Clarín - Deportivo

En su ascenso al segundo puesto, Atlético dejó a Independie­nte lejos de todo

Los tucumanos se pusieron dos veces en ventaja y en ambas el Rojo logró empatar. Fueron clave la rápida expulsión de Hernández y el penal de Figal a Rodríguez.

- TUCUMAN. CORRESPONS­AL Juan Manuel Rovira tucuman@clarin.com El fútbol suele mostrar dos caras. La de Atlético, que concretó un triunfo que invita a soñar; una goleada “Monumental” que lo convierte en el único escolta de Racing, a cuatro puntos con un part

La de Independie­nte, que tropezó mal en Tucumán y que, aunque también con un encuentro menos, mira al líder con diez puntos de distancia en una Superliga que le resulta ingrata y a la que nunca apostó.

No la tuvo fácil el Rojo en Tucumán. El Decano le desnudó descuidos y bajos rendimient­os en algunos ju- gadores, sobre todo en el fondo, donde no pudieron con las arremetida­s de Rodrigo Aliendro -una de las figuras-, o con las “vivezas” del Pulga Rodríguez. Eso, sumando a que el conjunto tucumano supo aprovechar al hombre de más que tuvo durante mucho tiempo y al error de Campaña sobre el final (fue a cabecear un córner y de contragolp­e el local selló el cuarto gol), le terminó costando demasiado caro a los de Ariel Holan.

Es verdad que en ciertos pasajes Atlético estuvo con las ideas nubladas, los que supo aprovechar Independie­nte, sobre todo por el sector izquierdo, donde se vio a un Maximilian­o Meza intratable, volviéndol­o loco a San Román. Pero este equipo de Avellaneda, que vino a Tucumán para acomodarse en la tabla, se confió muchas veces y se encontró con un equipo que viene siendo cosa seria en esta Superliga.

Y se refleja en sus estadístic­as, siendo el mejor en materia de imbatibili­dad: contando este torneo y el pasado, Atlético es el único equipo con más duelos sin caídas en fila. Y hasta el momento es, junto a Defensa, uno de los invictos en el torneo.

Uno de los personajes clave de este logro de los tucumanos es Rodrigo Aliendro, que le marcó dos (golazos) al Rojo. Surgido en Chacarita, repartidor de pizzas part time en Buenos Aires cuando todavía el fútbol profesiona­l no lo había reconocido como correspond­e, se transformó en una pieza estable y funcional de Atlético.

Sí, el volante tuvo una noche mágica, marcando los dos primeros goles de los cuatro que le hizo Atlético a Independie­nte.

Ojo, no fue fácil para los tucumanos. El Rojo, que siempre estuvo abajo en los 90 minutos, pegó dos veces en los momentos justos. Primero desde los doce pasos a través de Gaibor, y luego por intermedio del Puma Gigliotti. Y parecía que un empate sería el resultado final.

Pero no. Los tucumanos despertaro­n sobre los minutos finales y el partido se hizo de ida y vuelta. Y se puso más picante cuando Pablo Hernández, también ex de Atlético, ingresó, pero en pocos minutos vio dos amarillas que terminaron en expulsión. Eso, al fin y al cabo, le terminó costando el partido a los de Holan.

 ?? FOTOREPORT­ER ?? Rodrigo Aliendro, otra vez verdugo del Rojo. El volante de Atlético festeja el primero de sus dos golazos. También le había convertido por Copa Argentina.
FOTOREPORT­ER Rodrigo Aliendro, otra vez verdugo del Rojo. El volante de Atlético festeja el primero de sus dos golazos. También le había convertido por Copa Argentina.

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