EN CUYO, LAS VAQUITAS SE SUMAN AL BUEN VINO
En la región, el stock bovino creció fuerte a partir del 2000 y se suma a la tendencia de una ganadería fuera de la zona pampeana.
Empujada por la agricultura, la ganadería empezó a ocupar espacios cada vez mayores fuera de la tradicional región pampeana. De la mano de razas sintéticas, los ganaderos afinan cada vez más su manejo, y en el norte argentino es común ver rodeos rentables y de muy buena condición en diversas zonas de la geografía nacional.
De acuerdo a un trabajo elaborado por el Observatorio de la Carne Bovina Argentina, la región de Cuyo se suma a esta tendencia, y constituye una zona con un interesante potencial para la actividad ganadera.
En la zona delimitada por las provincias de San Juan, San Luis y Mendoza, el informe destaca que el período 1947- 2013, se registró un crecimiento continuo del stock bovino.
En estos años, el stock regional se duplicó, hasta llegar a los 2 millones de cabezas, pero con una participación en el stock nacional relativamente baja, con un promedio histórico del 3%.
En paralelo a esta situación, la
SOBRE UN TOTAL DE 8.891 CAMPOS, UN 63% CORRESPONDEN PRODUCTORES CON UN RODEO DE MENOS DE 100 CABEZAS
relación stock/habitantes en la región, promedió en los últimos 5 años 0,74 cabezas de ganado bovino por habitante.
Este porcentaje es inferior a la registrada a nivel nacional (1,26), pero superior a la relación promedio del NOA, que se ubica sobre 0,62.
El estudio del Observatorio destaca que las existencias bovinas experimentaron un fuerte crecimiento a partir del año 2000.
En concreto, pasaron de un valor promedio de 1,5 millones de cabezas en la década anterior a 2,1 millones de cabezas.
Este crecimiento se vio impulsado por la provincia de San Luis, que en este período incrementó su stock en un 34% y en la actualidad concentra el 78% del rodeo ganadero de esta región.
En tanto, la provincia de Mendoza también registró un fuerte crecimiento, aunque en el stock final de Cuyo la incidencia de su rodeo es menor.
Tomando como punto de partida estadísticas oficiales, el trabajo determina que la principal actividad de la región es la cría, que se lleva a cabo en un 75% de los establecimientos cuyanos.
De acuerdo a esta caracterización, la actividad de cría en la zona de Cuyo se presenta con mayor preponderancia que en las regiones NEA, NOA y Pampeana.
La cría concentra el 62% del stock regional, mientras que el 38% de las existencias restantes, se distribuyen en esquemas de ciclo completo e invernada.
En este escenario, el engorde - tanto en invernada pura o feedlot-representa apenas el 6% del total regional, y constituye el 5% del stock bovino.
En la zona de Cuyo, el mayor porcentaje de productores ganaderos cuentan en sus campos con un rodeo menor a 100 cabezas.
De acuerdo a un relevamiento efectuado por el Senasa en 2013, sobre un total de 8.891 establecimientos registrados en esa zona, el 63% corresponde a estos pequeños productores, y concentran el 10% del stock bovino cuyano.
Este dato marca que existe una elevada participación de productores a pequeña escala, con bajo im- pacto en la producción de carne.
En contrapartida, tan solo un 4% de los establecimientos cuenta con más de 1.000 ejemplares.
Con estas caracterìsticas de producción, la disponibilidad de carne por habitante en la región -tomando como base un peso de faena de 220 kilos- se ubica sobre los 37 kilos por habitante/año.
De esta manera, el mayor punto de concentración de la faena se encuentra en el departamento puntano de General Pueyrredón, con un 40%. Por su parte, en Guaymallén (Mendoza) se faena un 12% de la carne consumida en la región.
En cuanto a la escala de trabajo predominante en los frigoríficos cuyanos, el 66% de las plantas se ubican por debajo de las 10.000 cabezas.