La rosarina que potenció su juego en España
Nadia Podoroska. Oro en tenis
Cuando la pelota que había partido de su derecha picó del otro lado de la red y se transformó en el tiro ganador del partido, Nadia Podoroska se arrojó al suelo y, recostada sobre el polvo de ladrillo de la cancha central del Lawn Tennis de la capital peruana, lloró con el rostro escondido en las manos. Fueron lágrimas de alegría las de la rosarina, que levantó un partido increíble y se colgó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos, la tercera en el single femenino para el tenis argentino en la historia de esta competencia.
Podoroska, 287ª del ranking mundial, tuvo un partido difícil ante la estadounidense Caroline Dolehide (261ª) y estuvo muy cerca de la derrota, pero nunca bajó los brazos. Y el premio final fue muy grande, porque con la victoria por 2-6, 6-3 y 7-6 (7-4) se subió a lo más alto del podio en su debut panamericano.
La rosarina cedió el primer set sin mucha resistencia, pero levantó el nivel en el segundo e igualó. En el parcial definitivo, su rival arrancó mucho mejor y se adelantó 5-2 en el marcador. Podoroska tuvo que levantar un match point y remontar ese tercer set y un 0-4 en el tie break definitorio para sellar el resultado y adueñarse del oro.
“Fue un partido muy complicado. No me sentí cómoda en ningún momento. Pero traté de seguir con la estrategia que habíamos planeado y por suerte salió. Arranqué muy nerviosa, pero sin jugar como lo venía haciendo pude darlo vuelta”, comentó.
“Es la primera vez que juego con tanto público alentándome y gritando mi nombre. Eso me hizo muy bien. Fueron muchas sensaciones, pero las pude manejar muy bien y eso fue una de las cosas que me hizo crecer tanto en el partido”, dijo quien este año decidió instalarse en Alicante, España, para entrenarse en mejores condiciones y potenciar su juego.
Fue la 40ª medalla panamericana y la 16ª de oro del tenis argentino. Y es la tercera que suma una tenista nacional en el single. La primera la había ganado Mary Terán de Weiss en Buenos Aires 1951, que marcó el debut panamericano de este deporte. Y la segunda, Florencia Labat, en Mar del Plata 1995.
Podoroska se fue además de Lima con la clasificación a los Juegos Olímpicos del próximo año, que logró al meterse en las semifinales. Aunque, claro, ese boleto tiene condicionantes. Para poder hacer uso de la plaza, la rosarina deberá ubicarse entre las mejores 300 del ranking del 8 de junio de 2020, cuando se cerrará la lista de entrada para Tokio, y esperar que Argentina no haya llenado por ranking los cuatro cupos que corresponden a cada país.