Aromas con historia
Desde su creación, los perfumes han tenido un rol protagónico en la vida de mujeres y hombres. Hoy, son considerados objetos de culto y sus versiones se multiplican cada temporada.
Si bien los perfumes son considerados objetos de lujo, hoy ya están al alcance de casi todos los presupuestos. Es que en el mercado se instalaron marcas de alta gama, pero también surgieron las más módicas, como las nacionales, que configuran el sello de algunas marcas de moda. Los perfumistas o narices son los que en cada temporada afilan el olfato para crear distintas fragancias, que representen a la empresa cosmética para la que trabajan. ¿Qué notas incluyen los últimos lanzamientos? Esta primavera se destacan el jazmín, el lirio de los valles y el neroli, para completar el frasco de Mar de Coral, de la marca española Loewe. Para Queen of Seduction, de Antonio Banderas, se utilizó madera, ámbar, cuero, madera de cedro, pomelo y frambuesa.
El diseñador japonés Kenzo eligió para su nueva fragancia, All Over Flowers, la amapola, su nota emblemática que utiliza desde su creación, hace 16 años. Elaborada por el nariz español Alberto Morillas, también contiene almizcle, flor de peral y maracuyá, una de las frutas más codiciadas.
La novedad de la temporada llega de la mano del diseñador Michael Kors, el diseñador neoyorkino que viene por primera vez a la Argentina, con su fragancia MK 24K Gold y tres esencias más: Glass Jasmine, Rose Radiant Gold y White Luminous Gold. Otro diseñador que hizo pie en el país es Marc Jacobs, que acaba de lanzar su último perfume, Daisy Dream. El primer perfume argentino En los años 40, la creadora de lencería Lina de Gaham lanzó la primera fragancia argentina: Lina Borri de Gahan. “La diseñadora dispuso que un frasco debía costar lo mismo que un kilo de bombones, para convertirse en el mejor regalo para una mujer”, relata Bernardo Conti, perfumista de laboratorios Firmenich.
En los 60, con la televisión y las estrellas de cine, la importación de perfumes se hizo profusa.
En la Dictadura y con la guerra de Malvinas, se prohibió la importación de perfumes.
Eso motivó a que muchos de los perfumistas obtuvieran la licencia para fabricarlos localmente a partir de las esencias de origen
La llegada de la democracia liberó los mercados y otra vez ingresó la perfumería, cada vez más requerida por los argentinos. Las grandes marcas internacionales se instalaron en Argentina con mucho éxito, para atender a un mercado local.
Los años 90, según Desiderio Lainez, perfumista de laboratorios Comimpar, produjeron un hito en los productos de perfumería, lo que permitiría lanzar perfumes nacionales, con esencias importadas. “Al caso de Ishtar, el primero de la marca de la diva Susana Giménez, se le sumaron muchos más a través de los años. La modelo Valeria Mazza le dio nombre a la fragancia Amor Infinito. Los perfumistas coinciden en que “cuando una empresa de moda o belleza nos pide el desarrollo de un perfume, éste deberá tener un sello personal”.