Los Masters 1000 no tienen secretos para el gran Djokovic
Es el único tenista del circuito que ganó los 9 torneos de ese tipo. El serbio ya está sexto y sueña con el US Open.
Novak Djokovic lo hizo. Sumó un nuevo hito a su impresionante carrera y logró lo que ningún tenista había logrado hasta ayer. Porque al superar por 6-4 y 6-4 a Roger Federer en la final de Cincinnati, conquistó el único Masters 1000 que le faltaba y se transformó en el primer jugador en la historia en gritar campeón en los nueve torneos de esa categoría que forman parte del circuito.
De paso ratificó, tras varios tropezones en los primeros meses de 2018 -con una operación en el codo derecho a principios de febrero incluiday un festejo en Wimbledon que lo llenó de confianza, que está definitivamente de vuelta en su mejor nivel y en condiciones para pelear otra vez
por los primeros puestos del ranking y por los certámenes más importantes. Justo cuando el último Grand Slam de la temporada está a la vuelta de la esquina.
Y como para hacer más dulce el festejo, gracias a los 1.000 puntos que se llevó de Cincinnati trepará al sexto lugar del ranking (estaba décimo el lunes pasado) y quedará a un paso -y sólo 170 unidades- del top 5. Un escenario más que prometedor de cara a Flushing Meadows, adonde no jugó el año pasado y no defiende puntos.
El serbio, que sumó su 70ª corona, estuvo implacable en la final -la quinta para él en el torneo- ante un Federer más errático que de costumbre, que, sorprendentemente, no tuvo la misma efectividad de siempre con su drive y su servicio.
Djokovic -que sumó su 31° trofeo en esta categoría- supo aprovechar esas pequeñas ventajas que le dio su adversario. En el primer set, implacable con el saque, lastimó en el momento justo. Consiguió un quiebre en el séptimo juego para adelantarse 4-3 y luego mantuvo la ventaja sin problemas.
Había perdido acá cinco finales así que es una gran alegría tener este trofeo. Es un momento muy especial estar acá como campeón por primera vez”.
Pasé tiempos difíciles con las lesiones y la cirugía a principios de este año. Fue un paseo en montaña en rusa. Por eso parece un poco irreal estar de vuelta en este nivel”.
En el segundo, más parejo, el suizo -que se había impuesto en las tres finales que habían disputado previamente en el certamen, en 2009, 2012 y 2015- se adelantó 2-0, pero no pudo aguantar la reacción del serbio. Djokovic recuperó el break inmediatamente, sumó uno más en el séptimo juego y terminó celebrando una victoria que lo metió en la historia.
Es que, aunque sorprenda, ni Federer ni Rafael Nadal -dos de los más grandes de todos los tiempos- completaron el álbum de figuritas de los trofeos que siguen en importancia a los Grand Slams. Al suizo le falta Montecarlo -ese en el que el mallorquín es amo y señor con 11 festejosy Roma. Y al español le quedan por conquistar Miami, Shanghai y París.
Más allá de esas “cuentas pendientes”, ellos dos pueden jactarse de ser dueños de varios records. Roger es el máximo campeón de Grand Slams (20), mientras que Rafa es el rey de los Masters 1000 (con 33).
Pero Nole -sólo Nole- puede decir que es el primero en gritar campeón en absolutamente todos los trofeos de ambas categorías.