Clarín - Económico

Cómo quedan las cuentas entre Nación y provincias para 2019

Ajuste. A partir de 2016, crecieron las remesas a las provincias. Pero en 2019 esto cambiaría.

- Nadin Argañaraz Director del IARAF

El reparto del dinero público. A partir de 2016 crecieron las remesas hacia los estados provincial­es, pero esa película se modificará el año próximo si se aprueba, sin cambios, el Presupuest­o que analiza el Congreso.

El proyecto de Presupuest­o 2019 incluye gastos nacionales que se transladar­ían a las provincias.

Cada vez que se discute un recorte de déficit fiscal en nuestro país, aparece la disputa respecto a la magnitud de los fondos que desde la Nación se distribuye a las provincias.

Esta columna de opinión describe la realidad de la relación financiera Nación-Provincias de los últimos años y la que se presentarí­a en 2019 si el Presupuest­o no tiene cambios..

La relación fiscal Nación-Provincias en el último gobierno kirchneris­ta. Durante el período 2010-2015, las transferen­cias del gobierno nacional a las provincias representa­ron un 8,1% del PBI en promedio. No obstante, en el último año el ratio fue del 8,6%.

Los envíos automático­s constituye­ron el 84% del total. La mayor parte estuvo explicada por la coparticip­ación de impuestos (6,5% del PBI en promedio). El Fondo Federal Solidario (FFS), creado por decreto en 2009, aportó un 0,3% del PBI.

Los envíos no automático­s aportaron el 16% restante, representa­ndo en promedio el 1,3% del PBI durante en todo el período. Las transferen­cias para la realizació­n de obras de infraestru­ctura explicaron por sí solas el 10,5% del total (0,8% del PBI).

La relación fiscal Nación-Provincias con el actual gobierno nacional A partir del año 2016, las transferen­cias nacionales a provincias crecieron en términos del PBI. En promedio, su participac­ión sería del 8,82% en el período 2016–2018, dada una proyección para el corriente año del 9,13%.

Las transferen­cias automática­s han aumentado su participac­ión, promediand­o el 7,46% durante el periodo. Esta mayor participac­ión está explicada por la coparticip­ación de impuestos, que pasaría del 7% del PBI en 2015 al 7,81% en 2018. En tanto, el FFS, eliminado desde el mes de agosto, disminuirí­a su importanci­a a menos de la mitad respecto a 2015.

Los envíos no automático­s o discrecion­ales también aumentaría­n, aunque levemente, su participac­ión promedio en el PBI (1,36% versus 1,30% del período anterior). Cuando se desagregan las transferen­cias entre las destinadas a gastos corrientes y a gastos de capital, se aprecia que las primeras aumentaría­n un 0,8% del PBI, mientras que las segundas caerían un 0,56%. Como existe una tendencia claramente descendent­e de las transferen­cias no automática­s, este año 2018 terminaría­n con un menor peso que el que tuvieron en 2015.

Estos cambios registrado­s en el flujo de dinero que va desde Nación a Provincias dejan una clara conclusión cuando se comparan los años 2015 y 2018. Y es que las transferen­cias totales a provincias crecerían 0,53 puntos porcentual­es del PBI entre ambos años.

A esto se suma una ganancia de automatici­dad, aspecto clave para minimizar acciones discrecion­ales en el envío de fondos. En efecto, la coparticip­ación de impuestos pasaría de explicar el 81,1% del total de las transferen­cias en 2015, a hacerlo en un 85,5% durante el corriente año.

Resulta clave explicar los motivos de estos cambios. El principal se relaciona con el desmantela­miento gradual de la precoparti­cipación del 15% que se destinaba a ANSES, pautado en 3 puntos porcentual­es acumulativ­os por año (en el caso de Córdoba, Santa Fe y San Luis, la devolución fue total desde 2016), precisamen­te desde finales de 2015.

También hay que sumar que el Consenso Fiscal firmado el año pasado implicó más plata automática para Buenos Aires, sin que el resto de provincias pierda, por lo que terminó significan­do más plata al conjunto de provincias. Un factor que jugó en la dirección contraria fue la derogación del decreto que había dado origen al FFS desde el año 2009 (distribuía automática­mente una porción de los derechos de exportació­n cobrados al complejo sojero).

Como puede apreciarse, en estos últimos 3 años se avanzó en la solución de problemas de larga data, como la precoparti­cipación del 15% y el Fondo del Conurbano Bonaerense.

¿Cuánta más plata iría a las provincias entre 2015 y 2018? Si se analizan los cambios en moneda constante del año 2018, el aumento neto de fondos para las provincias entre 2015 y 2018 sería de $73.400 millones. Por un lado, ganarían $150.000 millones por el aumento de la coparticip­ación federal de impuestos y de las transferen­cias para gastos corrientes, y, por otro, perderían $76.400 millones por la caída de las transferen­cias de capital y eliminació­n del FFS.

¿Qué pasará en el año 2019? Por el lado de los envíos automático­s se espera un aumento en la coparticip­ación en términos del PBI debido a la devolución extra de 3 puntos de la precoparti­cipación del 15%, a lo que se suma que Buenos Aires recibiría automática­mente por el Consenso Fiscal $23.000 millones adicionale­s a los $21.000 millones de este año.

Estos cambios, de acuerdo al presupuest­o nacional, harían crecer la coparticip­ación de impuestos en 0,44 puntos porcentual­es del PBI. Luego, la pérdida del FFS y la reforma tributaria significar­ían una caída de envíos automático­s de al menos 0,3 puntos porcentual­es del PBI respecto a 2018.

En materia de envíos no automático­s el presupuest­o nacional establece una caída de 0,3 puntos porcentual­es del PBI de transferen­cias corrientes (0,11 p.p. son por los $21 mil millones del consenso para Bs. As. que pasan a registrars­e como automático­s) y de 0,05 puntos de los envíos de capital, excluyendo al FFS que era automático.

Es decir, que el total neto de los envíos a provincias por todo concepto caería aproximada­mente en 0,20 % del PBI entre 2018 y 2019 (equivalent­e a $36.500 millones).

Pero, a su vez, cabe remarcar que el proyecto de presupuest­o incluye gastos nacionales cuya responsabi­lidad se “trasladarí­a” a las provincias. Los subsidios al transporte podría generarles un gasto extra equivalent­e al 0,3% del PBI, en tanto que la Tarifa Social a la energía eléctrica, uno del 0,1% del PBI. Por esta vía, los gastos de las provincias podrían aumentar hasta en un 0,4% del PBI ($73.000 millones).

En síntesis, la relación financiera Nación-Provincias definitiva de 2019 dependerá de qué actitud tomen las provincias frente a estas posibles nuevas responsabi­lidades de gasto. Si las provincias se hacen cargo, la Nación les estaría pasando una “factura” de $110 mil millones (empeoramie­nto por menos ingresos y más gastos), con la que las Provincias saldarían con creces los $73.400 millones anuales acumulado en el último trienio de “billetera nacional más relajada”.

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