Del recuerdo emotivo de Angelini al susto por un accidente múltiple
Okulovich quedó en terapia intensiva, lúcido y compensado, tras chocar a Moriatis, quien le dio al paredón.
El arranque de la Copa de Oro del Turismo Carretera tuvo todos los condimentos. La carrera de la 11ª fecha, en el autódromo de La Pedrera, resultó una montaña rusa de emociones, que fue desde el recuerdo de Juan Marcos Angelini al triunfo de Julián Santero, pasando por el impactante choque múltiple que asustó a todos pero que terminó siendo una de esas llamadas “desgracias con suerte”.
Después de las series y antes de la final, la grilla de partida fue una postal emocionante. Todos los autos y pilotos en la recta principal, con un vehículo encabezando la fila: el de Angelini, el piloto que encontró su fatal destino una semana atrás, cuando se accidentó con su avioneta cerca de la localidad de Carreras, Santa Fe, y falleció a los 31 años.
Hugo Mazzacane, presidente de la ACTC, estuvo al frente del homenaje, acompañado por la familia de Juan Marcos. Los pilotos rodearon a la Ballena Blanca, como se conocía al Dodge de Angelini, y se realizó un minuto de silencio y una suelta de globos.
Antes de la largada, Javier Conforti, el mecánico que acompañó gran parte de la trayectoria del piloto, hizo una suerte de giro despedida con el auto de Juan Marcos en el circuito internacional José Carlos Bassi. Al pasar por la tribuna 7, donde su ubican los hinchas de la marca, Bassi se detuvo y revolucionó el motor para
que los hinchas le dieran a Angelini un último gran aplauso simbólico para recordarlo por siempre.
Ya dentro de la pista, de la emoción se pasó al susto generalizado cuando se corría la vuelta 14 de la primera final y se produjo un choque que involucró a por lo menos seis vehículos, lo que generó la aparición de la bandera roja que detuvo la competencia y el traslado de dos pilotos en ambulancia.
Todo comenzó cuando el Ford de Emanuel Moriatis se descontroló y fue directo a golpear contra el paredón. Una fila de neumáticos que había en el lugar nada pudo hacer para evitar el duro impacto. Carlos Okulovich, con su Torino, se encontró con esa situación y atinó a poner el auto de costado para no dar de lleno con el lateral del vehículo de Moriatis, al que igualmente le pegó.
Ambos fueron retirados de la pista en ambulancia. El piloto de Lanús salió caminando, apenas con un golpe en un hombro, y los estudios determinaron que presentó una contusión cerebral con pérdida fugaz de conocimiento.
El misionero, por su parte, quedó en terapia intensiva en el Policlínico Juan Domingo Perón de Villa Mercedes, lúcido y compensado hemodinámicamente. Tuvo una concusión cerebral con pérdida mínima de conocimiento y una fractura en la hemipelvis izquierda, además de traumatismos varios. Se le hicieron tomografías del cráneo, la columna, el abdomen y la pelvis y quedó en observación al menos por 24 horas.
Jonatan Castellano, quien llegó con su Dodge en la cima de la Copa de Oro, logró bajar la velocidad, pero golpeó a Okulovich y debió abandonar. Lo mismo sucedió con Juan Tomás Catalán Magni (Dodge), quien le dio el último toque al auto de Moriatis y a quien luego se le diagnosticó un traumatismo en el tobillo izquierdo. Gastón Mazzacane (Chevrolet), al frenar, fue tocado de atrás por Juan Martín Trucco (Dodge) e hizo un trompo, pero logró continuar con su marcha.
Facundo Ardusso (Torino), Christian Ledesma (Chevrolet), Guillermo Ortelli (Chevrolet) y Lionel Ugalde (Ford), que venían atrás, pudieron esquivar a los autos golpeados y siguieron en carrera.