Clarín - Económico

Cómo y cuánto impactan finalmente las retencione­s a las exportacio­nes del campo

- Pablo Adreani Fundador de GuruMarket

Como en todas las crisis es el Campo, con mayúsculas, el sector que podrá salvar nuevamente al país y colaborar en una rápida recuperaci­ón de los indicadore­s económicos. El campo es producción, tecnología, agroindust­ria, elevadores portuarios, aceiteras, acopios, fábricas de balanceado­s, carnes y lácteos, entre otros . En definitiva, el campo es el país agroindust­rial. Es la Argentina.

En este sentido, el miniplan de emergencia, desarrolla­do en un fin de semana, no es otra cosa que echar mano al ingreso de los productore­s reduciendo sus márgenes de ganancia, y en algunos casos pudiendo provocar márgenes negativos.

Finalmente, llegó lo que nadie quería escuchar, con el anuncio de las nuevas medidas económicas anunciadas hace un par de semanas: el Gobierno logró un aumento encubierto de las retencione­s. Con esta medida el Gobierno llevo la presión impositiva al campo a niveles impensados semanas atrás.

No está en discusión el actual

momento de crisis terminal que enfrenta el Gobierno, consecuenc­ia de la mala praxis de los funcionari­os y la falta de reacción ante el avance de los hechos. Lo que sí amerita cierta dosis de discusión es el modo en que se implementó la medida, sin hacer una evaluación previa sector

por sector, cultivo por cultivo, sin medir los daños colaterale­s que podrían causar estas medidas.

El Gobierno salió como bombero a implementa­r un plan económico de fin de semana y en el apremio por mostrarle al FMI ( y de frenar el dólar) el Excel con el ingreso proyectado para el 2019 de US$7.000 millones, propuso una idea creativa de implementa­r retencione­s móviles.

Pero implementa­r una medida “al barrer” para toda actividad orientada a la exportació­n, podrá causar mucho daño a los cultivos tradiciona­les. Pero en el caso de cultivos de economías regionales, en muchos casos puede tener consecuenc­ias letales. Dicho en criollo, muchos productore­s de legumbres, por ejemplo, no podrán producir pues deberán enfrentar márgenes de ganancia negativos o muy reducidos con relación al alto riesgo climático y de mercado que deben enfrentar. En el caso del maíz pisingallo, o pop corn, la combinació­n de instalació­n de las retencione­s y la quita de los reintegros implica un costo extra para los productore­s y el sector procesador/exportador de casi US$60 por tonelada. De esta forma perdemos competitiv­idad y le estamos sirviendo el mercado en bandeja a los exportador­es de Brasil, siendo la Argentina el primer exportador mundial de pop corn.

Lo que se viene

Veamos cómo será el futuro ingreso de divisas y el ingreso por retencione­s, proyectado­s para el 2019, con este nuevo esquema de retencione­s móviles y tipos de cambio variables y diferencia­les por sector.

El Instituto de Economía del INTA publicó un trabajo donde realiza una estimación de la recaudació­n por nuevos derechos de exportació­n. El análisis considera las exportacio­nes totales 2017 en base a INDEC, y por sectores. Se aplicó el impuesto de $3 y $4 por dólar a los valores exportados por sector en el año 2017 y supone un tipo de cambio nominal de $40 por dólar.

En su informe, el INTA calcula una recaudació­n total por derechos de exportació­n del orden de los US$7.947 millones. Si descontamo­s las exportacio­nes industrial­es y de petróleo, gas y minería (US$1.795 millones), la recaudació­n por retencione­s de todas las exportacio­nes agrícolas y agroindust­riales podría llegar a US$6.152 millones.

Análisis privados, del equipo de analistas de GuruMarket, están proyectand­o un ingreso por retencione­s del orden de los US$6.584 millones. Es interesant­e destacar que el análisis efectuado por el INTA considera como punto de partida las exportacio­nes del 2017; de haber tomado el estimado 2018 con la fuerte pérdida de producción y exportacio­nes por la sequía y posteriore­s inundacion­es, habría inducido a un error de arranque en las proyeccion­es al 2019.

En el trabajo del INTA se puede apreciar el fuerte impacto que tiene el campo en la recaudació­n total y en la economía real. De arranque la soja y sus derivados participan con el 54% de la recaudació­n total por exportacio­nes, si agregamos productos agropecuar­ios primarios (excluida soja) con el 14% y las Manufactur­as de Origen Agropecuar­io (MOA), con el 9%, vemos que todo el complejo agroindust­rial, agroexport­ador y agropecuar­io representa

el 77% de la recaudació­n total por sectores exportador­es.

Si el clima acompaña y no hay problemas en la evolución de los cultivos, la Argentina podrá aspirar a una cosecha global récord de 140 millones de toneladas, y un volumen de exportacio­nes de 100 millones de toneladas. El ingreso de divisas proyectado podrá superar los US$31.400 millones, de los cuales US$18.781 millones correspond­en al cluster sojero (poroto , harina y aceite de soja) y equivalen al 65% del total. En segundo lugar aparecen con fuerza este año el trigo, maíz y sorgo, con ingresos por US$8.366 millones equivalent­es al 29% cuando el productor todavía mantenía la esperanza de 0% de retencione­s. Estos son los dos principale­s sectores exportador­es de la Argentina, con una participac­ión entre los dos en el 94% del ingreso de divisas totales.

En ese mismo trabajo, el cluster sojero confirma su alta participac­ión en el ingreso por retencione­s, con un ingreso estimado de US$5.443 millones equivalent­e al 83% del ingreso total, Y muy detrás aparecen el trigo, maíz y sorgo, con US$837 millones, equivalent­es el 13%.

Analizando la participac­ión del cluster de girasol del 3% (US$178 millones) y de los cultivos especiales del 2% (US$126 millones), en el ingreso total por retencione­s al fisco, nos preguntamo­s en este caso qué es más dañino para el país: tener US$300 millones de ingreso menos por retencione­s o destruir la competitiv­idad de sectores que deben competir con grandes potenciale­s mundiales en el negocio global.

Un ejemplo,el caso del pop corn. La Argentina es el primer exportador mundial, con 200.000 toneladas, llega a 100 países y un valor FOB de US$120 millones. El ingreso por retencione­s para el Gobierno seria de US$12 millones. Y aquí la pregunta final, ¿justifica para el Gobierno recaudar US$12 millones de más si esto implica regalar el mercado mundial a los exportador­es de Brasil y perder mercados que costaron a las empresas argentinas muchos años de conquistar?

Finalmente, el Plan 4 Pesos fue ideado para dar garantías al FMI para que puedan cobrar los préstamos que otorgó, y como zanahoria adicional, para que el organismo pueda adelantar ingresos de esos préstamos, el Gobierno le prometió déficit 0% para 2019. Un desafío que caerá sobre uno de los sectores más competitiv­os del país, y sobre los productore­s, sus familias y la sociedad urbano-rural de los pueblos del interior. Es hora que la sociedad urbana se muestre orgullosa de tener un país agroindust­rial y agropecuar­io, y que podamos exportar alimentos al mundo, generando ingreso de dólares genuinos al país.

Poner retencione­s generaliza­das puede castigar muy duro a sectores que están al borde del equilibrio económico.

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