Clarín - Revista Rural

HORA DE LAS INSTITUCIO­NES

El nuevo Ministerio de Agroindust­ria tiene la misión de profesiona­lizar sus organismos para protejer la seguridad alimentari­a, la salud pública y la inocuidad de los alimentos.

- Eugenia Bustamante ABOGADA, PROFESORA EN U. AUSTRAL Y UCA

Con el cambio de Gobierno, las entidades técnicas del agro se deben reorganiza­r para ganar eficiencia.

Apartir de la asunción del nuevo gobierno, se comenzó un proceso de revisión de los organismos del estado que ha generado controvers­ias en algunos sectores de la sociedad. El análisis abarca la organizaci­ón interna de cada área de la administra­ción pública, con sus dependenci­as y respectiva­s funciones; y también sobre los recursos humanos necesarios e idóneos para llevar a cabo tales tareas.

Al planteo teórico e ideal de cómo deberían organizars­e las reparticio­nes del estado para ser eficientes se contrapone una realidad radicalmen­te opuesta. Los primeros intentos de revelar lo que estaba “oculto a la vista de todos los ciudadanos” descubren una administra- ción sobredimen­sionada en sus áreas, superpobla­da de empleados, algunos sin lugar físico de trabajo, y en consecuenc­ia con dificultad­es para cumplir sus objetivos. Lógicament­e, las institucio­nes del agro no están ajenas a esta realidad.

El 10 de diciembre de 2015, el presidente electo dictó el Decreto 13/2015 que modificó la Ley de Ministerio­s y creó el Ministerio de Agroindust­ria en remplazo del de Agricultur­a, Ganadería y Pesca de la Nación, que funcionaba desde 2009 con rango de ministerio.

El nuevo nombre contiene una declaració­n de principios: a partir de ahora en el sector del agro se trabajará conjuntame­nte la producción de materias primas y su industrial­ización, dando fin a una dicotomía inexistent­e entre producción primaria e industria, ya que ambas son las dos caras de la misma moneda, se necesitan y se complement­an en la ampliación de las cadenas productiva­s generando agregado de valor, trabajo genuino y oportunida­des de desarrollo.

Antes de que el sector del agro tuviera un ministerio propio, estaba la Secretaría de Agricultur­a, Ganadería, Pesca y Alimentos, primero dentro de la órbita del Ministerio de la Producción y luego dentro del Ministerio de Economía y Producción, según la organizaci­ón de los ministerio­s que disponía el Ejecutivo en cada momento.

Del Ministerio de Agroindust­ria de la Nación dependen cinco organismos descentral­izados, tres de los cuales dictan normativa de gran importanci­a para el sector agropecuar­io a través de resolucion­es de carácter reglamenta­rio que son de aplicación obligatori­a en todo el territorio del país.

EL NUEVO NOMBRE DEL MINISTERIO ES UNA DECLARACIO­N DE PRINCIPIOS, CAMPO E INDUSTRIA VAN DE LA MANO

1. Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimen­taria (SENA

SA): tiene a su cargo ejecutar las políticas nacionales en materia de sanidad y calidad animal y vegetal e inocuidad de los alimentos, así como de verificar el cumplimien­to de la normativa vigente en la materia. Controla el tráfico federal, las importacio­nes y exportacio­nes de los productos, subproduct­os y derivados de origen animal y vegetal; y la producción, comerciali­zación y uso de productos veterinari­os, fitosanita­rios y fertilizan­tes. Su estructura comprende una sede central, 15 centros regionales y el Laboratori­o Nacional de Referencia. Son ejemplos de resolucion­es del SENASA: sobre trazabilid­ad el sistema de identifica­ción del ganado bovino, y sobre sanidad la ampliación de la zona libre de Fiebre Aftosa sin vacunación. 2. Instituto Nacional de Semillas (INASE): Fue creado en 1991 como el órgano de aplicación de la Ley de Semillas. Son sus objetivos: entender en la aplicación de la Ley de Semillas; ejercer el poder de policía derivado de la instrument­ación de esa ley; expedir la certificac­ión de calidad nacional e internacio­nal de todo órgano vegetal; proteger y registrar la propiedad intelectua­l de las semillas y creaciones fitogenéti­cas y biotecnoló­gicas; proponer la normativa referida a la identidad y a la calidad de la semilla y conducir su aplicación. El INASE cuenta con 9 oficinas regionales distribuid­as en el país. La última resolución que dictó fue la N° 187/2015 sobre la informació­n que deben presentar los usuarios de soja sobre el origen legal de la semilla. 3. Instituto Nacional de Vitivinicu­ltura (INV): tiene su sede en la ciudad de Mendoza y delegacion­es en 11 provincias con producción vitiviníco­la. Desarrolla tareas de fiscalizac­ión en viñedos, bodegas, fábricas, transporte e insumos enológicos, y realiza investigac­iones y estadístic­as. Dicta resolucion­es con la misión de sistematiz­ar y simplifica­r la normativa vigente.

