Buenas noticias y algunas dudas en el regreso de la Copa Libertadores
Argentinos. Todos, con resultados favorables, incluso el empate en el Cilindro. Lo que viene es más difícil.
Los octavos de la Copa Libertadores ya les dieron noticias a los equipos argentinos en los partidos de ida, a excepción de Independiente que jugará su partido con el Santos brasileño el 21 próximo 21. Y fueran buenas noticias para todos. Porque no hubo derrotas. Racing y River terminaron empatando en Avellaneda. Boca y Atlético Tucumán sacaron buena ventajas con sus victorias locales ante Libertad de Paraguay y Atlético Nacional de Medellín. Porque 2-0 es un número aceptable según las “modernas” interpretaciones de la competición. Un gol de visitantes obligarían a los rivales a marcar cuatro. El triunfo del juvenil Estudiantes (2-1) frente a Gremio tiene el precio de ese gol recibido en cancha de Quilmes que aprieta sus posibilidades en Porto Alegre. Pero vale más el éxito conseguido diría Perogrullo. Todo bien, entonces. La polémica encendida tiene que ver con el empate en el Cilindro racinguista. ¿Quién quedó mejor parado para la revancha del jueves 29? No importe que para entonces haya corrido el agua de tres partidos de la Superliga que pueden cambiar los condicionamientos.
River jugó medio partido con un jugador menos por la expulsión de Ponzio (un error de ingenuidad para un jugador de su experiencia al provocar una segunda amarilla sobre el final de la etapa por un cruce peligroso) y con el aguante defensivo de la segunda parte se aseguró el cero en su arco que lo deja “mejor perfilado”, según Marcelo Gallardo, para el partido del Monumental. En realidad pareció que Racing se ocupó más de no recibir el fatídico gol en en contra que en buscar el propio para ganarle el encuentro a un adeversario disminuido numéricamente. Pero es cierto que un tanto de visitante obligaría a River a marcar dos,por lo menos. Matemática pura.
El fútbol-juego, casi ausente en la ida quedó sometido por estos rigores aritméticos. Cuando estuvieron todos, River se insinuó mejor. Después, el Chacho Coudet hizo debutar a Pol Fernández quien no había completado dos entre- namientos. Es cierto que fue -quizásun error de la Conmebol hacer jugar estos partidos importantes cuando los equipos (argentinos, por lo pronto) no empezaron todavía con la Superliga y llegaron con muy poco rodaje. Ahora River debutará en el torneo doméstico con Huracán en Patricios y Racing visitará a Atlético (el otro copero) en Tucumán, el lunes.
El caso de Boca es diferente. Y va más allá del debut ante Telleres en la Bombonera. Tiene abundancia de jugadores en su plantel, especialmente con protagonistas desde el medio de la cancha hacia adelante. Y aunque parezca una paradoja esto le suma obligaciones a los mellizos Schelotto. Porque para conformar a muchos tienen la necesidad de rotar. Y eso pude resentir el funcionamiento regular del equipo.
Carlos Izquierdoz, reciente incorporación (aun suspendido en la Copa) debutará reemplazando a Paolo Goltz. Carlitos Tevez tiene portación de apellido y habrá que darle lugar alguna vez. ¿Pero dónde? Su sustituto natural, Mauro Zárate, de buena presentación, no pude salir. Edwin Cardona fue el mejor ante Libertad y Wanchope cumplió con su cuota de gol permanente. Se sabe que el Apache ya no es “9” de área. Y Zárate, tampoco. Se dice que alternarían, algo que debe probarse mucho, resignando a Wanchope.
Mientras, espera Nández (de buen Mundial para Uruguay). También Reynoso, llegado de Talleres como fuerte apuesta. Y el colombiano Villa, quién sorprendió a todos con sus excelentes desempeños en la preparación. Sabe Guillermo que su idea de “atacar siempre” tropieza con el desequilibrio. Que podría corregir con Nández. Pero tiene que sacar a uno y cambiar el planteo. El desafío es acertar. Y que el rollo alcance para la Libertadores, para la Superliga y para la Copa Argentina. Boca tiene nutrido plantel. Siempre es mejor navegar en la abundancia. Pero...
A veces parece haber más esfuerzo en evitar el gol del visitante, que en buscar el triunfo.