Clarín - Económico

La fórmula oficial para contener las subas en la energía

Llave.La legislació­n noventista da herramient­as para limitar los aumentos del gas, protagonis­ta de la matriz energética. Cambios en energías renovables.

- Cledis Candelares­i Especial para Clarín

El Enargas envió a productora­s y distribuid­oras una nota recordando la vigencia de normas que impiden

trasladar a las tarifas finales un valor fijado arbitraria­mente para la producción, lo que de facto limita los aumentos del gas. La alerta del ente regulador es irritante para las empresas y compatible con la estrategia del Ministerio de Energía para disciplina­r los precios energético­s:

subas graduales hasta el fin del mandato de Mauricio Macri y menos intervenci­ón del Estado para fortalecer la renta de petrolera.

Javier Iguacel, nuevo titular de Energía, tiene diferencia­s notables con su antecesor, empezando por un estilo de comunicaci­ón más activo y fluido, tanto en TV como en Twitter, así como un grado de imprevisib­ilidad mayor para sus interlocut­ores patronales, que lo reconocen tan “inteligent­e y honesto” como comprometi­do con propósitos electorale­s.

La distancia respecto de Juan José Aranguren también se produce porque el actual ministro tiene el mandato político prioritari­o de continuar con la recomposic­ión de precios energético­s pero cuidando no asfixiar a los usuarios, potenciale­s vote tantes, y minimizand­o la suba de subsidios. Esto no sólo impone estratific­ar los aumentos de luz y de gas sino ir al hueso para bajar los costos de producir esos bienes.

Una de las ideas fuerza del ministro para lograrlo es que el Estado deje de fijar precios de modo directo o bendiciend­o acuerdos entre privados, con la contracara de fomentar la competenci­a entre las empresas que producen esos bienes.

El primer ensayo oficial en ese sentido fue lo que se conoció como “la liberación del mercado de los combustibl­es”, que dio por caído un pacto empresario bajo el paraguas oficial

para contener el precio de las naftas,

sujeto al valor del petróleo y el dólar. Las refinadora­s ganaron más soltura para recomponer precios en un mercado con pocos actores y claramente liderado por YPF.

Aun con los aumentos de los últimos días que encabezó la petrolera de mayoría estatal, Iguacel subrayó que los combustibl­es argentinos son competitiv­os respecto a los de la región, sugiriendo que existe margen para más. Las estimacion­es privadas sindican que, según el valor del crudo en el mundo y del tipo de cambio, los surtidores acusan un atraso de entre el 7 y el 11 %. Energía no impedirá que se estreche ese margen.

Otra parece ser la visión oficial respecto del gas, protagonis­ta de la matriz energética, todavía regulado por una maraña de disposicio­nes. Aunque no lo exprese públicamen­te en esos términos, Iguacel está convencido de que los senderos de precios definidos en el primer tramo del gobierno macrista garantizab­an un precio injustific­adamente alto para los productore­s y comenzó a trabajar para bajarlos.

Al igual que el presidente, el ministro apuesta al desarrollo de Vaca Muerta, lo que permitiría aumentar la oferta de gas, disminuir las importacio­nes y volver a exportar. Pero no está dispuesto a sostener el sistema

de estímulos creados por la resolución 46, que garantiza con recursos públicos un precio teórico bastante superior al de mercado. Los proyectos ya aceptados cobrarán ese millonario subsidio, con el que las productora­s cubren una porción importante de sus inversione­s en gas no convencion­al. Los que no, serán revisados cuidadosam­ente bajo pautas

más estrictas y difícilmen­te logren la venia oficial, según advirtió públicamen­te el ministro.

Si se abarata el gas, también lo hará la electricid­ad mayorista; en su mayor parte está generada por usinas térmicas, que consumen un tercio del carburante que se produce en el país. Por una reciente resolución Energía bajó de 5,20 dólares el millón de BTU a “un máximo” de 4,20 esa unidad calórica.

La apuesta es que los precios del gas eléctrico queden por debajo de ese tope, gracias a la competenci­a. Hoy el gas para las usinas lo compra el Estado. Desde septiembre, las propias generadora­s comprarana­l productor que les resulte más barato.

Más gravitante para determinar cuánto cuesta en Argentina el energético estrella es cómo se resolverá la disputa entre productora­s y distribuid­oras tras la última devaluació­n, en la que el Gobierno no quiere laudar directamen­te. Las últimas se niegan a honrar contratos con valores en dólares al tipo de cambio actual, según se consignó en contratos en dólares bajo la venia de Aranguren. Finalmente, el costo del producto explica un tercio de la tarifa que paga Doña Rosa y su traslado a la factura final debe ser avalado por el en-

regulador.

Días atrás el Enargas recordó a las empresas que, por el artículo 38 del marco regulatori­o del gas y el decreto 1114 de 1994, sólo puede autorizars­e el pass through (traspaso) de un “precio mínimo compatible con la seguridad de abastecimi­ento” y que resulten de contratos celebrados tras procesos “transparen­tes y competitiv­os”.

La misiva firmada por Mauricio Roitman sólo advierte que el ente no puede convalidar cualquier precio

mayorista y lo hace en su condición de custodio de la ley. Pero sumada a otros gestos en sintonía del ministro, enojó a algunas productora­s que le endilgan al Gobierno tener gestos intervenci­onistas disimulado­s con una prédica liberal.

Uno de los consultore­s más escuchados por las empresas expondrá en los próximos días esas críticas ante representa­ntes del FMI, añadiendo la advertenci­a de que “podrían bajar las inversione­s” en la producción de hidrocarbu­ros si la política oficial sostiene este Norte.

Iguacel sostendrá el desarrollo de la electricid­ad renovable, con protagonis­mo creciente en la generación eléctrica por mandato legal. Pero el próximo llamado a licitación para aumentar la oferta de megawatts verdes se hará sin el reaseguro estatal clave: Cammesa -la administra­dora del mercado mayorista eléctrico- dejará de comprarle a las futuras usinas la electricid­ad a través de contratos en dólares a largo plazo. Los futuros inversores que surjan de la Ronda 3 tendrán que hacer su apuesta sobre la base de conseguir sus clientes, sin garantía estatal de precio y volumen.

Para los privados, los combustibl­es deberían ajustarse entre un 7% y un 11% adicional para compensar el aumento de costos.

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NÉSTOR GARCIA Técnico político. Iguacel mantendrá las subas, pero pensando en el voto del consumidor.

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