EN CUYO SE RELAMEN CON LOS TOMATES Y LAS ACEITUNAS
Esos dos cultivos, de gran importancia en la zona cordillerana, tuvieron un buen 2015 más allá de las dificultades coyunturales que atraviesan todas las economías regionales.
En medio de la crisis que atraviesan los productores más alejados de las zonas centrales, siempre hay cosas para rescatar en materia productiva. Los tomates, por ejemplo, se ubican entre los cultivos hortícolas con mayor valor agregado en origen y de los más demandados por los consumidores. De acuerdo con el INTA, la región de Cuyo produce el 70 % del tomate nacional y genera ingresos por más de 480 millones de pesos. En este sentido, Cosme Argerich - técnico del INTA La Consulta, Mendoza- destacó la importancia económica del tomate: “La industria consume 540.000 toneladas anuales y es uno de los principales rubros en supermercados”.
Ya sea fresco, pelado entero enlatado, concentrado o en salsas y condimentos, el consumo del tomate se incrementa. Esto se debe a la tendencia mundial de adquirir productos saludables y beneficiosos para la salud, al tiempo que nutritivos y de calidad.
De acuerdo con Argerich, las economías regionales tienen una oportunidad gracias a la excelente calidad de la producción nacional y los buenos rendimientos obtenidos por hectárea.
Así, uno los desarrollos más destacados del INTA junto con la Asociación Tomate 2000, es la transferencia de tecnología en materia de manejo del suelo y del cultivo en general, las variedades desarrolladas combinadas con una mayor eficiencia del uso del agua con el riego por goteo, incrementan en un 30% el crecimiento inicial vegetativo y un 25% el rendimiento de frutos en la producción de tomate para industria. Aplicar el riego por goteo también tiene sus bene- ficios. Esta estrategia permite obtener rendimientos superiores a los 120.000 kilogramos por hectárea –con un aprovechamiento de hasta un 95% del agua–, al tiempo de posibilitar el aprovechamiento de terrenos marginales.
Las nuevas variedades desarrolladas combinan resistencias a enfermedades con frutos resistentes al almacenaje a campo y permiten una alta productividad en la mecanización de la cosecha.
La olivicultura, por su parte, considerada por los especialistas como la actividad agropecuaria que más creció en los últimos quince años en Cuyo, alcanzó el año pasado su récord productivo. Así, gracias a las buenas condiciones climáticas y sanidad, la cosecha rondó las 100.000 toneladas de aceitunas. un récord para el cultivo.
“Esto se debe a dos factores -detalló Luis Bueno, técnico del INTA San Juan-. No hubo eventos climáticos que afectaran la floración y el cuaje de los frutos, tales como heladas o el viento Zonda, lo que se sumó a las buenas condiciones fisiológicas de las plantas que le permitieron producir muchos kilos. Además, hubo una buena sanidad en las fincas”. Asimismo, explicó que por los volúmenes de aceituna, muchos productores decidieron adelantar el inicio de cosecha de tal manera de poder cosechar la totalidad de su fruta, con lo cual se espera muy buena calidad de aceite, al principio de campaña.
En este sentido, el especialista destacó el trabajo realizado desde el INTA a fin de acompañar la expansión de la olivicultura y mejorar su producción sustentable: “Asesoramos a los productores en la implementación de tecnologías como los nuevos sistemas de conducción, cultivares, manejo de riego y cosecha”. t