El Barça hizo ocho y en tres fechas la Liga ya parece ser cosa de dos
Sólo Barcelona y Real Madrid tienen puntaje ideal. Dobletes de Messi y de Suárez para el 8-2 al Huesca de Leo Franco.
Lionel Messi se convirtió en el argentino que más goles convirtió en cualquier torneo de Primera División. Con su doblete al Huesca llegó a 387 y dejó atrás Carlos Bianchi, que tiene dos menos. Dio un recital porque además de haber llegado dos veces a la red, dirigió a una orquesta afinada ante un rival muy inferior, pero que no se entregó nunca, ni cuando el marcador iba creciendo sin dar señales de detenerse. El 8-2 mantuvo al Barcelona en la punta junto a Real Madrid, pero con ventaja por diferencia de gol. El Celta del Turco Mohamed es tercero con 7 y después hay 12 equipos con 4 puntos. En tres fechas, la Liga ratifica que es asunto para dos: Madrid y Barça.
A los 3, Huesca sorprendió con el gol de Fernández. A los 16 ya empató Messi (golazo), después llegó el gol en contra de Pulido, uno de Suárez y descuento de Gallar antes del descanso. Dembelé, Rakitic, Messi, Alba y Suárez, de penal, cerraron el festival. “El VAR le quita adrenalina al gol”, dijo Suárez, en una mirada novedosa. Es que Barcelona demoró los festejos del segundo y del tercero, sometidos al escrutinio del sistema.
Suárez cerró la cuenta en el minuto 90. De penal. Messi resignó su hattrick dejándole la ejecución a su amigo uruguayo.
“Le agradezco al equipo la valentía de jugar como lo hizo. Si cambiábamos, nos hubiéramos traicionado” dijo Leo Franco, el técnico argentino del Huesca. Reconoció la superioridad del rival cuando dijo “ya cansa elogiar al Barcelona” y afirmó que “vamos madurando hacia el camino correcto”. Alex Werner, ex Boca, fue el arquero que sufrió los ocho goles. Fue titular Damián Musto y en el segundo tiempo entró Ezequiel Chimy Avila, el otro argentino del equipo que jugó su tercer partido en Primera.
Si en Camp Nou hubo festival azulgrana, en el Villamarín hubo fiesta y locura del Betis, que se quedó con el clásico andaluz ganándole 1-0 a Sevilla. No podía ser mejor: gol de Joaquín, el ídolo bético, cuando sólo quedaban nueve minutos de juego. Mercado (lesionado), Banega y Vázquez fueron titulares en Sevilla.
Hubo otro clásico, esta vez empatado. Levante y Valencia terminaron 2-2. Doblete de Marti para el local; Cherysev y Dani Parejo, de penal, marcaron para Valencia. Por último, Alavés le ganó 2-1 a Espanyol. Baptistao, de penal, puso en ventaja a los catalanes (Pablo Piatti jugó los últimos cinco minutos) y Alavés lo dio vuelta con goles de Baston y Sobrino.