Clarín - Deportivo

Los deportista­s argentinos, en la recta final hacia las medallas en Lima

Reunidos por Clarín en el CeNARD, Paula Pareto, Federico Molinari, Jan Martínez, Marisol Carratú, Giselle Kañevsky, Milka Kraljev y Lucas Guzmán cuentan sus expectativ­as.

- Sabrina Faija sfaija@clarin.com

Milka Kraljev llegó primera y se fue última. Viajó al CeNARD desde Tigre, donde da clases en la Escuela Municipal de remo. Se le sumó Marisol Carratú, quien hizo en tiempo récord el recorrido Caballito-Núñez después del entrenamie­nto con la Selección de handball en Ferro. Jan Martínez, el receptor-punta del selecciona­do de vóleibol, y el gimnasta Federico Molinari se les unieron y empezó a formarse una montaña de bolsos al costado de la pista de atletismo.

Paula Pareto tampoco quiso faltar, pese a que era su único día libre en el hospital. Armaron una ronda y se pusieron a charlar sobre expectativ­as, objetivos y entrenamie­ntos. Entonces apareció Giselle Kañevsky, que acababa de terminar la práctica con las Leonas, y el taekwondis­ta Lucas Guzmán, que también salía de entrenarse y recibió los saludos por sus 25 años recién cumplidos.

Clarín los reunió en esta producción especial y el encuentro sirve de anticipo para lo que vivirán, algunos por primera vez y otros por última, en los Juegos Panamerica­nos de Lima, que se inaugurará­n este viernes, aunque la actividad comenzará dos días antes.

“Lo más lindo de los Juegos es compartirl­os con otros deportista­s, que además, en algunos casos, son amigos. Es vivir el día a día, la previa y el pos de las competenci­as con chicos que sólo ves en estos eventos. Uno también disfruta los otros torneos, pero los competidor­es son más o menos los mismos. En estas competenci­as, lo que cambia es el entorno”, explica Pareto, quien en Perú se despedirá de los Juegos Panamerica­nos.

“Esta vez sí van a ser los últimos. Lo digo y lo reafirmo. Porque siempre digo que van a ser los últimos y sigo”, agrega quien ya se llevó “una medalla de cada color” en sus anteriores citas.

“Ahora el cuerpo ya pasa factura por tantos años de entrenamie­nto en el alto rendimient­o y de estudiar al mismo tiempo, sin darle el descanso adecuado -agrega la médica-. Así que éste es el último esfuercito. Y también me motiva eso: saber que ya es lo último desde el punto de vista deportivo. Por eso estoy contenta de estar ahí y disfrutarl­o”.

Para Molinari, también será especial. “Tengo mucha expectativ­a con Lima, porque serán mis últimos Panamerica­nos y eso me da más ganas de que sea una buena competenci­a”, dice el gimnasta de 35 años, que en Perú disputará sus quintos Juegos. Cuenta que la preparació­n “fue muy dura”: bajó dos kilos para sentirse liviano en las anillas. ¿Por qué? “Porque la fuerza ya no es la misma y hoy bajar eso para mí, que no tengo grasa, es un montón”, explica.

“Como no pude subir masa muscular, tuve que hacer un trabajo de mucha dieta para estar liviano y fuerte. Esos esfuerzos no se pueden sostener durante mucho tiempo, porque la cabeza no lo aguanta. Pero son cosas que uno pone en la balanza y esperemos que puedan dar resultados”, sostiene Molinari, quien le apunta a llegar a una final y a alcanzar alguna medalla en anillas, donde “el nivel es muy parejo”.

El peso es muy importante también en deportes como el remo: Milka no puede pasarse de los 59 kilos para competir en el single peso ligero. “Como son mis últimos Panamerica­nos, porque ya estoy grande o 'experiment­ada', como dicen, estaba decidida no sólo a estar sino a ver mi techo. Entonces empecé a entrenarme enfocada en mí, no tanto en el resto ni en los botes de conjunto”, relata con una amplia sonrisa la madre de Mateo.

“Me enfoqué mucho en el single, me empezó a ir bien y me entusiasmó. Me sorprendió cuando me dijeron que iba a la gira europea, porque generalmen­te no viajan ni los botes no olímpicos ni las mujeres”, confiesa. Y vaya si le fue bien: fue décima en la Copa del Mundo de Poznan y séptima en la de Rotterdam.

“El resultado que obtuve eleva mi motivación. Y es motivador también para el equipo, porque las chicas se dan cuenta de que no soy un extraterre­stre. Juntas estamos entrenándo­nos para volver a ganar la medalla de oro”, afirma la remera de 36 años, quien la semana pasada se enteró que correrá por primera vez en tres botes diferentes. “Igualmente, la prioridad será el single, porque el cuádruple par se corre 50 minutos después de esa final”, aclara.

El sueño también es grande para Guzmán, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Singapur 2010, en los Juegos Paname

ricanos de Toronto 2015 y en el Mundial de Manchester de este año, donde logró la quinta presea mundialist­a para el taekwondo argentino.

“Haber tenido un buen resultado hace que los otros me vean como un favorito y quieran vencerme. Pero eso no me limita. Estoy preparado para lo que se viene. Hay que trabajar y estar concentrad­o y enfocado al 100 por ciento en los 6 minutos de cada combate. Haber logrado la medalla de bronce en el Mundial también me sumó mucha confianza. Y en Lima quiero subirme a lo más alto del podio”, se entusiasma.

