LA VISION GANADERA
Representantes de toda la cadena hablan de la situación actual y dicen qué esperan del próximo Gobierno.
G ane quien gane en las próximas elecciones presidenciales, los meses que vienen serán un punto de inflexión en el escenario político nacional. En este contexto, la ganadería mira al futuro con buenos ojos y empieza a apostar para que en los próximos ciclos aparezca la añorada estabilidad. Diferentes actores de la cadena ganadera, desde criadores hasta invernadores, pasando por feedloteros, consignatarios y frigoríficos, analizaron con Clarín Rural Revis
ta el panorama de cambio que se viene para la actividad. Ya hay síntomas de optimismo, aunque deberán consolidarse con cambios rotundos desde todos los eslabones de la cadena, incluyendo las políticas de Estado.
Carlos Odriozola, criador del partido de Rauch, en plena cuenca del Salado, dice que la rentabilidad está totalmente estancada. “Si bien los precios por kilo vivo han crecido en algunos casos por encima de la inflación, la sumatoria de costos crecientes y carga impositiva ter- minan en un combo letal para el productor a cielo abierto”, afirma.
Ante este panorama, según Odriozola la única salida es aumentar la eficiencia de producción, haciendo hincapié en los parámetros principales de cada una de las etapas. “En nuestro caso, en los índices reproductivos -porcentaje de preñez, tasa de extracción, peso al destete-”, detalla. Y luego explica que él actualmente está transformando su sistema para pasar a hacer el ciclo completo con corrales de terminación, algo que ya es una tendencia. “Esto nos permitirá ordenar los campos donde exclusivamente quedará la cría, y así podremos tomar las utilidades que nos brinda nuestra genética”, dice el criador de Limousin.
Una de las regiones que mejor refleja la actualidad ganadera es el NOA, donde la actividad tuvo un fuerte crecimiento que hace ya cuatro años está estancado. El productor Ignacio Lupión, de Salta, explica que mientras que entre los años 2003 y 2011, el stock nacional disminuyó un 22%, el rodeo salteño aumentó un 79%. “Desgraciadamente desde el año 2011 el stock provincial se estancó quedando
hoy con alrededor de 1.000.000 de cabezas”, dice.
Lupión resalta entre las causas del parate “la inexistencia de políticas públicas para incentivar la actividad, las trabas en los mercados para comercializar y, a nivel provincial, el freno durante seis años a los permisos de habilitación de tierras ganaderas y escasa o nula inversión en el sector, perdiendo Salta en ese tiempo la oportunidad por precios y costos diferentes a los actuales, de poner en producción y poblar las miles de hectáreas disponibles, hoy sub aprovechadas”.
Los resultados económicos de las diferentes actividades, según el productor, son menores a los de los años anteriores, siendo el ciclo completo el sistema más rentable. “Se incorporó tecnología, pero no de la forma que se hacía en períodos anteriores; hoy la suplementación y racionamiento de vacas de cría estimo que es la incorporación más significativa, ya que mejoró los índices productivos y elevó la carga en algunos casos hasta un 50%”, especifica Lupión respecto a los parámetros productivos de la región.
Desde el pie de la cordillera, Gabriel Corvalán, veterinario y productor mendocino, coincide con Odriozola en que debido al impacto inflacionario se han deteriorado las rentabilidades zonales, y marca una diferencia entre los dos sistemas productivos más extendidos en su región. “Para la cría en secano se ha demostrado que la incorporación de tecnología de insumos y procesos tiene alto impacto, aún así no se han incorporado. Por el contrario, en producciones intensivas bajo riego los avances tecnológicos y su incorporación han sido de relevancia”, asegura.
Al respecto, añade que los productores que integraron a la cría con sistemas de recría bajo riego y corral de encierre atenuaron el impacto de las fluctuaciones de producción, precios y, rentabilidades. “Pero aquellos integrados en grupos de transferencia de tecnología pudieron superar los períodos críticos y además se encuentran preparados para aprovechar un escenario de cambio favorable”, remarca Corvalán, miembro del CREA Pehuenches.
Según el productor mendocino, el salto productivo inmediato es la producción de animales más pesados. “Para que ocurra esto debe existir un diferencial de precios que estimule este tipo de categoría. Por otro lado, impacta en la recría a campo, que es una categoría que no se está desarrollando por la alta demanda de animales de bajo peso de faena”, dice.
