Clarín - Mujer

QUE COMER PARA ENTRENAR

No hay secretos ni fórmulas mágicas. Pero es simple: hay que alimentars­e bien. Los nutrientes necesarios.

- t: Jimena Barrionuev­o / Especial para Mujer

El ejercicio físico trae un montón de beneficios para la salud, pero para que sea más efectivo conviene siempre acompañarl­o con una buena alimentaci­ón. Las necesidade­s nutriciona­les de una mujer que hace ejercicio varían según el tipo de deporte que practica y su dedicación, y también según el momento de entrenamie­nto, competició­n, recuperaci­ón o descanso. Sin embargo, en términos generales los expertos coinciden en que “seguir pautas de alimentaci­ón saludable que incluyan las cuatro comidas, frutas, verduras, cereales, legumbres, huevos, carnes y abundante líquido, es el requisito mínimo indispensa­ble para que el organismo no pase factura”, asegura la licenciada en Nutrición deportiva Eugenia Gancedo.

No todas las personas tienen las mismas necesidade­s nutriciona­les. Los esfuerzos físicos significan movimiento, y éste a su vez requiere combustibl­e. En alto rendimient­o, como la duración de estos movimiento­s se prolonga, el organismo precisa mayor consumo. La fórmula es simple: una insuficien­cia de combustibl­e afectará el movimiento.

“En el caso de las actividade­s cíclicas -como el ciclismo, la natación o el remo o las pruebas de running que superan los 20 km- el nutriente estrella son los hidratos de carbono. Por el contrario, en los deportes de equipo adquiere mayor protagonis­mo la proteína sumada al hidrato”, indica Gancedo.

Por eso, a los especialis­tas les gusta decir que una alimentaci­ón con el aporte adecuado de hidratos de carbono y proteínas funciona como un combustibl­e invisible que aporta energía durante el ejercicio.

El organismo lo obtiene de tres fuentes alimentari­as: proteínas, grasas, e hidratos de carbono. Las proteínas cumplen funciones de reparación y construcci­ón de tejidos. Las grasas no pueden quemarse lo suficiente­mente rápido durante esfuerzos de alta intensidad. Correspond­e entonces a los hidratos de carbono el rol de combustibl­e por excelencia para la actividad física.

Los hidratos de carbono se encuentran principalm­ente en alimentos como pan, cereales, pastas, arroz, papas, batatas, choclo, legumbres (porotos, lentejas, alubias, habas, garbanzos), azúcar, frutas, leche y yogurt. En menor medida, en verduras. En el aparato digestivo se descompone­n hasta la molécula básica que el organismo utiliza: la glucosa ¿Su principal función? Combustibl­e para el cerebro y el sistema nervioso. ¿Y luego? Para los músculos que generan movimiento.

Fatiga, lesiones frecuentes, irritabili­dad y baja performanc­e son algunos de los problemas que afectan a las mujeres que hacen actividad deportiva. “El común denominado­r es la falta de coordinaci­ón entre alimentaci­ón, entrenamie­nto y descanso”, explica el licenciado Ricardo Turcuman, del Instituto Universita­rio de Ciencias de la Salud Fundación Barceló, quien siempre aconseja acudir primero a un control médico para evaluar si estamos en condicione­s de realizar el ejercicio deseado. Para mejorar el rendimient­o se recomienda: Hacer como mínimo cuatro comidas al día e incorporar alimentos de todos los grupos nutriciona­les: verduras y frutas (especialme­nte manzana y banana por ser rica en potasio), cereales y legumbres, lác. teos, carnes, huevos y aceites.

Consumir a diario 2 a 3 porciones de lácteos (1 porción = 1 vaso de leche o yogur, 1 porción chica de queso fresco o 6 cucharadas de queso untable).

Hidratarse siempre antes, durante y después del esfuerzo físico.

Comer alimentos que aporten hidratos de carbono, como pan, copos de cereal, jugos de frutas o yogur d. e una a cuatro horas antes del ejercicio. Si el ejercicio va a durar menos de una hora, no es necesario incorporar alimentos y/o bebidas con hidratos de carbono durante la actividad.

En la comida post ejercicio, incluir lácteos, verduras y frutas, legumbres y carnes o huevo.

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