Racing quedó en deuda con el juego pero resistió como pudo para sacar más ventaja
El líder estuvo incómodo y sufrió porque sus mejores futbolistas aportaron poco. Encima se le lesionaron 3 jugadores. Igual festejó y le sacó 7 puntos a sus escoltas.
Sufrió mucho Racing para ganarle a Newell’s. Se sostuvo a partir de la jerarquía individual que tenía sobre su rival, aun sin que varias de esas individualidades hayan tenido su mejor partido. Y tampoco tuvo una buena producción desde lo colectivo el equipo de Eduardo Coudet. Quedó en deuda con el juego. Pero esta vez pudo ganar un partido que en otro momento -incluso le pasó hace poco en este torneo- se le podía escapar. Así, tras la victoria 1-0 sobre Newell’s, estiró su ventaja en la Superliga.
No contó con demasiadas chances Racing para convertir pero Jonatan Cristialdo aprovechó la muy buena pegada de Pol Ferández en un corner para estampar un cabezazo en la red cuando el primer tiempo se iba yendo como los últimos rayos de sol que iluminaban al Cilindro.
Hizo lo que no pudieron hacer ni Leal, ni Formica, ni Oviedo en el otro arco. Es que ahí asomó Javier García para sostener al equipo desde el arco y callar los murmullos cuando llegaba una pelota aérea.
Estuvo incómodo el puntero del campeonato. Sufrió el partido. No encontró espacios porque el juego escaseó. La pelota le duraba poco en su poder y no tuvo la fluidez necesaria para hacerla mover y encontrar una salida al laberinto que le armó Newell’s. El equipo rosarino cargaba en sus espaldas la reciente eliminación con Rosario Central por la Copa Argentina. A pesar de ello, salió a disputarle el partido al líder. Y lejos de lucir abatido, le complicó la tarde.
Si Racing sufrió mucho fue también porque su mediocampo no tuvo lucidez. Newell’s presionó bien al chileno Marcelo Díaz con dos o tres hombres atentos a que no recibiera la pelota con tiempo para pensar ni que saliera con comodidad. Y lo sintió Racing. Además, Fernández fue intermitente y Centurión, intrascendente. Y Neri Cardozo, que ingresó por Zaracho, tampoco aportó el desequilibrio que Racing necesitaba en ese sector de la cancha.
Para colmo, no fue una tarde afortunada la del conjunto de Avellaneda. Además de Zaracho, también se lesionaron Saravia y Soto. Y Coudet tuvo que hacer tres cambios obligados, dos de ellos en el primer tiempo.
Newell’s se daba cuenta de que a Racing le costaba el partido y no escatimó esfuerzos. Con Bernardello firme en la recuperación más la intensidad de Cacciabue y la presencia de Formica, lo metió en apuros a su
rival. Pero le faltó determinación en los metros finales, no definió bien las jugadas que tuvo y pagó caro la desconcentración en la pelota parada.
Newell’s dejó algunos espacios y Racing no los aprovechó. Cristaldo manejó mal algunas contras, pero en la que hizo bien y terminaba en gol de Lisandro López, le cobraron una inexistente posición adelantada. El asistente Nelson Leiva, el mismo que le cobró mal un offside a Newell’s tras un lateral, levantó equivocadamente la bandera. Por otra parte, Silvio Trucco omitió un penal para Newell’s por un agarrón de Sigali a Oviedo y dejó dudas una mano de Saravia.
Parecía que a Racing le iba a quedar servido el partido para liquidarlo de contraataque. Sin embargo, siguió perdido en el laberinto de Newell’s. Incluso la más clara, tras un desborde de Pillud y una definición de Cristaldo que se fue arriba, se generó tras un rebote. Newell’s respondió pero se topó con García, quien sacó tres pelotas clave para asegurar el triunfo. Y los hinchas bancaron desde las tribunas.
Es que sufrió bastante Racing para ganar. Casi tanto como marca su historia. Pero a 51 años de la gesta intercontinental del equipo de José Pizzuti, le hizo un guiño a las glorias del ayer quedándose con los tres puntos para seguir liderando la Superliga con una amplia ventaja.