Cada jugador tiene una rutina personalizada para lograr la puesta a punto
Doble calentamiento para Messi, pilates para Caballero, funcional para Biglia y ejercicios según las edades.
Hace unas cuatro horas que el sol está bien despierto en Rusia. Pero no logra vulnerar las cortinas blackout de la concentración argentina. Son las ocho de la mañana y es momento de levantarse. Algunos ya están hace un rato con los ojos abiertos; a otros les cuesta un poco más despegarse de las bondades del colchón y las sábanas. Nace otro día de entrenamiento en la Selección, que ya vive las últimas horas antes del debut frente a Islandia en el Mundial.
Lionel Messi y Sergio Agüero sacan el cartelito de “No molestar, héroes descansando” que cuelga del lado externo del picaporte de su habitación. El 10, como todo el plantel, va rumbo a un desayuno de campeones para arrancar con energía la jornada. La escena se repitió ayer y antes de ayer y así cada día en esta preparación que comenzó en Ezeiza, siguió en Barcelona y ahora se completa en el búnker celeste y blanco situado a unos casi 60 kilómetros de Moscú.
Sin embargo, antes de ponerse los botines y pisar el pasto para encarar el entrenamiento diario, todavía hay una cosa por hacer. Una rutina, algo que ya es una costumbre y que Messi hace de manera automática después de unos mates.
Vestido con ropa cómoda de algodón de entrenamiento de la AFA, Leo se dirige hacia el gimnasio. Allí estará un rato. Entre 20 y 40 minutos. Como diría el ex rugbier, Serafín Dengra, musculará como un pura sangre. Nada de grandes cargas, eso sí. Lo suficiente como para que todo su cuerpo se active y arme como una especie de escudo protector para luego sí salir a la cancha principal del predio de Bronnitsy para el ensayo que dis-
pone el cuerpo técnico. Allí habrá otra entrada en calor a cargo del preparador físico Jorge Desio y más tarde los ejercicios tácticos.
Ya es como un ritual en Messi hacer esa rutina en el gym. Pero él no es el único. La mayoría de sus compañeros tienen sus propios métodos. Es que se trata en definitiva de algo normal entre deportistas de máximo rendimiento. Se le llama “rutina de prevención de lesiones musculares”. Para ellos es algo normal, aunque no todos los futboleros comunes sepan en qué consiste.
Desde el cuerpo técnico le explican a Clarín que “cada jugador trae su
rutina desde su club”. Y que todos realizan algo diferente, de acorde a su físico y a sus exigencias. Esto también puede variar y modificarse según las lesiones o molestias musculares que puedan tener.
Así, por ejemplo, Wilfredo Caballero tiene una muy particular. El arquero que será titular en el estreno hace pilates. Lucas Biglia, por su parte, es uno de los tantos que lleva a cabo trabajos de entrenamiento funcional. Son movimientos puntuales, estiramientos, que están enfocados en un objetivo concreto. El volante del Milan, por caso, hace aquí la misma rutina que le armó su profe particular de Mercedes, Federico Achile.
Javier Mascherano, Nicolás Otamendi, Marcos Rojo, Ever Banega, Angel Di María, Gabriel Mercado, son otros que también hacen lo suyo. Es un trabajo que dura generalmente 40 minutos antes de cada práctica y que sobre todo se da entre los jugadores más grandes por una cuestión lógica: con el paso de los años, el físico necesita mayores recaudos para no quedar expuesto a desgarros. De todos modos, algunos de los más jóvenes ambién se suman a esta práctica. Unoes Nicolás Tagliafico, quien realiza trabajos de estiramiento, movilidad de piernas y de cintura.
Desués viene la acción, el fútbol. Jorge Sampaoli repitió a los once que serán titulares ante Islandia: Caballero; Salvio, Otamendi, Rojo, Tagliafico; Meza, Mascherano, Biglia, Di María; Messi y Agüero. La Argentina ya está lista para poner primera.