajados. Messi y Agüero; Lucas Biglia y Di María; Mascherano y Banega; Nicolás Tagliafico y Federico Fazio, fueron algunas de las duplas de los lujosos asientos que se hacen totalmente cama. Muchos aprovecharon para descansar ya que fue un vuelo tranquilo según le comentaron a Clarín. Otros leyeron. Hubo música. Y algo de charla entre mate y mate.
Al bajar, algunos hinchas argentinos con camisetas de Newell’s los recibieron agitando sus banderas celestes y blancas. Los 22 futbolistas (Enzo Pérez arribará hoy), se subieron rápidamente a un micro y en menos de 20 minutos estaban ingresando al búnker, que se acondicionó especialmente para albergarlos.
Fueron cerca de 2 millones de dólares los que se gastaron en remodelar ese predio que se utilizaba para la preparación de atletas rusos de canotaje y remo. Cada detalle quedó decorado para la Argentina. Hubo cena y luego descanso para encarar esta tarde la primera actividad en Rusia. Será a las 18 de aquí (12 de Argentina). No habrá fútbol; solo un trabajo regenerativo para regular la intensidad. Mañana sí, los ensayos volverán a ir aumentando las cargas para llegar al debut del sábado con el mejor ritmo, como un baile del gran Mick Jagger.