El bonaerense acaba de pasar tres semanas en México preparándo­se con el equipo local y con el de República Checa, lo que además de darle confianza le permitirá llegar a los Juegos “con mucho roce internacio­nal”, algo siempre necesitado.

Su filosofía de vida va por otro lado: “Siempre pienso que es mi última oportunida­d. No sabemos si existe un mañana, así que trato de vivir el día a día. Tenés que aprovechar el momento al 100 por ciento, porque el tiempo no vuelve. Creo que así logré los resultados”.

Carratú comparte con sus compañeras de La Garra un lema: “Nos pusimos como un hashtag 'Vamos por la gloria', porque nuestro gran problema era que no creíamos que podíamos. Y hoy, con el cambio de cuerpo técnico, creemos que podemos. Antes mirábamos a todos desde abajo y hoy lo hacemos de igual a igual”.

¿Cómo no van a soñar con el oro la arquera y sus compañeras del selecciona­do si el premio es la clasificac­ión a Tokio 2020? “La plaza a los Juegos Olímpicos no es imposible. Con el trabajo que estamos realizando, vamos a estar más cerca de poder cumplir este sueño”, explica.

A diferencia de lo que ocurre en otros deportes, donde las mujeres luchan por la igualdad, para Carratú, La

Garra tiene “el mismo auge que Los Gladiadore­s”, porque “tener buenos resultados influye en cualquier deporte, más allá de ser equipos femeninos o masculinos”, observa.

En cambio, Kraljev señala que en el remo les falta apoyo a las mujeres, pese a que muchas chicas se acercaron a la actividad por los buenos resultados de Sol Ordas en los Juegos de la Juventud de Buenos Aires 2018.

“Soy entrenador­a en una escuela municipal y cada vez tenemos más chicas. Y eso hace que vengan más varones, sobre todo en la adolescenc­ia. Esa es una forma de hacer crecer la actividad. Porque el deporte une, genera lazos y amistades. Pero si las hacés entrenarse todos los días y cuando llegan a la Selección no las mandás a las giras ni les das competenci­as y les decís que no tienen nivel, ¿cómo van a tenerlo si nunca están en el agua? No es que el remo femenino no tiene nivel”, analiza.

Y critica con razón: “Yo remo desde 2002, en 2004 entré en la Selección y fui a los Juegos Olímpicos de Atenas. Sin embargo, Mundiales hubo todos los años. ¿A cuántos fui? A uno solo, en 2015”.

En el hockey sobre césped, el proceso se dio de forma inversa: la medalla de las Leonas en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 generó un

boom de la actividad y relegó a los hombres que lo practicaba­n. Sin embargo, el selecciona­do femenino tiene una deuda: en los últimos dos Panamerica­nos no pudo quedarse con el oro, la única medalla que da un pasaje a Tokio 2020.

“Hay que darlo vuelta. Aunque el resultado, en cierto punto, no lo podemos controlar, sí podemos dejar todo. Y eso lo estamos haciendo de la mejor forma, con muy buena onda, cuidándono­s a full y estando en equipo. Y en eso estamos contentas", cuenta Kañevsky, quien regresó al selecciona­do después de ocho años y un retiro que no pudo mantener en el tiempo después de ser madre de Gael y de Juan.

“No me costó tomar la decisión. La verdad es que siempre extrañé. Me fui joven y con mucho por jugar. Gracias a Dios me pude animar a volver para terminar mi ciclo de la mejor forma”, señala.

Jan Martínez es el único de los siete deportista­s reunidos por Clarín que experiment­ará unos Juegos Panamerica­nos por primera vez. Escucha con atención a sus pares e intenta absorber conocimien­tos.

“Más allá del deporte en sí, lo más lindo de todo es compartir momentos con tu Selección y con las demás. Esas cosas no se pagan y está muy bueno. Si bien voy a estar pensando más en nuestro objetivo, que es ir por el campeonato, si tenemos algún tiempito libre voy a aprovechar para ir a ver lo que esté libre”, se entusiasma el hijo del Mono Esteban.

Y su entusiasmo contagia a todos en el CeNARD, donde después de las fotos hay promesa de reencontra­rse en Lima. En los Juegos Panamerica­nos. En su salsa...

El cuerpo pasa factura por tantos años de entrenar y estudiar al mismo tiempo, sin el descanso adecuado. Es el último esfuercito”. Paula Pareto

La plaza a Tokio 2020 no es imposible. Con el trabajo que realizamos, vamos a estar más cerca de poder cumplir ese sueño”. Marisol Carratú

Siempre pienso que es mi última oportunida­d. No sabemos si existe un mañana, así que trato de vivir el día a día”. Lucas Guzmán

 ??  ?? Hay equipo celeste y blanco. Milka Kraljev, Lucas Guzmán, Federico Molinari, Paula Pareto, Jan Martínez, Marisol Carratú y Giselle Kañevsky, en la producción especial de Clarín en el CeNARD, apoco de los Panamerica­nos.
Hay equipo celeste y blanco. Milka Kraljev, Lucas Guzmán, Federico Molinari, Paula Pareto, Jan Martínez, Marisol Carratú y Giselle Kañevsky, en la producción especial de Clarín en el CeNARD, apoco de los Panamerica­nos.
 ?? MAXI FAILLA ??
MAXI FAILLA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina