Talleres tuvo varios motivos para festejar una buena victoria

Era un día especial en Córdoba. Lo sabían los hinchas de Talleres, que llegaron ilusionados al Mario Alberto Kempes tras el triunfo sobre Gimnasia en La Plata. Aunque enfrente estaba Godoy Cruz y su racha de 13 partidos sin perder, el equipo cordobés tenía un jugador número 12: Daniel Willington, el ídolo de la T, festejó su cumpleaños número 76 con una victoria enorme, más allá de que en el marcador solo fue por 1 a 0.

Cuando a los 37 minutos del segundo tiempo apareció Junior Arias por el centro del área para definir con el pie izquierdo bien abierto, su menos hábil, tras el centro de Maroni desde la izquierda, Talleres respiró. Había sacado adelante un partido complicado ante un equipo que cometió el error de darle la pelota.

Godoy Cruz, salvo la chance que el

Morro García tuvo a los 4 minutos - un cabezazo que entre el arquero Herrera y el palo evitaron que fuera gol, no inquietó al conjunto de Vojvoda,

cuyo defecto más grande fue no tener gol. Se trata de un pecado que no es nuevo: tiene apenas 22 goles en los últimos 20 encuentros.

Pese a eso, Talleres justificó ampliamente el triunfo con juego; fue su mejor partido en esta Superliga. Además, tuvo un apoyo extra en la tribuna: los hinchas locales le hicieron sentir su peso al

Morro García y no olvidaron el gol que el uruguayo convirtió hace un año; menos aún del festejo, tapándose un ojo como un pirata. Por eso, ante esa identificación de García con Belgrano, silbaron cada pelota que le cayó al delantero insignia de Godoy Cruz, que dentro de la cancha -además- perdió la pelea con el peruano Miguel Araujo.

Aunque Godoy Cruz se acordó de atacar cuando hizo el gol Talleres, la victoria se quedó en Córdoba. Una victoria que invita a soñar con una T protagonista.