Antonio López Da Silva, director del feedlot Don Corral, que tiene corrales en Santiago del Estero y Buenos Aires, suma un contrapunto a lo que dice Corvalán. “Hablando de valores netos de ternero comprado más gastos versus el gordo vendido menos gastos, hay una diferencia del 20% a favor del ternero. Este valor de reposición es el doble del 10% histórico del ternero. Con lo cual, para ser rentable en el feedlot la solución es meter más de 100 kilos por animal. Creo que esto marca una nueva tendencia de incorporar más kilos en los corra- les y nos prepara a la producción de novillos que es hacia donde tendría que ir la producción de carne”, dice el feedlotero.
Respecto a la actualidad de ese eslabón de la cadena, López Da Silva afirma que la ocupación en los corrales el último semestre creció. “Habíamos arrancado el primer trimestre de 2015 con niveles promedio de 55% de ocupación y en la actualidad está en el 62%. En el caso particular de Don Corral, la ocupación está en niveles del 80% en los dos establecimientos de Buenos Aires (Las Flores y San Vi- cente) y 60% en el de Santiago del Estero (Beltrán). Son niveles normales para el momento del año porque estamos en zonas cercanas a la cría, con lo que capturamos mucho destete de la cuenca del Salado”, dice.
Normalmente, el 70 por ciento de la base del costo de la nutrición en el feedlot es el maíz, algo que hoy está en valores muy bajos pero no necesariamente es positivo para la actividad. “Es preferible que el maíz valga lo necesario para que el productor esté motivado a producirlo. De nada sirve que esté barato y que al año siguiente no lo tengamos. Ya estamos viendo que la perspectiva es que haya menos superficie sembrada, por lo que en 2016 vamos a tener una oferta restringida”, advierte López Da Silva.
Por estos días, a pesar de que en el horizonte aparece el objetivo de los novillos pesados, la categoría que impulsa la actividad de los corrales son los animales livianos de consumo, según explica Carlos Bledel, presidente del Centro de Consignatarios del país. “Hoy, por más que ha bajado, lo que manda es el consumo, que demanda animales más livianos. La vaca ha aumentado en estos días la demanda y lo que está faltando es novillo pesado. Es una tendencia que está desde 2007 con la prohibición de la exportación de carne, lo que dificulta el cumplimiento de los contratos como puede ser la Hilton”, afirma.
Como referencia, Bledel dice que el animal liviano está por encima de los 21 pesos el kilo vivo y la vaca buena de consumo está en 13,50 pesos el kilo vivo. “Estos precios no son malos, pero mientras existan las prohibiciones de exportar, problemáticas con los ROE y todas las trabas comerciales, va a seguir complicado el panorama. La ganadería no está bien en estas condiciones, pero hoy, comparado con una agricultura que está en el subsuelo parecería que la ganadería está mejor”, afirma el representante de los consignatarios.
En la misma linea, Eduardo Romagnoli, presidente del Rosgan, opina que “la cadena de ganados y carnes está aletargada hace siete largos años”. “La principal razón es la limitación a la exportación lograda mediante distintas medidas, esta caída de los niveles de
LA INCORPORACION DE TECNOLOGIA ESTA ESTANCADA Y SE DA DE FORMA DESPAREJA SEGUN LA REGION Y EL SISTEMA
LA CUOTA 481 APARECE COMO UNA BUENA OPCION PARA LOS FEEDLOTS Y FRIGORIFICOS EXPORTADORES
{ recría }
Con el objetivo de comenzar a producir animales más pesados, la recría de terneros
se vuelve una etapa clave en el sistema.
exportación de las 750.000 toneladas del 2005 a las 200.000 promedio de los últimos cuatro años nos muestra un sector industrial exportador otrora de los principales del mundo destinado cada vez más a atender el mercado interno”, remarca.
Según Romagnoli, la exportación es el eslabón más comprometido de la cadena actualmente, mientras que los criadores, que habitualmente son los más débiles, son quienes mejor han sobrellevado los últimos años. “En el engorde si- guen ganando espacios los feedlots y logrando buenos resultados, alejados del período de las compensaciones pero marcados por un nivel de eficiencia y adaptación a las reglas del mercado sorprendente. La resolución 481 es una gran oportunidad para ellos”, afirma.
Luego agrega: “La tendencia de los mercados repite la situación de la cadena de ganados y carnes, un amesetamiento resultado de la imposibilidad de hacer crecer el stock ganadero para recuperar los 10 millones de cabezas perdidas entre el 2006 y 2010. Lo comercializado está en consonancia con el mismo, tenemos menos terneros destinados a la invernada y se nota en las restricciones al crecimiento en el volumen comercializado”.
