Di María tuvo una final soñada para darle otro título al París Saint-Germain
Como esas ruedas de movimiento perpetuo que se imaginaban en la Edad Media, el fútbol superprofesional parece no tener pausas ni conocer de fronteras. Apenas 20 días después del final del Mundial de Rusia, la actividad oficial de los grandes equipos europeos comenzó este sábado con la Supercopa de Francia. ¿En París? ¿En Lyon? ¿En Marsella? No, en el Estadio de Shenzhen, en China. Allí, París Saint-Germain, con dos goles y un gran aporte de Angel Di María, renovó su costumbre de conseguir títulos locales: derrotó 4 a 0 a Mónaco y obtuvo este certamen por sexta vez consecutiva y por octava en su historia (alcanzó a Lyon como el más ganador del torneo).
Los dos equipos, todavía en tiempos de puesta a punto, no presentaron a todas sus figuras pese a que lo que estaba en juego era un título oficial. En el elenco parisino no estuvieron Kylian Mbappé ni Edinson Cavani, mientras que en el conjunto monegasco faltó Radamel Falcao García. Apenas 20 minutos duró la paridad en el desarrollo del juego. En ese primer tramo, el conjunto de Leonardo Jardim plantó cara y hasta tuvo una buena chance de romper el cero, pero Thiago Silva alcanzó a salvar ante un remate de Youri Tielemans.
Sin embargo, después de ese arranque incómodo, el equipo que ahora dirige el alemán Thomas Tuchel (reemplazó a Unai Emery) puso las cosas en su lugar y dejó en claro que no tiene competencia seria entre los conjuntos que disputan la liga francesa. En esta demostración de superioridad fue muy importante Di María. El rosarino abrió el camino de la victoria a los 33 minutos con un gran tiro libre que hizo estéril el vuelo del arquero Diego Benaglio. Seis minutos más tarde estiró la ventaja el joven Christopher Nkunku (20 años), tras un desborde a toda marcha de otro pibe, Stanley N’Soki (19).
Si alguien esperaba una remontada heroica de Mónaco, se habrá quedado con el deseo incumplido. Porque PSG no le dio opciones, por lo que el inoxidable Gianluigi Buffon -quien debutó oficialmente en el arco parisino- tuvo una jornada sin sobresaltos, y cuando pisó el acelerador armó un descalabro en la defensa rival. El tercero llegó a los 22 minutos con otra furiosa trepada del incontenible N’Soki, que esta vez definió el centennial Timothy Weah (18 años, nacido el 22 de febrero de 2000), hijo del legendario liberiano George Weah, ganador del Balón de Oro en 1995 y actualmente presidente de su país. Con el partido definido, Neymar volvió a vestir la camiseta azul después de cinco meses. El