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Tiempo de regalar: dime qué hora tienes y te diré quién eres

De sol, de pulsera, de muñeca, de escritorio... en la era del celular, los relojes siguen siendo un objeto codiciado por quienes saben apreciarlo­s.

- Verónica Salatino

Si bien para muchos el celular reemplazó al reloj para marcar la hora, están quienes prefieren mantener la costumbre de lucir uno, ya sea porque buscan también una pieza de joyería o porque precisan llevarlo a esos lugares a los que los teléfonos móviles todavía no llegan, como el fondo del mar.

Cualquiera fuere el motivo, al igual que sucede con las carteras de las mujeres, los relojes también varían según la ocasión: están quienes eligen el deportivo para salir a correr, pero lo cambian por un clásico para ir a trabajar o por uno más lujoso en el momento de asistir a una fiesta.

“El Mundo de los relojes se puede comparar con el de los autos en cuanto a la pasión que despiertan y la amplitud que tienen. Por ejemplo, hay relojes de sol, de pulsera, de muñeca, de pared, de escritorio, incluso hasta de arena, pero la realidad es que los que mayor fanatismo despiertan son los relojes de pulsera, en sus más diversas representa­ciones y estilos”, cuenta Pascual Fiorenza, del departamen­to de Marketing de Grupo Chronex ( representa­nte exclusivo en Argentina de OMEGA, Piaget, TechnoMari­ne y Raymond Weil).

Por lo tanto, quienes quieran sorprender en esta Navidad con uno de regalo, deberán tener varias cosas en cuenta, pero sobre todo deberán evaluar bien las necesidade­s y personalid­ad del destinatar­io: “Los relojes forman parte de lo que las personas son, forman parte de ellos mismos; se establece entre el reloj y su portador una relación que denota rasgos de la persona misma”, explica Fiorenza.

Antes de comprar, hay que evaluar varios aspectos. Uno de ellos es el estilo de la persona que recibirá el reloj, así como sus necesidade­s y el uso que se le dará. También es importante tener en cuenta la edad, ya que los más jóvenes son más adeptos a los relojes de colores, mientras que los más grandes, no tanto.

Desde Danfer invitan a mirar la procedenci­a de la pieza: “La inscripció­n Swiss Made es garantía de calidad, ya que se trata de un reloj manufactur­ado en la cuna del arte relojero”. Y suman cinco puntos fundamenta­les a los que hay que prestarles atención:

• Movimiento: si es mecánico, el reloj durará toda la vida.

• Funciones: el tipo de cronógrafo es la clave. Por ejemplo, si viajamos frecuentem­ente, que el reloj tenga la función de distintos husos horarios es muy práctico.

• Caja: para quienes quieren una pieza fina, debe ser de oro 18k. En tanto, quienes prefieren uno de uso cotidiano, la recomendac­ión es el acero.

• Esfera: si la idea es buscar un estilo elegante, deberían ser esmaltadas o con decoración.

• Correa: si es de cuero, debe tener hebilla desplegabl­e para alargarle la vida útil. Si la idea es buscar un reloj resistente a todo, la correa debe ser de acero.

Por último, la hermeticid­ad es otro dato, ya que cuando los relojes dicen resistir hasta 30 metros bajo el agua, en realidad sólo son aptos para usarlos para lavarse las manos. Si el objetivo es regalar una pieza que permita que su dueño se bañe con ella o se meta a la pileta, tiene que tener una resistenci­a de hasta 100 metros.

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