La contundencia del goleador explica la victoria del Rojo
Solamente desde la contundencia de Emmanuel Gigliotti puede explicarse el 2 a 0 de Independiente sobre Argentinos, que sumó su cuarta derrota al hilo en el ciclo de Ezequiel Carboni y sigue sumergido en el fondo de la tabla, más allá de que esta vez mostró una cara que enciende una luz de esperanza si se sigue por el camino del segundo tiempo. El equipo dirigido por Ariel Holan empezó bien, pero se fue diluyendo. Entre las situaciones clarísimas desaprovechadas por el local y el olfato goleador de su nueve, el Rojo se reencontró con la victoria después de la caída en Tucumán para mantenerse expectante en la tabla.
Los primeros minutos le hicieron creer a Holan que todo iba a marchar con viento a favor. El 1 a 0 gracias al zurdazo del Puma y el manejo de la pelota con las buenas intervenciones de Fernando Gaibor, Martín Benítez y Silvio Romero eran pruebas suficientes de ello. Pero...
No mantuvo ese dominio el visitante sobre el Bicho, que de a poco comenzó a vencerle el brazo. Primero, quitándole el poder del balón, aunque sin producir peligro en el arco de Martín Campaña. Y luego, con el ingreso de Damián Batallini (por Gastón Machín) al inicio del complemento, con chances claritas en el área chica. Una, increíblemente desperdiciada por el pibe Gastón Verón, que sin marca y de frente al arco la tiró por arriba del travesaño ante un Campaña entregado. El arquero del Diablo le tapó dos más al juvenil de 17 años.
Mientras el árbitro Hernán Mastrángelo ignoró un penal por lado, Holan tomó decisiones desde el bancó. Y acertó. Lo sacrificó a Cerutti (había entrado por el lesionado Benítez) para reforzar la defensa con Guillermo Burdisso. Y cambió de Romero: adentro Braian y afuera Silvio, de bajo segundo tiempo. Independiente recuperó fuerzas y en un contraatque que armaron entre Meza y Braian, Gigliotti desactivó las ilusiones de un Argentinos que mereció mucho más.
Tenemos que pelear todo y que no pasen ocho años para volver a ser campeón. Hay que seguir trabajando” Es difícil contenerse emocionalmente en la situación de Gallardo. Más por el momento en que estaba River”.