“Adentro de la cancha tenemos que demostrar que somos los bicampeones”
Volvió a jugar tras la ausencia por la muerte de su padre. El festejo de su gol lo mostró rodeado de afecto.
El regreso de Carlos Tevez en Boca no pudo ser mejor. En lo anímico, por recuperar a un líder y al capitán que extrañaron durante esos diez días de angustia y tristeza que alejaron al Apache de los entrenamientos por la muerte de su padre. Incluso la incertidumbre y especulación sobre su futuro había merodeado por La Boca luego de que el punta de 37 años se ausentara a los juegos contra Newell ´ s, Sarmiento y Claypole. Fue el propio Carlitos quien desmintió esas versiones. Y agradeció en la intimidad a todos:
a sus compañeros, al DT, al Consejo de Fútbol, a Jorge Amor Ameal y también a Juan Román Riquelme, con quien habló en un momento vital de su carrera. El festejo de su gol tras una gran asistencia de Fabra lo encontró rodeado de sus compañeros, entre felicitaciones y abrazos que ya se habían dado en los trabajos durante la semana. La sonrisa de volver a jugar sanó alguna herida.
Tevez volvió en un partido (jugó hasta 30 del segundo tiempo) casi perfecto para Boca, justo en la antesala de otro Superclásico y también en una semana en la que la presión se había puesto sobre las espaldas de Miguel Russo ante un mal rendimiento del equipo pese a un dato que parece casi anecdótico: todavía no perdió en esta nueva temporada y acumula 12 sin caer por la competencia doméstica. El retorno del capitán revalidó también su condición de goleador en el ciclo de este técnico, porque Tevez marcó 12 goles en 26 juegos desde que volvió Russo.
“Estoy muy bien, contento por el rendimiento del equipo porque era lo que nos estaba faltando. Adentro de la cancha tenemos que demostrar que somos los bicampeones, que nos tienen que respetar, agarrar confianza de nuevo y eso transmitírselo a los más chicos”, contó Carlitos, quien piensa en el Superclásico: “Hay que trabajar como hasta ahora. Ni cuando ganamos somos los mejores ni al perder los peores. Hay que seguir trabajando, tener una línea. Hay que arremangarse, correr, meter y cuando se pueda, jugar. Debemos empezar de nuevo”.
El gran acierto de Russo, sin embargo, fue la aparición de Gonzalo Maroni como titular. El cordobés, postergado en el último tiempo, le
había dado la victoria a Boca ante Claypole en la semana. Y jugó por Zárate en un equipo que fue arrollador, pero que también contó con su despliegue a la hora de retroceder. Una función que el ex Vélez no siente y en la que el equipo necesita encontrar rápido una alternativa por la grave lesión de Salvio (es difícil que Boca incorpore a alguien por él en este mercado).