Tarde negra del árbitro y sus asistentes para que Estudiantes estalle de bronca
Además, el juez expulsó sin razón a Figal en la etapa final. Quejas en ambos vestuarios sobre la tarea arbitral.
Ariel Penel no tuvo una buena tarde de domingo en la cancha de Quilmes. Para nada. Fueron varios los errores que incidieron en el resultado durante todo el partido que terminó igualado 2 a 2 entre Estudiantes e Independiente. Uno estuvo exclusivamente a cargo suyo y otros fueron por fallas de sus jueces asistentes, que lejos estuvieron de darle una mano.
La errónea determinación del árbitro principal se dio a las 26 minutos de la segunda parte, justo cuando el Rojo ya había remontado el resultado adverso de 0-2 que se le había presentado en el inicio y estaba haciendo méritos para darlo vuelta. Francisco Silva cruzó feo con el brazo a Matías Pellegrini y se armó un revuelo entre varios futbolistas. Nicolás Figal estaba al lado de la jugada, pero no intervino.
Penel miró todo y luego decidió, increíblemente, mostrarle la segunda amarilla al defensor del conjunto visitante, que ya había sido mal amonestado por una infracción sobre Mariano Andújar que no ameritaba tal castigo. “Fue inexplicable”, expresó Ariel Holan sobre lo que hizo Penel.
¿Equivocó el juez del encuentro al expulsado? No, porque al chileno Silva le mostró la amarilla por esa ac- ción (también a Fernando Zuqui), que debió ser roja. Es decir que sí vio lo que pasó, pero actuó equivocadamente. “Quiero saber por qué me expulsó”, bramó Figal.
Ese no fue el único error de la tarde. Antes, en el descuento del Diablo, Braian Romero estaba en posición adelantada no percibida por el asistente 2, Facundo Rodríguez. Ese gol, que significó un envión importante para la visita, debió anularse.
Para colmo, en uno de los últimos ataques de Estudiantes, el árbitro invalidó una jugada que terminó con la pelota dentro del arco de Martín Campaña por un off side inexistente
de Francisco Apaolaza. Hubiera sido el 3 a 2 a favor del conjunto platense, pero otra vez una mala decisión de uno de sus asistentes, esta vez de Yamil Bonfá, lo perjudicó.
“Es una jugada fina... Qué se le va a hacer”, se resignó Apaolaza, el autor de ese tanto anulado que le hubiese dado los tres puntos a su equipo. Su compañero Zuqui sí se mostró más molesto por ambas jugadas: “Son detalles que nos hubiesen hecho ganar el partido”, dijo.
¿Cómo lo tomó Leandro Benítez? “Son detalles que a veces están a favor nuestro y a veces no. Duele y nos da bronca porque teníamos el partido controlado”, contestó el técnico de Estudiantes.