Del Potro es la última ilusión argentina en Nueva York
Juega hoy con el croata Coric. Schwartzman fue eliminado.
En la cabeza de Juan Martín Del Potro, tercer preclasificado, no hay nada más que un nombre: Borna Coric (20°). Joven y peligroso como todo tenista prometedor al que se enfrenta por primera vez y al que, más allá del estudio previo, no se le conocen los golpes y las mañas in situ, el croata que enfrentará al tandilense hoy a partir de -aproximadamente- las 21 (22 de Argentina) es el único y gran objetivo para el tercero del ranking. Sin embargo, por fuera del círculo delpotrista vale echar una mirada a lo que le puede deparar el cuadro de Flushing Meadows (25.282.400 dólares; cemento).
A juzgar por su ranking y por su preclasificación, Del Potro no tendría demasiadas razones para preocuparse o para temer. Los números cuentan que es el mejor del planeta luego de esos extraterrestres llamados Rafael Nadal y Roger Federer e incluso contra ellos -tal vez como ningún otro tenista del circuito- se anima a jugar de igual a igual. Y ellos lo saben y lo respetan; y prefieren nunca cruzárselo.
La progresión de resultados ya le dio una mano a Del Potro con la eliminación de Andy Murray, que aunque esté todavía volviendo al circuito y ande perdido por el top 400, no deja de ser uno de los mayores talentos de la época. Eso lo puso cara a cara con Fernando Verdasco, a quien pudo despachar en tres sets pese a la buena resistencia que opuso el español.
Coric, por su parte, llegó donde podría haber estado la sensación del circuito en las últimas semanas: Stefanos Tsitsipas. No había muchas dife- rencias entre ambos. Coric tenía a su favor algo más de experiencia (22 años contra 20 y tres temporadas más entre los profesionales) pero el griego traía consigo el momentum con semifinales en Washington y final en Toronto. ¿Qué podría encontrarse más adelante el campeón de Flushing Meadows 2009? En lo inmediato, el cruce directo le depara rivales de gran similitud: John Isner y Milos Raonic, dos de los grandotes con mayor poder de fuego en el saque que pueden encontrarse en la actualidad. Se trata de dos jugadores que se encuentran entre los cuatro con el mejor porcentaje de games ganados con su servicio. Y los choques entre sí son un cruce de planetas: nueve de los 13 sets que disputado se resolvieron en tie breaks.
Ante ambos. Del Potro tiene un record positivo: 3-2 sobre el canadiense, con dos triunfos este año y ambos sobre cemento; y 7-4 contra el estadounidense con una victoria por lado en la temporada.
Superar cualquiera de esos escollos implicaría llegar a las semifinales, instancia que le permitiría a Del Potro conservar los puntos que logró el año pasado al quedar entre los mejores cuatro y sostener la luz de ventaja sobre Alexander Zverev en el ranking aprovechando la eliminación del alemán en la tercera ronda (ver Schwartzman...).
Y el que asoma ahí no es otro que Rafael Nadal. En esa parte de la llave, talvez de forma sorprendente porque siempre hay-valga la redundancia- sorpresas en los grandes torneos, todo se fue dando de la forma esperada. Tres de los cuatro involucrados son los mejor preclasificados: Nadal (primero), que enfrentará a Nikoloz Basilashvili, Kevin Anderson (quinto) y Dominic Thiem (noveno). El único que falta en el lugar que ocupa el georgiano sería Jack Sock (18°), eliminado precisamente por quien será el rival del español.
Una semifinal ante el manacorí caería ya en lo que, a ese nivel, podría ser una moneda lanzada al aire en la que sería tan normal ganar como perder. Y eso, ante una de las leyendas vivas del tenis, ya es mucho decir.
En el otro extremo del cuadro,asoma un Roger Federer que encarará lo que se le viene sin Zverev, Schwartzman, Fognini, Pouille y Chung y en un nivel habitual (no perdió un set en la primera semana). Sin embargo, si hay alguien que sabe cómo vencerlo es De Potro...