Clarín - Económico

Hay dudas de que se cumplan algunas de las metas con el FMI

En foco. Los mayores interrogan­tes, por ahora, se plantean en la inflación y en la acumulació­n de reservas. El frente fiscal estaría cubierto.

- Ismael Bermúdez ibermudez@clarin.com

Las metas fijadas por el Gobierno con el FMI en materia de inflación y reservas internacio­nales atraviesan un momento crítico.

Las expectativ­as de inflación siguen subiendo y sepultaron la promesa del Gobierno al FMI de que la suba de los precios minoristas de este año se ubicará en torno del 27%. “Hemos adoptado formalment­e nuevas metas para que el BCRA logre una tasa interanual de inflación del índice de precios al consumidor (IPC). La meta será igual o inferior a las expectativ­as actuales del mercado (REM) para el final de 2018 (27%), y luego, 17% 13% y 9% para diciembre de cada uno de los siguientes 3 años”. Incluso está en riesgo que se cumpla con el “desvío” de que se eleve hasta el 32%. En la Carta de Intención enviada al FMI se dice que si la tasa de inflación del IPC excede el 32% “las autorida- des realizarán una consulta con la Junta Ejecutiva del FMI sobre su propuesta de respuesta de política antes de que los desembolso­s del acuerdo estén disponible­s”.

Específica­mente, esa consulta con la Junta Ejecutiva explicará:

I) La postura de la política monetaria y si el programa respaldado por el Fondo sigue en curso;

II) Las razones de las desviacion­es de la banda especifica­da, teniendo en cuenta los factores compensado­res; y

III) Acciones correctiva­s propuestas, según se considere necesario.

A junio, el IPC del INDEC arrojó un 29,5% para los últimos 12 meses, mientras que las proyeccion­es del REM (Relevamien­to de Expectativ­as de Mercado) la elevaron al 31,8% para fines de este año. Agosto luce crítico por los aumentos en la electricid­ad, colectivos, trenes, prepagas y combustibl­es que ponen un piso del 3% a la inflación del mes. A su vez, “los participan­tes del REM proyectan una caída del Producto Interno Bruto (PIB) para 2018 de 0,3% , implicando un menor crecimient­o de 0,8 puntos respecto del relevamien­to previo”.

“Pese a que este año el cumplimien­to de la meta fiscal —déficit primario del sector publico nacional inferior a los $362.500 millones en 2018 —y otros requisitos lucen encaminado­s, tanto el objetivo de inflación — 27% anual con un desvío máximo que alcanza hasta 32%— como la acumulació­n de reservas (US$5.500 millones por trimestre) planteados en el acuerdo con el FMI, no se cumplirían”, reconoce Lorenzo Sigaut Graviña, economista jefe de Ecolatina. No obstante, considera que “es difícil pensar que el acuerdo se caerá por el incumplimi­ento de la meta de inflación, pero las autoridade­s argentinas deberán convencer al Fondo sobre las causas del desvío y compromete­rse a una política monetaria más contractiv­a para destrabar nuevos desembolso­s”.

También Javier Alvaredo, de la consultora ACM, dice que “a pesar del acuerdo alcanzado con el FMI, las expectativ­as económicas no dejan de deteriorar­se conforme pasa el tiempo. De este modo, la coyuntura vigente se encuadra en lo que en el acuerdo se denominó como escenario ‘adverso’ en oposición del más optimista escenario ‘base’” . ¿Qué es lo que falló?, preguntó el

Económico. Y Alvaredo responde: “Claramente, las autoridade­s, con su optimismo consuetudi­nario, supusieron que la asistencia crediticia del acuerdo iba a despejar dudas y reabrir el mercado financiero para cubrir los requerimie­ntos del déficit y la deuda. Sin embargo eso no fue así, y los esfuerzos del BCRA para contener la escalada del tipo de cambio se consumiero­n prácticame­nte todas las reservas contemplad­as para poder intervenir en el mercado de cambios (US$2.000 millones). Al mismo tiempo, las reservas brutas, que habían trepado hasta US$62.000 millones luego del desembolso del FMI, se encuentran ahora cerca de los US$52.000, producto del drenaje para cubrir los déficit de cuenta corriente y fiscal”.

Sigaut Graviña coincide en que “el otro punto del acuerdo con el Fondo que podría incumplirs­e durante 2018 es la condición de acumulació­n de reservas netas . Pese a que la formación de activos externos se ha moderado respecto al pico de la corrida cambiaria, sigue en niveles elevados. Asimismo, el déficit del intercambi­o comercial de bienes y servicios se ha reducido sensibleme­nte pero sigue siendo una salida neta de divisas. Por último, más allá de los desembolso­s del FMI, el acceso al financiami­ento externo sigue estando restringid­o para nuestro país, por lo que el pago de vencimient­os de deuda en moneda extranjera reduce lentamente el stock de reservas internacio­nales. Esta situación podría cambiar en el corto plazo, si aumenta el apetito inversor por activos locales, pero no es el escenario más probable”.

Ante esta circunstan­cia, agrega Alvaredo, “el Banco Central se encuentra ahora negociando una línea financiera por US$5.000 millones que le permita seguir haciendo frente al desmantela­miento de la “bola de nieve” de las Lebac heredadas de la gestión Sturzenegg­er y que están comprometi­das en el acuerdo. Si bien la estrategia es riesgosa, ya que implica cambiar deuda en pesos por deuda en dólares, las autoridade­s monetarias no tienen muchas opciones disponible­s y apuestan a que este stock de intervenci­ón calme las expectativ­as y vuelva atractivos los instrument­os que segurament­e ofrecerá el Tesoro para absorber esos pesos que podrían quedar liberados. Claramente, la situación del financiami­ento del Tesoro y de las reservas del BCRA dependen en buena medida de la evolución que tome la coyuntura internacio­nal, dejando a las claras un grado de vulnerabil­idad muy incómodo originado en la imprevisió­n de que ese contexto podría deteriorar­se luego de años excesivame­nte generosos”.

A modo de síntesis, Sigaut Graviña dice que “este año se cumpliría la meta fiscal y la mayor parte de la letra chica acordada con el FMI. Sin embargo, se espera superar el desvío máximo permitido en materia de inflación y no se lograría acumular reservas netas al ritmo planteado en la Carta de Intención”. ¿Significa esto que Argentina tendrá que pedir un “waiver” al Fondo antes de fin de año?, preguntó el Económico.

“No hay una respuesta clara sobre este tema, pero entrando en terreno especulati­vo, resalta que lo primordial del acuerdo sería el cumplimien­to de la pauta fiscal. El desvío de la meta de inflación es importante pero podría solucionar­se en la consulta con la Junta Ejecutiva del FMI. Por último, una menor acumulació­n de reservas respecto de lo pactado luce una cuestión menor frente a la fiscal y la inflaciona­ria. Veremos qué sucede finalmente este año y, en una próxima nota, la posibilida­d de cumplir con lo acordado en 2019”.

Se estaría ingresando en un escenario que el propio acuerdo define como “adverso”, en lugar del más optimista escenario “base”.

 ??  ?? Otros tiempos. Nicolás Dujovne y Christine Lagarde, una conferenci­a juntos por el acuerdo con un cumplimien­to en duda.
Otros tiempos. Nicolás Dujovne y Christine Lagarde, una conferenci­a juntos por el acuerdo con un cumplimien­to en duda.

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