La esgrima argentina dio un salto pero necesita que no le suelten la mano
Hubo 11 medallas en los Juegos Sudamericanos y los seis equipos se clasificaron para los Panamericanos de 2019.
Tres medallas de oro (María Belén Pérez Maurice en sable, Isabel di Tella en espada y el equipo masculino de sable), cuatro de plata y otras tantas de bronce en los Juegos Sudamericanos de Cochabamba. Un oro (Jesús Lugones en espada), una plata y tres bronces y los seis equipos clasificados para Lima 2019 en el Campeona- to Panamericano de La Habana. La esgrima argentina cerró una excelente temporada con resultados extraordinarios a nivel continental y vive un renacimiento histórico al que no es difícil encontrarle una explicación.
Algunos de los integrantes del seleccionado nacional coincidieron en la charla con Clarín que hay dos factores que llevaron al gran momento: el aporte del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) y una generación muy talentosa de esgrimistas con ganas de entrenar.
“Tenemos varios representantes a nivel mundial que consistentemente se meten dentro de la elite en los torneos. Es muy lindo estar compitiendo al mismo nivel que los mejores países”, reflexionó Pascual di Tella, oro en sable por equipos y plata en individuales en Cochabamba.
El gran presente comenzó a gestarse hace mucho y en 2017 había dado un par de resultados destacados. En el Mundial de Leipzig, Jesús Lugones consiguió el sexto lugar en espada y Di Tella finalizó 16° en sable.
Y aunque este año en el Mundial de Wixu no hubo actuaciones tan destacadas -en individual ninguno de los argentinos superó la tabla de 64 y en equipos lo mejor fueron los 20° puestos de los tríos masculinos de sable y espada-, la rica cosecha en los más importantes torneos continentales ratificó que la evolución sigue. Y todo comenzó con el ENARD.
“El nuestro es un deporte que lleva mucho tiempo y mucha inversión porque para poder estar a nivel mundial tenés que estar presente en los torneos y hacer todo el circuito. Desde que recibimos el apoyo del ENARD podemos viajar a las competencias y ahora están apareciendo los frutos”, analizó Pérez Maurice, campeona en sable y plata por equipos en Cochabamba y bronce por equipos en La Habana.
Lugones amplió la idea. “La formación del ENARD en 2010 marcó un antes y un después, sobre todo con los viajes. Desde 2010 empezamos a viajar más, inclusive los juveniles. Yo soy de esa camada de juveniles que tuvo sus primeras experiencias internacionales después de ese año y que hoy forma parte del seleccionado mayor”, explicó el campeón panamericano en espada y ganador de una plata en Cochabamba y un bronce en La Habana por equipos.
La posibilidad de viajar suma en muchos aspectos. “Cuando vas a competir a Copas del Mundo mejorás por ese roce internaconal, pero también vas desmitificando a los rivales más poderosos. Ves a una campeona olímpica llorar porque las cosas no le salen y te das cuenta de que no son super humanos. Y así llegás a competir desde otro lugar. Además la esgrima es un deporte de apreciación. Que te vean que vas a competir todas las semanas te puede jugar a favor cuando se dan esos momentos de duda en un fallo”, contó Lucas Saucedo, maestro de Pérez Maurice y entrenador de los equipos de sable.
Di Tella lo confirmó: con un “la gente empieza a ver una cara conocida y sabe que no sos una persona que nunca tiró en su vida. Y te tiran con más respeto. Eso es lindo”.
Después de un 2018 excelente, los esgrimistas argentinos comenzarán el año próximo el camino directo hacia Tokio 2020. Además de Lima 2019 que no entregará puntos para el ranking olímpico, los grandes objetivos serán el Campeonato Panamericano, con sede aún por definir, y el Mundial de Budapest. Pero hay algo que les genera preocupación.
“Esperemos que ahora que cambió la forma de financiación del ENARD el apoyo se mantenga así no perdemos lo que tenemos”, dijo Di Tella.
Saucedo analizó: “Hay algo que nos da mucha incertidumbre pensando en el 2019. Y entrenarse con esa incertidumbre no es bueno. Esta camada puede seguir sumando, pero para eso hay que seguir trabajando y necesitamos que el apoyo siga, no sólo en nuestro deporte”.