Armani le ganó a Andrada el gran duelo de arqueros de Selección
El santafesino le sacó un gol a Tevez en el primer tiempo y en el segundo tuvo tres tapadas en un minuto.
Vestido de rojo, igual que el 11 de noviembre de 2018. Y con la misma prestancia. Aquella tarde inolvidable, en esta misma Bombonera, Franco Armani se vistió con su mejor traje. Fue uno de los superhéroes de la final de la Libertadores, la que se definió en Madrid. En especial, por el último mano a mano que le tapó a Darío Benedetto. Como esa jugada que patentó el Loco Gatti y que en River tuvo el copyright de Ángel David Comizzo, el santafesino hizo “la de Dios”.
Y en un nuevo duelo, Armani no sólo volvió a ser la gran figura. Además,
ganó el Superclásico de los arqueros de la Selección. Porque fue más que Esteban Andrada, que deberá revisar su responsabilidad en el gol de Agustín Palavecino, más allá de la tapada reivindicatoria ante Fabricio Angileri.
Y pensar que el domingo no había empezado de la mejor manera para Armani. Fue en el comienzo, cuando Sebastián Villa desbordó por la izquierda y metió un centro atrás. Enzo Pérez anticipó, el número uno se agachó para tomar la pelota y le rebotó en un pie. El rebote quedó corto y logró recuperarse. Después, le puso un candado a los tres palos, muy a pesar del gol de penal del colombiano.
Armani tuvo cuatro atajadas sensacionales. Una en la etapa inicial y las otras tres, en simultáneo. En la primera acción detuvo un tiro de Carlos Tevez, quien había quedado de frente al gol en la puerta del área chica. Es cierto que el capitán de Boca no levantó la vista para rematar, pero el santafesino tuvo una reacción extraordinaria. Filtró Gonzalo Maroni del centro a la izquierda, picó Frank Fabra al vacío y el pase para el crédito de Fuerte Apache no terminó en el 1 a 0 por el notable arquero de River.
En el complemento, hubo una triple tapada. Remató Tevez, bloqueó Armani y se reincorporó rápido para atajar el tiro de Villa. Y el segundo rebote no terminó en el segundo porque le pegó un guantazo a la pelota cuando Maroni llegaba para empujarla de arremetida.
No es la primera vez que Armani tapa tres pelotas en el mismo minuto. Hay que remontarse cinco años para encontrar una situación parecida. Entonces, atajaba para Atlético Nacional. Y el 12 de mayo de 2016 se lució a puro reflejo ante Rosario Central, equipo que dirigía Eduardo Coudet. Se jugaban los cuartos de final de la Libertadores y se clasificó el equipo colombiano. Después, el Chacho lo sufrió al frente de Racing.
Esas sobrenaturales atajadas de Armani le dieron vida a River. Y el empate de Palavecino lo confirmó.
Andrada no brindó tanta seguridad.
Cuando Nicolás De La Cruz quedó mano a mano en un contraataque , salió apurado, lejos, fuera del área. El uruguayo la pinchó por encima de su cabeza y Lisandro López le salvó la ropa.
¿Pudo hacer algo más en el gol de Palavecino? El cabezazo del volante fue esquinado. Incluso, le cambió la dirección a la pelota. No obstante, en la cámara ubicada detrás del arco se observa con claridad que sacó la mano. ¿Habrá creído que el remate se iba afuera? Más tarde, puso la palma firme para evitar el 2 a 1 de Angileri.
Lionel Scaloni prestó mucha atención, claro. En la pelea del arco celeste y blanco, Armani ganó por puntos. Después, el técnico dirá.