Clarín - Deportivo

A River le costó más de lo pensado, pero lo pudo resolver con su conexión colombiana

Quintero hizo el primero y el tercero, pero participó también en el segundo, el de su compatriot­a Borré. El equipo chaqueño jugó sin inhibicion­es y, por momentos, hasta se ilusionó.

- Federico Brusoti mendoza@clarin.com

No para River. Sigue con su invicto histórico, con su racha de triunfos en la Copa Argentina, con el envión que lo transformó en un equipo intratable. Y ahí está en semifinale­s del torneo más federal del país, que no puede descuidar porque entrega un pase a la próxima Libertador­es, para la cual no está clasificad­o.

Nadie puede parar a River. Y era muy improbable que lo consiguier­a el bravo Sarmiento de Resistenci­a, que en Mendoza le planteó un partido igual a igual, pese a la diferencia de categoría y jerarquía. El equipo chaqueño tuvo contra las cuerdas al coloso de la banda y lo complicó, principalm­ente en el segundo tiempo. Pero no le alcanzó.

No hay fórmula para frenar a Juan Fernando Quintero cuando está iluminado. El colombiano, que fue clave en el Monumental para eliminar a Independie­nte y avanzar a semifinale­s de la Copa Libertador­es, marcó la gran diferencia ante un rival del Federal A. Se inspiró y marcó un gol maradonian­o que abrió el partido. Y lo liquidó cuando Marcelo Gallardo comenzaba a preocupars­e por un desarrollo inesperada­mente parejo.

El entrenador era, tal vez, el más consciente en el mundo River de la importanci­a de este cruce. La resaca de la clasificac­ión a semis de la Libertador­es podía jugarle en contra ante un rival que había dado más de un batacazo en esta Copa Argentina. Por eso puso en la cancha lo mejor que tenía a disposició­n (los lesionados Pity Martínez, Enzo Pérez y Exequiel Palacios no viajaron a Mendoza), intentando evitar la relajación.

Lo consiguió a medias. Porque le costó el comienzo, cuando Leonardo Ponzio se equivocaba demasiado seguido en los pases, los centrales no mostraban firmeza y los delanteros aparecían aislados. Sarmiento corría y metía en cada centímetro del campo y tuvo la primera ocasión de peligro con Luis Silba, que después de un gran sombrero a Camilo Mayada pifió increíblem­ente frente a Franco Armani.

Hasta ese momento Quintero, ubicado por la derecha, sólo había mostrado pinceladas de su talento con algunos pases punzantes. Hasta que a los 25 minutos del primer tiempo leyó un posible error de Ronald Huth, cortó un pase atrás y luego mostró toda su magia para enganchar, dejar desparrama­dos al arquero y a un defensor de Sarmiento para marcar un gol inolvidabl­e.

El colombiano siguió encendido y participó en el gol de su compatriot­a Rafael Santos Borré, que pareció liquidar la historia demasiado temprano. Eso no ocurrió porque cuando moría

el primer tiempo, la terna arbitral falló por duplicado: marcó un offside inexistent­e cuando Ignacio Scocco tenía el camino liberado para convertir el tercero y, en la jugada siguiente, Fernando Espinoza le dio un penal inexistent­e a Sarmiento. Silba no falló y le puso misterio al resultado.

River sufrió en el segundo tiempo porque se relajó y dejó agrandar a un rival que nunca se dio por vencido. Si bien no hizo falta ninguna atajada milagrosa de Armani, el partido ante Independie­nte del pasado martes comenzó a pasar factura y las caras de los hinchas y de Gallardo mostraban preocupaci­ón. Los cambios dieron más aire y el temor terminó de evaporarse con otro gol de Quintero tras asistencia de Rodrigo Mora (que había recibido adelantado tras un pase de Nicolás de la Cruz).

No quedó tiempo para nada más que para otro festejo grande de River, que extendió a 32 la racha de partidos oficiales sin derrotas, con 21 triunfos y 11 derrotas. Se trata de otro récord para Gallardo, que sigue rompiendo marcas en el club de Núñez y alimentand­o su leyenda. Son, además, 16 victorias al hilo en esta Copa Argentina de la que es bicampeón. Su próximo obstáculo será Central Córdoba o Gimnasia, pero esa será otra historia. Ahora River, instalado en semis de dos torneos, tendrá tiempo para pensar tranquilo en Gremio, el próximo gran desafío para un equipo que, por momentos, parece imbatible.

 ?? FOTORREPOR­TER ?? Socios de la felicidad. Juan Fernando Quintero recién terminó su obra del primer gol, a puro amague. Lo celebra junto al otro colombiano, Rafael Santos Borré, arrodillad­o.
FOTORREPOR­TER Socios de la felicidad. Juan Fernando Quintero recién terminó su obra del primer gol, a puro amague. Lo celebra junto al otro colombiano, Rafael Santos Borré, arrodillad­o.
 ?? FOTORREPOR­TER ?? Bronca. Valdez, DT de Sarmiento, protestó el 3-1 y roja.
FOTORREPOR­TER Bronca. Valdez, DT de Sarmiento, protestó el 3-1 y roja.
 ?? FOTORREPOR­TER ?? Joya. Quintero desorienta al arquero. Se viene el 1-0.
FOTORREPOR­TER Joya. Quintero desorienta al arquero. Se viene el 1-0.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina