Más allá de las urnas, Boca no hizo pie en Rosario y puso en riesgo su liderazgo en la tabla
Tardó en meterse en partido y Central sacó provecho en el primer tiempo. Luego la visita atacó con más gente y convirtió al arquero Ledesma en la figura de la cancha.
En una jornada en la que la cuestión electoral quedó en primer plano, Boca cayó ante Central por 1 a 0 en Rosario y puso en riesgo su posición en la cima de la Superliga junto a Argentinos Juniors. Los xeneizes fueron de menor a mayor en el Gigante de Arroyito pero no les alcanzó para rescatar un punto frente a un rival que piensa en los promedios pero quedó temporalmente a sólo tres unidades de la cima del torneo.
En el que fue el último partido en su cargo, Gustavo Alfaro tardó en lograr que el equipo se metiera en la cancha y la Academia sacó provecho de eso. El gol de Sebastián Ribas fue una buena muestra de las desconcentraciones que padecieron los visitantes desde el arranque. De no haber sido por la mala puntería previa de Diego Zabala, coprotagonista en el tanto canalla, los dirigidos por Diego Cocca podrían haber abierto el marcador antes.
La apuesta a la velocidad y el movimiento frontal con la pelota por parte de los de Arroyito puso en evidencia el mal funcionamiento del mediocampo azul y oro. Ni Daniele De Rossi ni Iván Marcone consiguieron ordenar el retroceso y tampoco aportaban gran cosa a la hora de atacar. En ese contexto, Boca sólo reaccionó gracias al retroceso excesivo de Central en el campo de juego. Hasta entonces sólo Nicolás Capaldo insinuaba alguna ventaja sobre Ezequiel Brítez para ponerse a tiro del empate, pero la pasividad local le abrió la puerta a Eduardo Salvio para convertirse en la referencia ofensiva que faltaba. Así, Jeremías Ledesma intervino en dos oportunidades para ahogarle el grito a Emanuel Más y Ramón Ábila y el trámite se emparejó por unos minutos.
Por fortuna para Cocca, los rosarinos salieron del fondo y empezaron a generar nuevas chances claras. Sin embargo, Esteban Andrada se lució para evitar una nueva caída frente a los errores defensivos. Para colmo, la falta de precisión y los malos movimientos se conjugaron con la bronca con el árbitro Diego Abal por un supuesto penal de Miguel Barbieri y Boca se fue al descanso con tres amonestados como preocupación extra en medio de la derrota parcial del día de elecciones.
En el complemento la historia cambió y a los xeneizes se les facilitó la tarea para atacar merced al desgaste canalla. Emanuel Reynoso fue una buena alternativa junto a Eduardo Salvio y Franco Soldano se sumó para completar un póker de delanteros inesperado en el final del año de competencia bajo las órdenes de Alfaro. Cada uno de los atacantes, incluido Wanchope Abila tuvo alguna ocasión para empatar, pero Ledesma se encargó de neutralizar la mayoría de ellas. Cuando el uno no llegó, el rebote en el palo favoreció a los rosarinos.
A pesar de que sufrió por culpa del cansancio, Central se fue con una sonrisa y acumula 13 de los últimos 15 puntos que disputó por la Superliga para alejarse de la zona de descenso directo. El futuro de Cocca luce mucho más promisorio cuando hace semanas parecía listo para dar un paso al costado. Alfaro, en cambio, sabe que terminó su ciclo. ■