EL 2016, AÑO INTERNACIONAL DE LAS LEGUMBRES SECAS
Argentina es un importante proveedor de arveja, lenteja y garbanzo a los mercados europeos, asiáticos y africano. La producción de estos cultivos viene en expansión.
{ rotación }
Las legumbres son buenos antecesores de soja o maíz, ya que aportan al balance de nitrógeno, al consumo de agua, entre otros factores.
Las legumbres secas capturaron la atención de las Naciones Unidas a través del voto en La Asamblea General de la ONU a favor de declarar al año 2016 como el “Año Internacional de las Legumbres secas”.
“Este es un anuncio extraordinario para la industria mundial de las legumbres de grano”, comentó Horacio Fragola, presidente de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (CLERA), una cámara que reúne a productores, procesadores, enlatadores, empaquetadores, brokers y exportadores e integra la Confederación Internacional de Comercio e Industria de las Legumbres ( Cicils). ( Ver “Las Legumbre en...”)
La producción de legumbres secas en Argentina tiene muchos años de historia y es reconocida por su calidad. Además de ser cultivos de gran importancia económica, éstas tienen mucha relevancia para el desarrollo de las economías regionales.
Las legumbres se siembran, principalemente, en Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Así, cada año, se destinan unas 400.000 hectáreas a la producción de diversas legumbres, según datos de CLERA.
Una de las provincias con más tradición legumbrera es Santa Fe, a la que, año tras años, se le vienen sumando productores de diversas áreas de la zona central del país y que buscaron en ellas una alternativa a la siembra del cultivo de trigo. Otro aspecto que motiva su siembra es la demanda de mercados como Medio Oriente, Asia (sobre todo la India) y Africa, que tienen incorporadas a los garbanzos y las lentejas dentro de su dieta básica.
El técnico Gabriel Prieto, jefe de la agencia de extensión Arroyo Seco, de INTA, brinda un panorama de lo que acontece en la actualidad en cuanto a la expansión del cultivo de legumbres.
Prieto expresa que las exportaciones de arveja de Argentina han crecido notablemente en los últimos diez años, pasando de las 26.000 toneladas en 2006 a más de 127.000 toneladas en 2012. Este crecimiento estuvo fundamentado por las restricciones comerciales que experimentó el cultivo de trigo, lo que permitió que se expandiera el área de las regiones tradi- cionales ( sudeste de Santa Fe, nordeste y sudeste de Buenos Aires) a otras regiones como oeste de Entre Ríos, centro de Santa Fe y este de Córdoba entre otras.
En referencias a lo agronómico, el técnico santafesino destaca que al implementarse el cultivo de legumbres (arveja y lenteja), los productores comenzaron a ver los beneficios de incluir estas especies en la secuencia de cultivo. Al respecto, hay que mencionar, en primer lugar, que por tratarse de especies leguminosas constituyen un antecesor fundamental de maíz de segunda ya que deja los suelos con un balance de nitrógeno muy favorable. Por otro lado, estas legumbres tienen un consumo de agua muy inferior al trigo y un ciclo más corto.
Estos tres aspectos, balance de nitrógeno, consumo de agua y liberación temprana de los lotes, hacen que estas especies ocupen un nicho específico en las rotaciones de cultivos, no reemplazando al trigo, la cebada o la avena sino, más bien, complementándolas, concluye Prieto.