EL JUEVES EN EL QUE CADA UNO ATENDIÓ SU JUEGO
Manaña agitada en Alvear. Pocos prestaban atención a lo que se decía desde el estrado salvo cuando hablaban los funcionarios. Y entre ellos, el único que pareció asumir el momento de tensión fue Horacio Rodríguez Larreta, que se apartó del tema que le habían asignado y habló de los errores forzados de esta administración. En ese clima y mientras el dólar ya había perforado la barrera de los $40, algunos prestaron atención al discurso más crítico desde el sector empresario. Lo pronunció nada menos que Raúl Padilla, el argentino que lleva la batuta en Bunge para sus negocios en América del Sur. Arrancó refiriéndose a la suspensión en la baja en las retenciones a la harina y el aceite de soja: “La decisión merece ser revisada”. Y dijo que “los cambios impositivos no han sido felices. Estamos acompañando el rumbo del Gobierno pero es nuestro deber alertar sobre errores.” Muchos sospecharon que a esa hora Padilla ya tenía información sobre un posible regreso de las retenciones al campo, a las que echaría mano el Gobierno con intención de compensar la dramática devaluación. Lo cierto es que concluyó: “Las retenciones son una medida contradictoria si el objetivo es ser supermercado del mundo. Sobre todo en el marco de la guerra comercial donde no quedan herramientas para defendernos frente al proteccionismo de todos los países compradores”.
Ese mismo jueves y al margen de los avatares cambiarios, en la embajada de Brasil se encontraron en un seminario los representantes de las empresas de consultoría de ingeniería de ambos países. Allí escucharon a los funcionarios argentinos acerca de los ambiciosos planes de obra pública. Julián Álvarez Insúa, director de Planificación Estratégica, y Martín Koutoudjian, jefe de la Dirección de Agua Potable, se explayaron sobre lo hecho y todo lo que falta. Eso sí, admitieron que la nueva estrategia pasa por que las provincias asuman la financiación con organismos de crédito multilaterales y busquen fondos con la participación de municipios y vecinos beneficiados por las obras. En las energías renovables ya están pensando en licitaciones más pequeñas e incorporar a las cooperativas.
Los calores en Europa trajeron una mala noticia para los exportadores de limones que por fin habían logrado entrar en ese apetecible mercado. Es que las altas temperaturas están provocando una enfermedad en los cítricos europeos por la proliferación de hongos. Es la mancha negra. Ante ese peligro, el Senasa acordó con los productores de limones dar por terminada la temporada de exportación a Europa de manera preventiva. La plaga sólo afecta a los cítricos y no a las personas. Y se sigue exportando al resto de los mercados donde la plaga no llegó.
Según la última entrega del Monitor de la Inversión, que elabora la Agencia Argentina de Inversiones, la crisis cambiaria comenzó a golpear al que fue en 2017 el principal motor de crecimiento del PBI. En junio se desaceleró por culpa de la sequía y la turbulencia de los mercados. Así las cosas, la sequía impactó en la demanda de maquinaria agrícola, contrastando con el buen desempeño del primer trimestre, mientras que los sectores asociados a la producción de equipos para exploración y perforación de pozos, y los vinculados a proyectos energéticos (particularmente energía eólica) tuvieron un buen desempeño. Los rubros con mayor desaceleración se asocian a vehículos de transporte de carga y utilitarios, material ferroviario y maquinaria pesada utilizada en la construcción. Juan Pablo Tripodi, presidente ejecutivo de la Agencia, dijo: “En un escenario internacional tan complejo y convulsionado, es fundamental dar señales de confianza a partir de la estabilidad”.
Entre los empresarios reunidos en el Council of the Americas, el discurso más crítico lo hizo el argentino Raúl Padilla, cabeza de Bunge en la región.