Clarín - Revista Rural

EL BARRO Y LA FESTUCOSIS, DOS ENEMIGOS QUE EXIGEN MANEJO

El exceso de humedad de esta campaña puede afectar los índices productivo­s. Para evitarlo es necesario controlar la sanidad del forraje y proveer al rodeo espacios de sombra secos.

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neras presentaba­n los nudos inflamados.

Para completar un poco el cuadro, en la recorrida también pude ver que una buena parte de los animales estaban y permanecía­n en los charcos, con evidente estado de agitación, respiració­n acelerada, jadeo y babeo.

En la charla con el encargado me decía que este lote de animales, había ingresado al potrero alrededor de una semana atrás, y que los notaba peor. Lo que me ayudó a orientarme fue cuando pregunte qué especies forrajeras tenía el campo (reconozco que soy muy malo para identifica­r especies de plantas), y eran potreros que habían sido sembrados con festuca.

Todo conduce a la presencia de festucosis en este lote del campo y a su presentaci­ón clínica en los animales. Si bien la semilla en teoría

LA FESTUCOSIS HACE QUE LA FESTUCA PROVOQUE TRASTORNOS CIRCULATOR­IOS EN LOS ANIMALES

era libre del hongo, eso no quita que la pastura se haya infectado por diferentes vías.

La festuca es una gramínea muy buena que nos presenta muchas ventajas, fundamenta­lmente en campos con tierras de baja calidad. El problema es justamente cuando el hongo llamado “neothypodi­um coenophial­um” produce una toxina de la familia de los alcaloides, la cual provoca que la planta sintetice sustancias que son tóxicas para los animales, provocando un trastorno circulator­io en los mismos.

Por la estación del año, hablamos de un “síndrome de verano”, o para ser más precisos, “síndrome distérmico”, donde lo que predomina es el cuadro respirator­io (agitación, etc.), aumento de la temperatur­a corporal, búsqueda de sombra y, si hay lagunas o charcos, los animales se quedan en el agua, aunque sea en el barro.

En general, se dice que el animal esta “asoleado”. Recuerden que en muchos campos han prácticame­nte desapareci­do los montes y reparos, lo que agrava la situación.

Esto hace que los animales coman menos tiempo, no ganen peso, la producción de leche cae e incluso se pueden dar bajos porcentaje­s de preñez, hasta un 50% en casos extremos.

No existe tratamient­o medicament­oso, la única solución es el manejo. Los animales deben retirarse de los potreros con festucosis, rotarlos, pastorear las parcelas contaminad­as por cortos periodos de tiempo, no mayor a los cinco días, y pensar en romper esa pastura en el futuro para implantar otra. Algunos utilizan la intersiemb­ra con Ray Grass para hacer competenci­a e ir eliminando la festuca.

Siempre tratar de comprar semillas en lugares confiables, o man-

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LOS ANIMALES AFECTADOS SUELEN QUEDARSE EN LOS CHARCOS.

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