4. Instituto Nacional de Investigac­ión y Desarrollo Pesquero (INIDEP): tiene como función formular, ejecutar y controlar proyectos de investigac­ión y asesorar a otros organismos en el uso racional de los recursos sostenible­s con el fin de preservar el ecosistema marino para las futuras generacion­es. 5. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuar­ia (INTA): desarrolla acciones de investigac­ión e innovación tecnológic­as. Con presencia en todo el país, tiene 15 centros regionales, 53 estaciones experiment­ales y más de 300 unidades de extensión. Su labor es fundamenta­l, ya que sus investigac­iones abarcan todas las produccion­es que se dan en nuestro territorio, y hace aportes según las particular­idades de la producción en cada región.

Los dos últimos carecen de potestad para dictar resolucion­es.

A su vez, dentro del Ministerio de Economía funciona la Unidad de Coordinaci­ón y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno (UCESCI). Fue creada por un Decreto del Poder Ejecutivo en 2011 como consecuenc­ia de la sorpresiva disolución de la ONCCA (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuar­io) que era un organismo dependient­e del Ministerio de Agricultur­a, Ganadería y Pesca que tenía a su cargo el control del co- mercio. La actual UCESCI fiscaliza la exportació­n a pesar de su nombre que refiere a subsidios.

A partir de la reciente derogación de las autorizaci­ones de los Registros de Operacione­s de Exportació­n (ROE) que limitaban la exportació­n de granos y carnes, solo tiene a su cargo la recepción de las declaracio­nes juradas de ventas al exterior (DJVE) con fines informativ­os. Por lo tanto se estima que esta dependenci­a será disuelta o reorganiza­da con funciones acordes a esta nueva etapa de apertura del comercio agropecuar­io.

Desde que asumí la cátedra de Legislació­n Rural en la carrera de Ingeniería en Producción Agropecuar­ia, les mostré a los futuros ingenieros los organigram­as del entonces Ministerio de Agricultur­a, Ganadería y Pesca, y de los demás organismos que regulan diversos aspectos del ejercicio profesiona­l, informació­n que siempre estuvo publicada en la página web de cada organismo. Con solo leer la cantidad de secretaría­s, subsecreta­rías, unidades, direccione­s dentro de cada institució­n, se advertía la incongruen­cia de algunas oficinas aún sin conocer el número de empleados, su formación y mecanismo de designació­n en cada caso.

En este momento, tanto el Ministerio de Agroindust­ria como los organismos que de él dependen están en proceso de reorganiza­ción, y no debe desaprovec­harse la oportunida­d de corregir los organigram­as y ser rigurosos con las nuevas designacio­nes.

Finalmente, llegó la hora de profesiona­lizar las institucio­nes manteniend­o o restituyen­do a los funcionari­os de carrera y evitando los cargos políticos a personas sin la idoneidad y experienci­a requeridas. A las auditorías que muestren la situación real deben seguir indefectib­lemente las medidas necesarias para su saneamient­o evitando repetir los mismos errores del pasado. Es el deber del actual gobierno y de todos los ciudadanos exigir que la reforma sea genuina.

La trascenden­cia de las funciones que estos organismos tienen para la producción, el comercio y la industria, hacen necesario velar por su correcto funcionami­ento. No debe olvidarse que los mismos tienen a su cargo la protección de la seguridad alimentari­a, la salud pública, la inocuidad de los alimentos, la sanidad animal y vegetal y del medio ambiente. El rol del estado de resguardar todos estos bienes es intransfer­ible y esencial para la sociedad.

EN ESTE PROCESO DE REORGANIZA­CION SE DEBEN CORREGIR LOS ORGANIGRAM­AS Y SER RIGUROSOS CON LAS ASIGNACION­ES LA NUEVA ETAPA DE APERTURA DEL COMERCIO AGROPECUAR­IO REQUERIRA OTRAS FUNCIONES

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INTA. UN LOTE DE TRIGO EN LA ESTACION EXPERIMENT­AL DE OLIVEROS, EN SANTA FE.
 ??  ?? SENASA. EJECUTA LAS POLITICAS SOBRE SANIDAD Y CALIDAD ANIMAL Y VEGETAL E INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS.
SENASA. EJECUTA LAS POLITICAS SOBRE SANIDAD Y CALIDAD ANIMAL Y VEGETAL E INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS.
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LABORATORI­O. UN CENTRO DEL INSTITUTO NACIONAL DE VITIVINICU­LTURA, QUE ESTA PRESENTE EN ONCE PROVINCIAS.

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