Pizzi, golpeado por la dura caída: “Seguir es algo que no está en mis manos”
El DT de Arabia Saudita terminó lleno de bronca y hasta debió responder preguntas sobre su continuidad.
El rostro tenso, un par de gestos nerviosos en plena cancha contra sus asistentes, la caminata apurada y nerviosa hacia el vestuario y las palabras con cero autocrítica en una conferencia de prensa en la que preguntaron hasta si tenía miedo de ser echado. Todo igual a Juan Antonio Pizzi, el argentino que soñaba con dirigir este Mundial como técnico de un Chile y que, al no clasificarlo, terminó haciéndolo como entrenador de la modesta Arabia Saudita. Acababa de irse el estreno y a Macanudo lo desbordaba la calentura. Lógico: el 0-5, aparte de una paliza, significaba un hecho histórico: Pizzi y Arabia Saudita habían padecido la mayor goleada en la historia de los partidos inaugurales.
Así como ayudó a los árbitros porque empezó a dilucidar su destino rápido a favor del local y organizador de la fiesta, el partido también le pegó un mazazo detrás de otro a Pizzi, al punto que empezó a aflojarse pronto el nudo de la corbata verde, a tono con el color de su equipo. Es que Arabia Saudita, luego de alguna señal de velocidad en contraataque y de un par de triangulaciones sin demasiada profundidad, se desmoronó.
La selección de Pizzi flaqueó por un mediocampo demasiado frágil, tanto
como esa defensa pasiva en el juego aéreo y con invitación permanente a ser desbordada por afuera.
Rusia terminó humillando al equipo conducido por el santafesino. Pizzi terminó golpeado y confundido. Se comprobó en la conferencia de prensa. No tuvo autocrítica sobre la producción de su equipo y, cuando le preguntaron si temía a ser despedido, se enojó. "Le agradezco la pregunta", ironizó. Y luego devolvió: "Es algo que no está en mis manos. Confío plenamente en lo que pueden hacer los futbolistas y en hacer un mejor
papel en el próximo partido". Uno de los cinco técnicos argentinos del Mundial estaba desbordado.
Claro que el ex entrenador de San Lorenzo dejó otros conceptos sobre esta decepcionante actuación. “Creo que vinimos preparados, hicimos un gran trabajo de preparación para este campeonato, los jugadores demostraron que están para competir a este nivel”, manifestó. “No estuvimos ni cerca de hacer lo que pretendemos, de lo que hemos hecho en partidos anteriores y que nos ha dado buenos resultados. No puedo tomar estos 90 minutos como parámetro”.
También negó estar sorprendido por lo que ofrecieron los rusos ayer: “Sabíamos perfectamente como iba a jugar nuestro rival. No estuvo fuera de lo que creíamos que iba a hacer. Ahora debemos recuperarnos de esta situación vergonzosa”.
Pizzi sabe que su equipo deberá mejorar mucho para enfrentar a Uruguay el miércoles 20. Hay un mal antecedente entre los anteriores entrenadores de Arabia Saudita. En Francia ‘98 al brasileño Carlos Alberto Parreira lo despidieron después de dos derrotas en los partidos iniciales: 1 a 0 ante Dinamarca y 4 a 0 contra Francia. No quiere, obviamente, que esa historia se repita aquí.