Clarín - Deportivo

El puntero de las 46 fechas encontró la mejor noticia donde más dudas tenía

Boca se hizo fuerte siempre por su ataque. Con Talleres lo positivo fueron el arquero y la defensa.

- Matías Bustos MIlla mbmilla@clarin.com

Barros Schelotto impregnó en Boca un ADN ofensivo. Su equipo es el más goleador de los últimos dos años del fútbol argentino, ese que lidera desde diciembre de 2016. Suele aparecer el gol como la esencia principal para describir los rasgos de este puntero eterno. Pero el arco, ese gran signo de preguntas que se instaló desde algunos errores de Rossi, era el tema a arreglar en este reinicio. Y al menos por ahora, Esteban Andrada lo solucionó.

El arquero tuvo otro partido en el que apareció cuando se lo necesitó. Con Libertad, para poner la uña de su dedo anular derecho para evitar un gol sobre la hora. Ante Talleres, para sacar a puro reflejo una pelota que desviada en la mano-penal de Pablo Pérez. “Quiero darle seguridad a mis compañeros. Es lo que dije cuando llegué y después del primer partido sumé mucha confianza”, fueron las palabras del mendocino de 27 años que tiene diez entrenamie­ntos en el club, dos partidos y cero goles recibidos.

Los aplausos que se llevó de la Bombonera no solo fueron por esa atajada. Los últimos dos centros que descolgó, aunque parezcan menos, terminaron por llenar otro casillero que la gente de Boca estaba esperando de su arquero. Y algo más: Andrada jugó con los pies mucho mejor de lo que se había visto de Rossi.

Las manos de Andrada, esas que buscó el Barcelona cuando apenas tenía 17 años y atajaba en la Reserva de Lanús, ahora tendrán enfrente a Messi y compañía. “Será un partido muy lindo y nos genera ilusión; es algo que no imaginaba vivir tan rápido”, repasó el arquero. El DT resaltó su tarea: “Todos los partidos son buenos para cada uno de los integrante­s. Andrada tapó lo que tenía que tapar, lo descoloca un rebote pero lo tapa bien y yo tengo la suerte de conocerlo; sé lo que me puede dar”.

El flojo partido de Boca en la generación de juego y en su faceta ofensiva llevaron a Guillermo a destacar lo que hizo en la última línea. Incluso Mauro Zárate tuvo asignada una tarea clave: anular la salida de Guiñazú. Eso lo hizo desentende­rse de su mejor versión. “Creo que cumplimos con lo planificad­o en la parte defensiva. Controlamo­s bien, marcamos a Guiñazú y no sufrimos situacione­s de gol del rival más allá de los remates de afuera del área. Nunca nos agarraron mal parados y me quedo con eso”, contó el Mellizo.

En ese rol defensivo, la tarea de Izquierdoz en su debut fue muy buena. El ex Santos Laguna fue uno de los pocos puntos altos y se consolidó en un lugar en el que competirá con Goltz y Magallán. “Es clave que no nos conviertan para darle solidez al equipo y que sientan confianza en lo defensivo para después proponer adelante; siempre estuvimos bien parados y ordenados, creo que Barrios y Nandez dan una mano grande en esa tarea”, contó Izquierdoz.

Pero los Mundialist­as (fueron homenajead­os por el capitán Pablo Pérez antes del partido) es un tema que en Boca se vive con incertiumb­re. Los jugadores de las cláusulas más altas son los que más bajo nivel demostraro­n en el reinicio de la competenci­a oficial. ¿Los afectó tener poco descanso después de Rusia 2018?

En Pavón y Barrios, titulares inamovible­s, Boca se sostuvo en buena parte del semestre anterior. Los goles, el desequilib­rio y la ayuda defensivad­e Kichán fueron las armas más peligrosas del equipo de Guillermo en el año. Con Libertad y Talleres, salvo por el gol desde una jugada aislada, eso se vio poco y nada en el Siete Bravo. ¿Será cuestión de volver a tener ritmo o el cambio de sistema genera una merma en su rendimient­o?

A Barrios se lo observó mucho más fastidioso. Gesticuló como pocas veces y su falta de timing en la marca se notó en la cantidad de infraccion­es que cometió Casi siempre recurrió a un corte para frenar un ataque, cuando la virtud que lo llevó a posicionar­se entre los más requeridos del plantel fue su habilidad para el quite. Impreciso, también arriesgó de más y en la jugada que tapó Andrada, la pelota quedó servida para Talleres por un muy mal despeje suyo de cabeza. Nandez volvió a ser titular y si bien levantó en el segundo tiempo, su rol no está claro. Interviene poco en el ataque y en la recuperaci­ón quedó a destiempo. Al cabo, el debut del bicampeón dejó un mejor sabor desde el trabajo defensivo y nada desde su producción en ataque, el fuerte que siempre lo llevó a justificar sus triunfos. Las 46 fechas en la cima del fútbol argentino se explican desde muchos puntos altos. Ante Talleres, desde su defensa y poco más.

 ?? MAXI FAILLA ?? El goleador. Pavón no gritó su gol por el pasado en Talleres.
MAXI FAILLA El goleador. Pavón no gritó su gol por el pasado en Talleres.
 ?? MAXI FAILLA ?? El mejor. Así voló Andrada luego del tiro de Ramírez.
MAXI FAILLA El mejor. Así voló Andrada luego del tiro de Ramírez.
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