Hasta en eso empataron: Coudet y Guillermo, enojados con Herrera
Lisandro estaba offside casi imperceptible en los goles. Hubo falta pero no penal a Pavón. ¿Delfino lo amenazó?
Los técnicos tuvieron un partido de alto voltaje. A los gritos, con quejas constantes hacia el árbitro y en ambos casos con insultos que no suelen ser habituales. Pero en lo que hicieron sus equipos, ganó Guillermo Barros Schelotto. Es que el DT de Boca supo cambiar a tiempo y mejorar para llegar al empate. Lo de Eduardo Coudet, otra vez en un partido clave, quedó en revisión.
El final fue caliente en el Cilindro de Avellaneda. Con el 2-2 consumado, Guillermo salió disparado del banco de suplentes a encarar a los árbitros. Al línea 1, Gustavo Rossi, le recriminó que, según su visión, los goles de Racing fueron en offside. También le apuntó a Darío Herrera, el árbitro principal. “¿Qué tengo que hacer para que dirijan bien? ¿Qué tengo que hacer?”, apuntó el DT xeneize. “Dirigimos lo mejor posilbe”, fue la devolución. A lo que Guillermo, a los gritos, respondió: “No, no es lo mejor posible porque después a mí me echan...”. Y mientas caminaba hacia el túnel, el Mellizo se siguió quejando: “Es difícil... No nos cobraron un penal contra Independiente, tampoco contra River, hoy (por ayer) dos goles en offside... Así no se puede”. Guillermo, después, tras ducharse en el vestuario, bajó los decibeles. “Lo que dije en la cancha lo dejo ahí y está claro, tanto lo que pasó en este partido como en otros clásicos. Y de la actuación del árbitro no voy a hablar. No podemos cambiar lo que hizo”. Luego,
destacó a sus futbolistas: “Hace dos días estábamos en el avión y bajamos y jugamos un partido caliente y pudimos levantarlo. Hay que felicitar a los jugadores por el carácter y la actitud que tuvieron”, reconoció. Tenía razón el Mellizo, ya que Lisandro López estuvo un pasito adelante en ambos goles aunque también es cierto que fueron jugadas finas y a veces imperceptibles a la vista de los árbitros. Y en cuanto a la que reclamó penal, si bien Pavón cae dentro del área, Saravia lo tomó y lo soltó
afuera, por lo que era tiro libre. Coudet también tuvo un día de furia. Y, tal vez, terminó más exaltado que Guillermo, sobre todo por cómo se dio el partido. Sobre el final del encuentro, hizo gestos ampulosos para protestarle a Herrera por un córner y dio un par de saltos hasta meterse en el campo de juego. Fue expulsado. Tal vez, el Chacho descargó su bronca por ver cómo otro partido clave se le iba de las manos por malas decisiones suyas. Como que la situación lo superó, al margen de Herrera.
“Los que tienen que opinar del árbitro son ustedes (por los periodistas). No voy a juzgar su actuación”, afirmó en la conferencia de prensa. Aunque después cuestionó que no haya expulsado a Magallán (empujó a Pol Fernández): “La agresión sin pelota para mí es expulsión”. También, por la roja (por segunda amarilla) a Zaracho: “No creo que haya sido tan fuerte la infracción”. Y dejó picando la situación de Pavón para la polémica: “Me dijeron que Pavón estaba informado y si está informado, está expulsado”. El delantero le había protestado al cuarto árbitro, Germán Delfino, al final del primer tiempo.
Esa es en la única que se le puede dar la derecha al entrenador de Racing, dado que hay una imagen en la que se captó el momento en el que Delfino le dice a Pavón: “¡Vos no salís en el segundo tiempo!” ¿Habrá sido sólo una amenaza? La decisión final, de todos modos, tenía que ser del árbitro principal.
Las otras dos jugadas que protestó Coudet no le dan la razón. Zaracho fue bien expulsado, mientras que
Magallán estuvo correctamente amonestado ya que no hubo agresión a Pol Fernández. Sólo un empujón que le valió la amarilla. Eso sí, Herrera no midió con la misma vara las fuertes infracciones a Centurión. Nandez, en el banco, le gritaba “vendehumo” al 10 ante cada caída. En algo coincidieron Guillermo y
Chacho: desde el banco abrumaron a protestas al juez por cada infracción. La diferencia estuvo en los cambios. El DT de Boca tuvo mejor mano que el de Racing, quien esta vez no logró cerrar el partido.