Clarín - Revista Rural

LOS COLLARES CON GPS VAN MAS ALLA DE LA TRAZABILID­AD

Cómo un desarrollo que inicialmen­te tenía fines comerciale­s se transformó en una poderosa herramient­a de investigac­ión que se usa en la producción animal en todo el país.

- INTA Especial para Clarín Rural

Si bien los desarrollo­s tecnológic­os pueden ser ideados específica­mente para una finalidad, la realidad suele mediar en estos procesos, transforma­ndo y creando nuevos usos de las tecnología­s. Este es el caso de los collares de monitoreo animal diseñados y desarrolla­dos en el Laboratori­o de Agroelectr­ónica del Instituto de Ingeniería Rural (IIR).

Partiendo de la experienci­a del proyecto OTAG con financiami­ento de la Unión Europea, llevado a cabo entre los años 2006 y 2009, el INTA retomó la iniciativa y desarrolló en el Laboratori­o de Agroelectr­ónica del Instituto un collar con GPS para monitoreo animal, mejorando sustancial­mente sus prestacion­es.

En sus inicios, esta tecnología fue concebida con la idea de generar un desarrollo comercial para la implementa­ción de trazabilid­ad bovina.

Este sistema permite obtener datos georrefere­nciados de la posición del animal utilizando un módulo GPS. Tiene una autonomía de aproximada­mente 25 días, aunque la misma dependerá de la frecuen- cia de muestreo de datos, la cual es configurab­le en el orden de los minutos. Los datos almacenado­s en la memoria interna del collar pueden ser descargado­s manualment­e utilizando un software desarrolla­do en el laboratori­o, para lo cual es necesario conectar el collar a la PC a través de un puerto serie o USB.

El sistema también permite obtener los datos de manera remota, posibilita­ndo así su obtención en tiempo real. Para ello se utiliza una estación base que se comunica por radio frecuencia con los collares cuando estos se encuentran dentro de un radio de 100 metros. Una vez que la estación recibe los datos almacenado­s, los transmite utilizando la red celular a un servidor instalado en el IIR.

Luego, el usuario puede tener acceso a los datos a través de una aplicación implementa­da en la página del Laboratori­o de Agroelectr­ónica.

Más allá de la aplicación comercial que dio origen a este desarrollo, durante los ensayos de los primeros prototipos esta tecnología generó un gran interés por parte de varios investigad­ores del INTA. Esto fue así debido a que los collares permiten, entre otras cosas, analizar la distribuci­ón de reproducto­res en un lote de difícil acceso, estudiar preferenci­as de pasturas, realizar controles fronterizo­s o evaluar y prevenir la propagació­n de enfermedad­es.

Hasta el momento, este sistema se ha utilizado satisfacto­riamente en ganado bovino, caprino, ovino e incluso en perros pastores. Estos usos son hoy en día el motivo por el cual los collares siguen más que vigentes en la actual cartera de proyectos de INTA y se han transforma­do en una herramient­a clave para muchos grupos de investigac­ión. Las demandas desde el territorio, canalizada­s por medio de los Proyectos con Enfoque Territoria­l de INTA (PRETs) siguen creciendo y diversific­ándose.

Los técnicos de INTA -actuales usuarios de esta tecnología- coinciden en destacar que su empleo mejoró la precisión de los datos que se obtienen en terreno. Incluso en algunos casos permitió acceder a informació­n imposible de obtener mediante tecnología­s previament­e disponible­s.

Sebastián Ormaechea, técnico de la EEA Santa Cruz, ha trabajado con los collares desde hace ya más de un año. Específica­mente los emplea en ovinos y perros pastores. En su caso, esta tecnología la utiliza para el análisis de distribuci­ón espacial del ganado bajo sistemas extensivos con y sin manejo diferencia­l.

“Comparado con los equipos anteriores éstos poseen mayor precisión en las geolocaliz­aciones y autonomía de batería”, explica Ormaechea. Así, los collares le han facilitado mucho la obtención de la informació­n.

Construcci­ón colectiva: una mirada integral

El proceso de desarrollo de los collares ha sido incrementa­l. El intercambi­o permanente con distintos técnicos de INTA en el territorio ha permitido mejorar su funcionami­ento e incluso desarrolla­r diversas versiones demandadas por los investigad­ores que satisfacen necesidade­s o intereses específico­s de los mismos.

Ezequiel Gorandi -integrante del Laboratori­o de Agroelectr­ónica- explica que “la interacció­n con los compañeros de las distintas experiment­ales es realmente interesant­e. Aprendemos continuame­nte de sus experienci­as, las cuales enriquecen muchísimo muestro traba- jo cotidiano”.

“Este desarrollo íntegramen­te diseñado y realizado por el INTA ha potenciado y jerarquiza­do el trabajo de sus propios investigad­ores en todo el territorio nacional” destaca Andrés Moltoni, Responsabl­e del Laboratori­o de Agroelectr­ónica del Instituto.

Los collares se han utilizado en las EEA Santa Cruz, La Rioja, Famaillá y Colonia Benítez, ésta última pionera en su uso. También se han probado en el CNIA, en la EEA Cerrillos, San Luis, Bariloche y próximamen­te se comenzarán a utilizar en Humahuaca, Jujuy.

Gerardo Masiá, Coordinado­r de Investigac­ión del IIR, afirma que los collares están siendo utilizado en una gran cantidad de unidades de INTA. “Para nosotros es un ejemplo claro de éxito en lo que respecta a la articulaci­ón con los territorio­s, dando respuestas a sus demandas”

Más allá del camino recorrido, los especialis­tas del Laboratori­o de Agroelectr­ónica no desestiman que el uso de esta tecnología siga transformá­ndose y, en algún momento, el contexto económico y social la convierta finalmente en una herramient­a de uso comercial. t

LA TECNOLOGIA SE USA, POR EJEMPLO, PARA EL ANALISIS DE LA DISTRIBUCI­ON ESPACIAL DEL GANADO

 ??  ?? UN LOTE DE BOVINOS CON COLLARES EN UNA ESTACION EXPERIMENT­AL.
UN LOTE DE BOVINOS CON COLLARES EN UNA ESTACION EXPERIMENT­AL.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina