Clarín - Deportivo

Chapur demostró que se puede ser ovacionado aun sin llegar primero

El piloto de Citroën fue aclamado por el público durante ambas carreras, por su estilo y su buen manejo.

- Roberto Berasategu­i Especial para Clarín

No sólo los resultados son los que ubican a los protagonis­tas en determinad­os sitios. Es más, muchos fueron los que se metieron en el reconocimi­ento popular sin siquiera obtener logros significat­ivos. Sin dudas, Facundo Chapur fue el gran protagonis­ta del fin de semana único que vivió el Súper TC 2000 en su exitoso paso por las calles de Santa Fe, aunque no lograra victoria alguna en ambas competenci­as.

No fueron los resultados los que precisamen­te acompañaro­n al piloto del equipo Citroën Total Racing. Al contrario. El sábado por la noche sintió la desazón de golpearse duramente con su C4 Lounge en los muretes y abandonar la primera de las carreras callejeras cuando lideraba el pelotón.

Pero Chapur, pese a la deserción, había demostrado su ímpetu, su clase, su talento, al avanzar desde la tercera fila y superar a los dos Renault candidatos al título (el del campeón Facundo Ardusso y el de Leonel Pernía), al Toyota de Matías Rossi e inclusive al gran candidato: el puntero, Agustín Canapino (Chevrolet).

Sin embargo en una maniobra arriesgada, ajustada, donde padeció un toque innecesari­o de Canapino, Chapur saltó a la punta, pero allí se averió su vehículo.

“Hasta ese momento les hacía más de un segundo por vuelta a todos. Tras ese toque, sentí que hasta los espejitos vibraban. Finalmente se rompió y me pegué”, le comentó Chapur a Clarín.

Entre esas rispideces, el piloto de Citroën quedó con una relación tirante con el propio Canapino: “Se puede equivocar como cualquiera, pero no me vino a decir nada”, recriminó el cordobés.

Al bajarse del auto, Chapur, decepciona­do, inmediatam­ente sintió la ovación del público. Justo descendió en una zona que está encajonada por cuatro tribunas, que estaban repletas, y allí retumbó el griterío, que aclamaba al piloto de Citroën.

Chapur levantó las manos, saludó y agradeció y hasta se emocionó por esa espontánea aclamación. “Estaba destruido y al sacarme el casco sentí algo inédito. Jamás me conmovió tanto el público”, confesó Chapur.

Pero también hubo un diálogo tenso con Rossi, al que no le gustó la maniobra del cordobés en la carrera de ayer. “Me pegó cuando no tenía el auto puesto. Fue innecesari­o. Yo me guardé pensando en el campeonato”, comentó el piloto de Toyota, quien después de ver las imágenes reconoció que la maniobra fue lícita.

En cuanto a los números, Canapino, pese al sabor agridulce del abandono (podría haber ganado las dos carreras sin oposición), se mantiene adelante en el campeonato. Con un dato que para los pilotos, tan amigos de las cábalas y de las estadístic­as, es muy valioso. Desde 2012, quien se fue de Santa Fe como líder del certamen, a la postre fue campeón.

Y Leonel Pernía, vencedor en la noche santafesin­a y cuarto ayer, recibió un espaldaraz­o importante pro parte de su equipo. Bajo la luz artificial de las avenidas Alem y 27 de Febrero, sufría los embates de su compañero Ardusso, hasta que desde el box se escuchó la voz de Miguel Ángel Guerra, director deportivo, para que mantuviera­n las posiciones, ante el riesgo de roces que podrían perjudicar­los.

Pasó la gran fecha del año para el Súper TC 2000. Y la multitud acompañó como siempre una propuesta diferencia­dora, atractiva y única.

 ?? PRENSA STC 2000 ?? El podio. Matías Rossi, Agustín Canapino y Facundo Chapu, ante una multitud en Santa Fe.
PRENSA STC 2000 El podio. Matías Rossi, Agustín Canapino y Facundo Chapu, ante una multitud en Santa Fe.

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