También probó que puede ayudar en defensa
Cristiano Ronaldo, máximo goleador del Mundial hasta aquí, no fue perfecto pero sí efectivo. Por su don para desmarcarse, cabeceó sólo en la puerta del área chica a los 4 minutos del arranque, tras el centro justo de Joao Moutinho. Fue una de las dos únicas pelotas que acertaron el arco del marroquí Monir El Kajoui, pero alcanzó para darle la victoria a Portugal.
Ronaldo fue elegido el jugador del partido y es el segundo de Portugal que convierte cuatro goles en una sola Copa del Mundo, después de Eusebio, que hizo nueve en Inglaterra 66.
Después del gol, el delantero desplegó un repertorio completo: sacó un tiro cruzado a los 8 minutos que se fue al lado del palo derecho de El Kajoui. Dio consejos al oído de su compañero Raphael Guerreiro para ajustar las marcas. Bajó a cabecear cuando los marroquíes fueron por el empate. A los 19, Ronaldo la despejó de cabeza en su área. Y volvió a cabecear en su área a los 35, una pelota que luego embolsó su arquero.
CR7 generó faltas rivales, pero no hizo teatro, siempre siguió jugando. Tuvo un tiro libre ideal en la medialuna: cinco pasitos en reversa, dos al costado como un rugbier, pantalón arremangado, empeine derecho y... estrelló la pelota en la barrera.
Sobre el final, la bajó de pecho y de zurda habilitó a Gonçalo Guedes, que definió mal. El gol, la asistencia, la colaboración en defensa, lo hicieron decisivo en los primeros 45. ¿Por qué no fue perfecto? Tuvo cuatro errores: La primera pelota que paró se la quitaron por desatención. A los 10, quiso pararla en tres tiempos y se le escapó. A los 22 recibió una habilitación clara y no pudo controlarla.
El capitán de Portugal fue clave porque alentó a sus compañeros, a algunos les acarició la nuca, y se fue al descanso charlando con el DTFernando Santos para afinar el equipo.
En el segundo tiempo Portugal se replegó y CR7 quedó aislado. Aún así, obligó a dos y a veces tres marcadores a quedarse con él en el fondo. A los 25 sacó un tiro mordido que pegó en el travesaño. Luego la robó en la medialuna, el 5 marroquí lo taló abajo y entonces tuvo otro tiro libre ideal para su perfil, como el del primer tiempo, pero chocó contra la barrera.
Tuvo sí una ocasión clara en una salida rápida de un tiro libre, quedó solo en el área y a la carrera, pero la colgó arriba del travesaño. La figura del partido, de 33 años, 1,85 metro, 152 partidos internacionales y ahora 85 goles en su Selección, colaboró en defensa hasta el final del partido.
Y algo clave para su ego: se puso a cuatro goles de distancia ya de Lionel Messi.