A CUIDAR EL TRIGO DESDE TEMPRANO
Ese momento permite acumular recursos y modificar propiedades del suelo, de cara al cultivo siguiente y frente a malezas cada vez más difíciles de controlar.
Las orugas cortadoras pueden ocasionar serios perjuicios en el nacimiento del cultivo.
La tecnología en cultivos es una herramienta de doble filo, porque mientras permite por una parte incrementar los rindes a cifras impensadas años atrás, por otro lado plantea problemas que desafían tanto a los agroquímicos como a las estrategias de manejo.
Uno de los desafíos que los productores enfrentan en cada campaña son las malezas tolerantes o resistentes a herbicidas, que en los últimos años han aparecido en todo el ámbito productivo nacional. “La aparición de estas malezas fue resultado, en gran parte, de cómo diseñamos los sistemas productivos, más allá de la planificación del manejo y control de las mismas”, afirmaron los ingenieros agrónomos Emilio Satorre y Federico Bert, en un informe de Cultivar
CUANDO SE DISEÑA LA ESTRATEGIA DE BARBECHOS, NO HAY QUE OLVIDAR QUE CADA LOTE TIENE SU PROPIA HISTORIA
Conocimiento Agropecuario.
Para enfrentar esta situación, los profesionales posicionan al barbecho químico como una inmejorable oportunidad para acumular recursos y modificar propiedades del suelo, para beneficiar al cultivo siguiente.
En esta instancia, es cuando se concentran la mayoría de las decisiones que involucran el manejo de malezas. Y también es cuando nacen los interrogantes más comunes, tales como en qué momento se debe intervenir, con qué productos y de qué manera.
“La planificación del barbecho tiene influencia directa en la presencia y evolución de muchas malezas, varias de ellas problemáticas.”, sostuvieron los técnicos.
Si bien el manejo de esta tecnología puede variar de acuerdo al ambiente de cada región productiva, existen tres puntos en común que pueden ser beneficiosos para su manejo, en el marco de la agricultura actual.
En primer lugar, el barbecho se debe planificar con mucha antelación, incluso al momento previo de la cosecha del cultivo antecesor. En esta instancia, los profesionales remarcaron que el “viejo” modelo de comenzar a pensar el control de malezas a la salida del invierno o en primavera no es viable en los actuales esquemas de producción agrícola.
En segundo lugar, el barbecho por si solo no constituye una receta inefable, y es fundamental diagnosticar su situación en base a un monitoreo temprano y continuo. “Hacer un seguimiento periódico y preciso de la presencia de male- zas desde el momento en que se cosecha el cultivo anterior”, sostuvieron los profesionales.
Por último, se debe actuar con las herramientas disponibles, para alcanzar un resultado eficaz y eficiente. En esta fase, la estrategia de barbecho más adecuada depende de una multiplicidad de factores.
Algunos a tener en cuenta son tipo de cultivo a sembrar, genética, tipo y estado de malezas, y productos disponibles.
En este escenario, el herbicida es importante, pero es uno más de varios factores. A diferencia de las estrategias implementadas años atrás, la planificación anticipada permite incorporar en el esquema herbicidas con acción residual.
¿ Sus ventajas? Permite logra buenos controles de algunas male- zas difíciles, evita su establecimiento y reduce costos, al disminuir el número de aplicaciones.
Así, gracias a que los productores cuentan con múltiples herbicidas y principios activos para el control -en complemento con diferentes momentos de intervención-las estrategias de control posibles de abordar son muy variadas.
A este abordaje, Satorre y Bert afirmaron que se impone un nuevo concepto en el manejo del barbecho: cada lote es una situación singular, que depende de variables como la historia, los cultivos a sembrar y los manejos, que merecen un exhaustivo análisis.
En este camino, los profesionales remarcaron que durante la campaña anterior, muchas empresas agropecuarias convivieron con situaciones de hasta tres aplicaciones de herbicidas destinadas a la siembra de la soja.
Pero, la realidad es que las malezas se adaptan a los manejos y sobreviven.
“No tendremos soluciones permanentes, pero el barbecho es una oportunidad para intervenir y reducir el impacto de las malezas, principalmente de las problemáticas”, advirtieron.
Para una mayor efectividad en el barbecho, hay otras decisiones de manejo que los productores deben tener en cuenta, como rotaciones, intensidad de uso de la tierra y proceso de cosecha.
Así, queda claro que debe planificarse desde bien temprano, en base a un monitoreo y diagnóstico constante, para conseguir buenos resultados y evitar incrementos notorios en los costos.