Palmeiras, obstáculo ll
Boca, obsesionado y con la idea de jugar dos partidos perfectos
El primer choque será el miércoles 24 en la Bombonera. Los de Guillermo persiguen la Copa desde hace una década, su rival ganó todos los partidos fuera de San Pablo.
A Boca lo separan dos pasos de una nueva final de la Copa Libertadores, esa obsesión que persigue desde hace una década con furia, desencantos e ilusión. En semifinales habrá un viejo conocido: Palmeiras. Un rival que le trae sonrisas del pasado (lo venció en la final de la Copa del 2000 y en las semifinales de la conquista de 2001) pero que lo atormenta con el cachetazo que sufrió en la fase de grupos de esta edición: una derrota que dejó secuelas en la Bombonera.
Guillermo ya advirtió sobre lo que se viene. “Palmeiras es un rival muy complejo al que ya enfrentamos. Nos conocemos y eso es un punto a favor y en contra para ambos. Debemos
ser inteligentes y también certeros, precisos y eficaces porque es un
equipo que no te da ventajas”. El técnico deberá diseñar una estrategia distinta al ADN que le impregnó a su equipo. Guillermo se adaptó a lo que la Copa pide.
Para Gago, pese a que los equipos se enfrentaron en abril, también han cambiado. “Va a ser un partido distinto al de la fase de grupos, porque estamos en instancias decisivas de la Copa y todo se mide mucho más. Ellos han cambiado el DT (Luis Felipe Scolari reemplazó a Roger Machado) y les impregnó su sello. Son dos planteles de jerarquía internacional y va a imponerse el que menos se equivoque”. Lo cierto es que Boca mutó mucho más que Palmeiras en los apellidos: los paulistas mantienen la misma base titular y Boca, en cambio, modificó a su marcador central (Izquierdoz es titular), al lateral izquierdo (Olaza por Mas), Zárate juega por Tevez y Villa se ganó su lugar por sobre Cardona.
Hay historias detrás de este juego. Y la de Nandez con Felipe Melo se llevará la atención. Es que el uruguayo (jugando para Peñarol) y el brasileño se pelearon en 2017 y recibieron cinco fechas de suspensión cada uno.
“Lo que pasó con Felipe Melo quedó atrás, creo que van a ser partidos muy duros y con roce, pero debemos tener las virtudes que mostramos contra Cruzeiro en nuestra cancha y la actitud que tuvimos en Belo Horizonte”, adelantó Nandez. En el cuerpo técnico también saben que mantener la calma será decisivo: el VAR puede sacar de la cancha a quien se mueva por fuera del reglamento.
El único partido que perdió Boca en esta edición de la Copa fue ante Palmeiras (2 a 0 en un encuentro que marcó a Rossi por un error grave en el segundo gol de la visita). Hoy el arco es quizá el gran signo de interrogación. “Ese partido quedó atrás y la instancia es otra. Lo tomo con seriedad como cualquier partido. Creo que estamos preparados para jugar este tipo de encuentros y lo hemos demostrado”, marcó Rossi, a quien el DT respalda. Atrás espera Carlos Lampe, quien llegó por la lesión de Andrada.
El club paulista ganó todos los encuentros que jugó como visitante en esta edición. Marcó 12 goles y apenas le hicieron uno. Son estadísticas para temer pero también para replantearse el equipo titular. En la mente del Mellizo está en ser un equipo combativo y luchador. Si hay que resignar algo de juego, como en Belo Horizonte, se hará. “Mantener el arco en cero tiene que ser una prioridad para este tipo de partidos. Si logramos ser sólidos en la última línea vamos a poder progresar porque tenemos futbolistas que pueden desequilibrar en los últimos metros”, marcó Izquierdoz.
Definir afuera es algo a lo que el equipo se acostumbró en esta Copa y así será también si accede a la final. Y Pablo Pérez describió qué esperan de esta serie. “En nuestra cancha somos protagonistas y logramos imponer nuestro juego. De visitante hemos cambiado un poco para tratar de ser inteligentes. Pero esta vez hay que estar más atentos que nunca porque este rival ganó todos los partidos que jugó de visitante en la Copa y debemos mantener el orden”.
Boca piensa en Palmeiras, pese a que por la otra llave asome River. “Sería un error buscar más allá porque tenemos que estar enfocados en Palmeiras, que es un rival muy fuerte y que nos ganó en nuestra cancha. Hay que respetarlos y saber lo que nos estamos jugando”, fue el mensaje de Carlos Tevez, autor del gol agónico con el que Boca empató 1-1 en San Pablo en la fase de grupos.
“Queremos estar en la final y para eso tenemos que hacer dos partidos perfectos contra Palmeiras. Será una serie pareja y los cuatro equipos que estamos entre los mejores de América podemos ser campeones”. Guillermo lo explicó como nadie: “Así como nosotros pensamos que Palmeiras será muy difícil, ellos saben que enfrente está el bicampeón de Argentina y un club con mucha historia en la Copa”.