Pensando en lo que vendrá, la apertura del mercado exportador aparece como el principal deseo de la cadena. “Desde el punto de vista político hay que sincerar todos los números, también que se sincere el dólar, que se acaben los ROE y permisos que traban la actividad. La cuota Hilton en 2013 llegó a estar 20.000 dólares la tonelada y argentina no cumplió los contratos. Hace siete años que no la cumplimos, es un despropósito. Hoy Paraguay y Uruguay, están exportando más carne que nosotros”, advierte Bledel.
Odriozola se suma al reclamo. “Hemos pasado por innumerables medidas que lo único que lograron fue quitarle toda previsibilidad al negocio. Se deberán sacar las retenciones a las exportaciones, promocionando nuevamente dicha actividad, colaborando desde el Estado en la reapertura de los mercados que hoy nos miran con desconfianza por nuestros constantes incumplimientos”, dice, y agrega que es fundamental restablecer la con- fianza entre productores y Senasa, para que juntos colaboren en la apertura de nuevos mercados.
“Además se debe promocionar la faena de animales más pesados, logrando de esta forma el crecimiento de la tasa de extracción de nuestro rodeo nacional y el volumen global de producción de carne”, afirma el criador bonaerense.
Respecto a la industria frigorífi-
ca, dice que el Gobierno debe “aplicar políticas crediticias que permitan la readecuación de las plantas a sistemas de comercialización en cortes, lográndose así un status sanitario e impositivo acorde a las necesidades de nuestro comercio interior, donde necesitamos no trasladar cortes a zonas donde los mismos no se comen, y liberando para la exportación los de mayor valor que internamente no consumimos”.
Para Corvalán, el Gobierno nacional debería definir un plan ganadero nacional con objetivos claros a mediano y largo plazo, en donde se incluyan todos los actores de la cadena de valor. “Este objetivo debe incluir la liberación del mercado y exportaciones para que se incentive la producción. Por otro lado la producción ganadera en zonas marginales debería recibir un tratamiento impositivo diferencial para que se estimule la inversión y el desarrollo. El gobierno provincial, debe proveer las condiciones en infraestructura, apoyo crediticio y transferencia de tecnología para hacer competitiva la actividad”, reclama el mendocino.
El salteño Lupión dice que la ganadería necesita un gobierno alia- do y que conozca todos los procesos. “Necesita previsibilidad y reglas claras. Necesita un plan y un proyecto de país ganadero para los próximos 50 años. Es la actividad del campo más noble, la del trabajo diario, la de inversión más larga y de menor rédito”, afirma.
De cara al futuro, el feedlotero López Da Silva se muestra optimista. “Creo que la actividad va en vías de mejorar, los nuevos mercados son una promesa para toda la cade- na ganadera. Estoy convencido que la madurez que ha tomado el feedlot le ha permitido a la actividad incorporarse como un eslabón más en el andamiaje de la producción de carne, ya no es un capricho de unos pocos sino que es un eslabón fundamental para integrar la ganadería y la agricultura”, dice, y añade: “Hemos recuperado el invernador a pasto que se transformó al feedlot. Vislumbro que la ganadería está para mejorar año tras año. Por supuesto que aún falta, desde adentro y desde afuera, con políticas, para que mejoren muchas cosas, pero hay futuro, estamos en camino”.
Romagnoli, por su parte, dice que el principal cambio que el sector necesita es tener reglas de juego claras y menor intromisión estatal. “Es imprescindible tener un plan estratégico de repoblamiento ganadero y la aplicación de tecnologías y capacitaciones para elevar el nivel de nacimientos anuales. Argentina está desde hace muchísimas décadas en un 60 por ciento promedio de nacimientos sobre el stock de vacas, esa es la principal limitante al crecimiento”.
Para concluir, Odriozola pide que haya previsibilidad y confianza en toda la cadena para definir un plan estratégico que permita invertir sin miedo a cambios de rumbo. “Si logramos esto, la ganadería ar- gentina volverá a ser predominante en el concierto mundial de carnes. Estoy convencido que si aplicamos estas medidas la producción podrá pasar a 3.5 millones de toneladas, permitiendo el abastecimiento de más de 60 kilos por habitante por año, y liberando para la exportación 1 millón de toneladas. El crecimiento de la industria del cerdo y el pollo en los últimos años permite realizar estos cambios sin efectos colaterales”, afirma.
HAY OPTIMISMO FRENTE AL FUTURO, PERO TODOS RECLAMAN MAYOR PREVISIBILIDAD EN LAS POLITICAS